Capítulo XVI ❝ El malentendido de San Valentín❞🔞

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Un mes y medio después

. . ⇢ [13 de febrero, 6:45 AM] ˎˊ˗
꒰ UENOYAMA & MAFUYU

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Los rayos de la mañana atravesaban la habitación a través de los pequeños espacios entre las persianas de la ventana. Uenoyama abrió los ojos lentamente, dejando que sus pupilas se acostumbraran a la claridad.  Pero ¿Alguna vez se acostumbraría a la claridad del sol que tenía durmiendo frente a él? Mafuyu brillaba más que la mañana misma, y tenía el universo en su rostro, en forma de diminutas pecas adornando su nariz.

Quiso moverse, pero sintió un peso en sus piernas. Kedama estaba cómodamente acomodado en sus piernas, durmiendo panza arriba.

Xanadú. Aquel en verdad era su propio paraíso personal. Todo era perfecto. Observó fijamente a Mafuyu, que estaba a escasos centímetros de su rostro, durmiendo pacíficamente. Su respiración acompasada era lo único que se escuchaba en la habitación, y su mente divago en la perfección de ese simple momento.

El hecho de que estés aquí a mi lado cuando despierto, las suaves sabanas que de alguna forma huelen a ti aún cuando ambos dormimos aquí cada noche. La esencia difusa de tu shampoo de manzana, el tic-tac del reloj de pared que trajiste contigo porque fue un regalo de él, aún cuando no me lo dijiste porque crees que me molestaré cuando no es así. La tenue luz del amanecer iluminando tus pestañas tan claras como tu cabello y las escasas pecas que adornan la punta de tu nariz, las cuales son solo visibles a esta distancia y con la iluminación del sol matutino. Estos detalles que solo yo puedo ver, las expresiones que solo me regalas a mi. No solo te amo a ti, amo todo lo que eres, todo lo que haces ,y quien soy cuando estoy contigo, Mafuyu.

— Buenos días, Uenoyama-kun — dijo repente Mafuyu, con voz ronquita, mientras estiraba los brazos y las piernas, sacando a Uenoyama de sus pensamientos

— B-buenos días — respondió un poco nervioso. No se dio cuenta de en que momento se había despertado Mafuyu. Seguramente había sentido su mirada encima — ¿Te desperté?

— ¿Mmh? No — dijo, y bostezó chiquito, remolineándose en la cama y arrugando la sabana con los pies

— Puedes seguir durmiendo — le besó la frente y se sentó en la cama con cuidado de no despertar a Kedama, buscando sus pantuflas para poder ponerse de pie. Solo encontró una, y el seguro culpable de la desaparición de la otra estaba durmiendo plácidamente panza arriba. 

— Quiero despedirme de ti antes de que te vayas a trabajar — le sonrió con los ojos cerrados — De aquí no vuelvo a verte hasta la noche

Uenoyama sintió un vacío en el estómago, y conocía bien aquella sensación: culpa.

Había estado tan ocupado en el trabajo que apenas y había tenido tiempo para Mafuyu. En un par de ocasiones había llegado tan tarde que Mafuyu ya estaba durmiendo al llegar a casa. Odiaba eso, odiaba no poder estar con Mafuyu tanto como quisiera. Odiaba tener que separarse de él cada mañana y cada minuto del día que pasaba lejos de él era un infierno. El pensamiento de Mafuyu solo en casa esperándolo todo el día le carcomía el alma, pero después de todo había sido él mismo quien le sugirió a Mafuyu tomarse un tiempo antes de regresar de lleno a la vida laboral, porque no quería que se estresara o se sintiera abrumado. Mafuyu había pasado más de seis meses encerrado en un hospital, con poco contacto humano, y aunque ya no sufría de los efectos del lazo roto, regresar abruptamente a su vida cotidiana podría resultar difícil para él, por lo que sugirió que se lo tomara con calma.

Después de darse una refrescante ducha matutina, Mafuyu lo esperaba en la cocina con el desayuno. Dios, ¿Ese hombre podía ser más perfecto?

— Gracias — agradeció y le dio un beso en la mejilla, tomando uno de los hotcakes y dándole una mordida como cavernícola — Están deliciosos

⊱┊BROKEN TIE 【Given OMEGAVERSE 】Where stories live. Discover now