Es un niño (Katniss POV)

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Pensé que sería mucho más fácil, después de todo lo que viví junto a Camille habría superado mis miedos, pero eso es lo que nadie se imagina que cuando tus temores se van no significa que es para siempre, y pueden regresar con mas intensidad, o peor aun pueden surgir nuevos que se convertirán en buenos amigos con aquellos que ya están en tu cuerpo atormentándote. Aunque al igual que con mi pequeña no todo fue sufrimiento, angustia y ansiedad, la emoción y la felicidad brillaron mas fuerte por encima de esos momentos y cuando finalmente pude conocerla me di cuenta que todo valió la pena.

Después del segundo año de nuestra hija Peeta solo comentó de forma inofensiva que hubiera sido algo hermoso que ella pudiera conocer lo que es tener hermanos, aunque al instante continuo hablando de lo bueno que era que tuviera a los hijos de Delly como primos. No significaba nada, no fue un comentario con un mensaje oculto, ni un pedido o una exigencia, él no es esa clase de persona, era una especie de deseo que dejo escapar en un momento de felicidad. No me pediría mas hijos, eso era un hecho, sabía lo mucho que él también sufrió durante mi embarazo porque me acompaño cada segundo, durante cada ataque de pánico, secó mis lagrimas y busco las mejores formas de consolarme.Lo pensé por años en silencio, lo soñaba y lo deseaba tanto que muchas veces desperté con mis manos sobre mi abdomen acariciando la idea que algún día llegara. Camille llegó a mi a simplemente por el amor a su padre, y una vez allí la ame mucho mas de lo que creí que podía, su hermano llego inexplicablemente, solo porque algo en mi se encendió con el deseo de conocerlo.

Lo mantuve en secreto como la primera vez, pero por razones distintas a la primera. Ahora Camille estaba con nosotros todo sería diferente, no podía dejarme vencer por mis miedos porque eso la asustaría, y no podía apartarme de ella por meses solo porque no me sentía lo suficientemente fuerte. No podía contárselo a Peeta, porque no estaba segura si me gustaría continuar buscando un embarazo si lo llegara a perder. Y aunque esta vez intenté mantenerlo en secreto por mas tiempo, Peeta lo descifró en el tercer mes. Tal vez es parte de su naturaleza y por eso pudo sentir que debía protegerme mas, amarme mas, solo lo supo una mañana mientras me abrazaba por detrás y sus manos se posaron en mi vientre. Pude ver su expresión en el espejo mientras me observaba cuando termine de vestirme, sus ojos celestes se encendieron de felicidad, no pude evitar sonreír en confirmación a su pregunta ¿Estas embarazada?

Cuando pasaron unos meses Peeta decidió empezar a comprar ropa, juguetes, mantas y a pensar en el diseño de la pintura de la habitación. Dejé que disfrutará lo más que pudiera de está experiencia, con Camille solo se limitó a acomodar los fragmentos de mí ser cada vez que me desmoronaba. Si, él sabe que mis miedos aún están ahí y me consuela y asegura que todo estará bien, esta vez porque debo disimular mí estado de depresión para no asustar a Camille sospecho que Peeta no sabe que tan profundo es esa fosa negra de desesperación en la que vivo. Al menos dos veces al día pienso que lo maté, con algún movimiento, o golpe o simplemente decidió irse al darse cuenta de la clase de mujer que soy. No participé en las compras de Peeta, me limité a sonreír y asentir " ¡que lindo!" Eso es todo lo que puedo decir porque no puedo confesar que me parece inútil comprar cosas para un bebé que no nacerá.

Esta vez conseguí mantener los ataques de pánico bajo control, pero no consigo librarme de las pesadillas. Pasé noches en vela por temor a vivir los horrores de mis sueños, a veces los brazos de Peeta no lograban protegerme, y solo estar junto a Camille me daba algo de consuelo ya que al verla al menos sabía que estaba a salvo. Mis hijos mueren frente a mis ojos o me los arrebatan, a veces sucede mientras son pequeños, a veces en la adolescencia. La inesperada visita de Gale hizo que la sensación de alguien llevándoselos se vuelva real , no lo hizo a propósito y soy consciente de ello, pero en cierta forma amenazó en convertirse en esa sombra responsable de alejarme de ellos. Es cierto, no lo culpo, nosotros también batallamos con la idea de Peeta teniendo un episodio frente a ellos y lastimarlos al intentar de llegar a mi, pero es casi imposible que eso suceda ya que sus ataques se redujeron con los años. Y aun a pesar de creerlo imposible diseñamos al menos tres clases de planes para que nadie salga lastimado, algunos incluyen a Delly y Thom, y otros solo somos nosotros los protagonistas. A veces nos cuestionábamos nuestra decisión pero hay muchas familias con problemas similares, padres o madres con enfermedades mentales que surgieron antes o después de formar una familia y lograron encontrar una manera de hacer que funcionara, siempre hay una manera ¿Por que nosotros no la encontraríamos? Peeta me aseguro que Gale no se atrevería a hacerme daño de esa forma pero no estoy segura de ello, lo herí mas de una vez, herí sus sentimientos, su orgullo... ¿Cuantas flechas se necesitan para que el fuego en su interior quiera quemarme viva?

Con el transcurrir de los años me di cuenta que al menos en el distrito estamos a salvo, aunque a veces me cuestiono hasta esa sensación de seguridad. Los vecinos miran a Camille con cariño, no la conocen y en realidad tampoco nos conocen a nosotros, pero parece que se dieron cuenta que al igual que ellos merecemos vivir y algo de paz. Nuestra asociación con Delly tiene mucho que ver con el cambio de perspectiva que la gente tiene de nosotros, ella sin quererlo se ha convertido en una figura prominente en la comunidad, y al estar en el ojo publico nuestra amistad provocó que la gente intentara entendernos o simplemente nos perdonaran de los pecados ajenos que solo le pertenecían a Coin y Snow. Sin embargo, ahora que llevo a mi hijo en mi interior pongo en duda si realmente nos dejaron ser, o si simplemente están esperando el tiempo adecuado para vengarse de las perdidas que provocamos con la rebelión.

Aunque suene estúpido también sé que corremos peligro de perderlos cuando crezcan cuando descubran la verdad. Cuando se enteren lo que vive en el interior de su padre, cuando sepan lo que los dos somos: asesinos. Sera imposible protegerlos de la verdad, y de todas maneras ¿Quiero hacerlo? No, quiero que conozcan nuestra historia y la de los tributos, también necesito que sepan que siempre existirá gente afuera que quiera herirnos a través de ellos. Lo realmente inquietante será cuando aprendan esta historia en la escuela y descubran porque los ojos de tantas personas siempre los observan. Ademas, será entonces cuando descubriremos si realmente la comunidad del distrito doce nos perdonó ya que mis hijos no escucharan nada o tendrán que soportar a sus compañeros insultarlos por ser hijos de dos personas que decidieron matar antes que morir. Y antes de dejar que estas sospechas, y mi culpa por haber sobrevivido me mate camino por el mundo enumerando una a una cada pequeño acto de bondad que veo. A veces son solo los que observo en el día, Peeta siendo un buen padre y esposo, Delly siendo leal y comprensiva, nuestros vecinos deseándonos un buen día, y en otros momentos recuerdo todas las cosas buenas que sucedieron desde que la rebelión llego a su fin.

Las ultimas semanas fueron las mejores, porque a pesar de estar alerta a cada movimiento en mi vientre y pensar que algo estaba mal cuando mi hijo decidía dormir por horas, la emoción de conocerlo era mayor. Camille también ayudó mucho con su entusiasmo, aunque en realidad debería decir que fue Peeta, ya que él convenció a nuestra hija que ser una hermana mayor sería la mejor cosa que podría pasarle en el mundo, y al recordar a Prim no puedo negar que Peeta tiene razón.

A diferencia de su hermana, nuestro hijo decidió quedarse en mi interior por una semana mas, así que cuando rompí bolsa estábamos mas que preparados. Nuevamente decidimos tener el parto en casa, no había amenaza aparente de ser molestados por periodistas, pero el miedo que algo malo ocurriera seguía latente en mi. Delly escucho mis instrucciones en caso de mi muerte poniendo sus ojos en blanco, pero aun así prometió seguirlas al pie de la letra.

Miedo, dolor, sudor y lagrimas que acabaron con su llanto fuerte y agudo en la habitación

-¡Es un niño!- anunció la obstetra con una enorme sonrisa

Había olvidado lo liviano y frágil que se siente tener un bebé en brazos, pero como su hermana mayor el era fuerte, su cabello rubio aunque aun era escaso fue una señal temprana que el parecido con su padre seria enorme, sonreí con la sola idea de ver el hombre que amo reflejado en nuestro hijo.

-Mamá, papá y tu hermana te aman y siempre lo harán pequeño Rye Mellark Everdeen- escucho a Peeta decir a nuestro hijo mientras lo acunaba por primera vez

-No. Oliver Rye Mellark Everdeen- digo mientras observo como los ojos de mi esposo brillan con emoción al escuchar el nombre de su padre.

Secuelas: La Vida después de la GuerraWhere stories live. Discover now