⊱┊BROKEN TIE 【Given OMEGAVERSE 】

Capítulo XVII ❝ Comienza el juego ❞

Mafuyu apagó la cámara y soltó un largo suspiro. La grabación de aquel día había durado más de lo usual, en parte porque la primera tanda de galletas había sido un fracaso, y  en parte porque Kedama se había rehusado a utilizar el adorable disfraz del monstruo come galletas de Plaza Sésamo que le había comprado con tanto gusto.

Nunca se le pasó por la cabeza la idea de grabar videos para Youtube, pero una vez se le metió la idea a la cabeza no pudo simplemente ignorarla. Habían pasado apenas 3 semanas desde que comenzó con el proyecto- que al principio fue una idea que tuvo para distraerse en casa cuando Uenoyama no estaba- pero ahora era todo un proceso que en realidad disfrutaba bastante, desde la grabación hasta la edición, y su parte favorita era cuando subía el video y podía leer los divertidos comentarios que dejaban sus suscriptores.

Honestamente no esperaba que alguien viera sus vídeos, pero sorprendentemente la aceptación fue bastante buena. En poco menos de un mes había alcanzado mil suscriptores y aquello lo animaba bastante a continuar. Sus vídeos eran sencillos, e incluso los consideraba aburridos -pero por algún motivo a la gente le gustaba-. Tan solo enseñaba como preparar diversas recetas, pero no hablaba ni mostraba nada más allá de sus manos, y dejaba los sonidos del vídeo tal y como estaban originalmente al grabar, Akihiko le había enseñado aquello, era una extraña tendencia llamada ASMR. El plus de sus videos, sin embargo, era que al final siempre aparecía Kedama con un disfraz diferente, usualmente relacionado con la receta que había preparado. 

— Tama, ven aquí — habló con voz dulce y el perrito corrió tiernamente hacía él, haciendo que las pequeñas manitas del disfraz rebotaran adorablemente, haciendo imposible el no reírse ante la imagen — Vamos a quitarte esto — dijo, y lo cargó con cuidado, aún conteniendo la risa. ¿Debería tomar una foto para enviarle a Uenoyama-kun?

Mientras consideraba el tomarle una foto a Kedama antes de liberarlo de su tortura, un recuerdo involuntario vino a su mente. El día después de San Valentín, un mes atrás, visitando la oficina de Haruki en el hospital. La noche anterior él y Uenoyama se habían anudado, y en algún punto se durmió por el dolor y el cansancio. Uenoyama lo había despertado a primera hora para hacer un examen de sangre para comprobar que no estuviera embarazado. 

 Haruki los observaba a ambos con los brazos cruzados y una expresión difícil de leer en el rostro. En sus manos sostenía los resultados de la prueba de sangre. Uenoyama estaba serio, y Mafuyu sentía que las manos le sudaban frío.

"Seré breve", dijo Haruki y Mafuyu no pudo evitar apretar con fuerza la mano de Uenoyama a un lado, "No estás embarazado", agregó después de unos segundos de suspenso que se sintieron como horas.

En el momento en el que aquellas palabras salieron de la boca de Haruki pudo sentir como el cuerpo de Uenoyama se relajaba a su lado, como si le hubiesen quitado un enorme peso de encima, sin embargo, una línea se trazó en los labios de Mafuyu. Era una buena noticia, entonces ¿Por qué se sentía tan vacío? Fingió una sonrisa y no dijo nada, aquello era lo mejor. ¿Qué estaba esperando de todas maneras? 

Poco después fue su cumpleaños, y Uenoyama le había regalado un viaje de fin de semana a unas deliciosas aguas termales, pero no habían podido ir porque Uenoyama había tenido mucho trabajo en el hospital. Fue así como la idea de grabar videos llegó, para distraerlo de la soledad que sentía sin Uenoyama en casa y también de los pensamientos que lo visitaban seguidamente, acerca de un bebé que nunca existió. Así, sin darse cuenta había llegado marzo, y con el la primavera

Nuevamente suspiró pesadamente, mientras le quitaba el disfraz a Kedama. Tenia que dejar de pensar tan negativamente. Tenía todo lo que siempre quiso y más, miró al rededor y apreció la hermosa casa donde vivía, no le hacía falta nada en el sentido material. Además tenía a su lado al alfa más encantador y sexy de la tierra, que lo hacía sentir amado todos los días. Lo tenía todo, pero sentía que había algo que faltaba y no lograba descifrar que.