[COMPLETADO] Durmiente +Revali x Lector/a +

La Gerudo

Glosario para este capítulo:
C/o: Color de Ojos
N/A: No Disponible
T/n: Tu Nombre

___N/A P.O.V___
La excursión para revisar a Vah Naboris empezó a la mañana, Zelda subió a su carruaje acompañada de mujeres guerreras que estaban ataviadas de los vestidos de acompañantes reales.

Avanzaron lo suficiente para que Rhoam dejara de asomarse desde la torre principal y entrara de vuelta al castillo, el transporte paró justo frente a "Descanso Lon Lon", una de las acompañantes de Zelda bajó para ir a buscar a t/n.

Antes de tocar la puerta, t/n la abrió y salió de inmediato con una alforja mediana colgando de su hombro, usaba la ropa que le habían dado -Su majestad le está esperando- comentó aquella mujer dando una reverencia.

El/ella/elle asintió, para luego cerrar la puerta, acto seguido dió un silbido y Ordon salió de uno de los establos del lugar para acercarse, siguieron a la guerrera quien le abrió la puerta al carruaje -Eh, y-yo, creí que iba a ir en Ordon- comentó t/n.

La princesa estaba en aquel cómodo conjunto del otro día, un atuendo real para poder moverse libremente -T/n, Ordon puede venir, pero quisiera... Erh...Compartir el carruaje real contigo- sus pálidas mejillas se tornaron un poco rojas de pena, vergüenza? Zelda había intentado acercarse e intentado hacer amistad con t/n, cosa que básicamente su padre lo tenía prohibido.

Pero la curiosidad, tener una posible amistad, de conocer el pasado pudo más que su timidez, t/n sonrió con cierta ternura comprendiendo aquel dilema -¿La señorita Prunia y el señor Rotver nos esperan allá?- preguntó después de voltear a los lados.

Zelda asintió de inmediato -S-SI! La matriarca Urbosa ya debe estar con ellos, ¡No puedo esperar a que la conozcas! ¡Escribí sobre tí con ella!- comentaba mientras t/n se sentaba en el asiento frente a ella.

Guardó silencio, se había dejado llevar por la emoción, antes de disculparse se fijó en la cara de sorpresa como entusiasmo que se dibujó en Águila -Sería todo un honor, aunque no conocí a muchas gerudo de cerca se ven muy fuertes y ágiles- comentó con amabilidad.

Ordon empezó a seguir el carruaje que continuó su camino.

Aquella princesa se obligó a respirar hondo, se fijó en su acompañante que miraba por la pequeña ventana del carruaje en la puerta, tenía más brillo en sus ojos (c / o ) y su expresión más vívida, pero había algo que le rodeaba.

Como un aura oscura, de pesar que uno suele tener al enfrentarse a un duelo, ella lo comprendía, se sentía igual de perdida el día... no, el año que la reina de Hyrule dejó el mundo mortal.

Zelda entonces buscó en una pequeña maleta que parecía un portafolio que estaba a un lado suyo, sacó un paquete, y lo entregó, estaba envuelto con tela azul rey, uno de los colores de la realeza.

-Erh, s-supongo que cuando te arrestaron, notaste que faltaban algunas de tus cosas, c-como su capa y ese antifaz- empezó a decir, t/n tomó el paquete, después de analizarlo levantó la mirada hacia la princesa, asintiendo.

Ella hizo un gesto de que podía abrirlo, aquel/la/le sheikah desenvolvió con cuidado la tela, era su antifaz, restaurado a la perfección así como la capa que imitaba un par de alas limpias y remendadas de los daños que había sufrido.

T/n pasó una mano delicadamente sobre una costura que tenía hilos plateados en la unión de una cortada se notaba la dedicación como cariño en el trabajo de restauración.

La princesa se quedó callada, miró a otro lado cuando se dió cuenta que aquel/la/le compañero/a/e de viaje llevó una mano a la boca, apreció cómo sus ojos se volvían cristalinos y los cerraba para suprimir su emoción lo más que pudo.