Memoria

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Tomó aproximadamente cuatro semanas finalizar la construcción de la panadería, después de ese tiempo los trabajadores de la Capital migraron nuevamente a su lugar de origen.  La estructura es mas pequeña que la antigua panadería, lo cual es lógico ya que nadie vivirá allí. Katniss dejó de dormir durante las tardes cuando terminaron la construcción, y en su lugar empezó a salir a caminar por el bosque. Ella dice que no es necesario seguir con las siestas diarias que esta durmiendo un poco durante las noches, pero sé que miente solo quiere darme ese tiempo para pintar el local. Sonrío al intentar de descifrar cual es la manera en la cual ella escoge los momentos para ser completamente directa con sus gestos bondadosos o mantenerlos en secreto… Es un misterio, solo ella sabe cuales son sus razones.

Me tiendo sobre el suelo de lo que será la cocina, la pintura del lugar no es nada de otro mundo solo colores  limpios y claros para darle más luminosidad al lugar. Sin embargo no pude evitar dejarme llevar en esta habitación, y le di color intentando recordar a aquellos que tocaron mi vida y la cambiaron rotundamente.  Estaré día a día en este lugar haciendo algo que amo, y muchos  sacrificaron sus vidas para que todo Panem tuviera la oportunidad de vivir una vida plena como la que intentaré vivir yo, necesitaba tenerlos presente de alguna manera. El techo es luminoso con una mezcla de naranjas, amarillos, celestes, rosados y purpuras: un cielo atardeciendo…

—¿Peeta? —pregunta la voz de Katniss en la parte de delante de la tienda

—Aquí atrás—anuncio en voz alta ¿Acaso es tan tarde? El cielo aún no ha oscurecido, pero perdí la noción del tiempo cuando empecé a pintar, tal vez ella se preocupó al ver que no llegaba. Mis ojos se habían cerrado por el cansancio así que no veo cuando entra a la habitación, pero siento sus pasos cerca de mi.

—Te traje algo de comer— dice dejando algo pesado junto a mi. — Llevas mas de cinco horas aquí, deberías descansar—dice mientras reviso el bolso con sándwiches, galletas, y jugo—No sabía si querrías algo dulce o salado—explica brevemente al darse cuenta que tal vez se excedió un poco en la cantidad de cosas que trajo con ella. Empiezo a comer mientras ella se queda parada en su lugar mirando el techo con una extraña expresión, no es hasta que escucho un leve “wow” que me convenzo que le ha gustado mi pequeño proyecto.

—¿Qué es eso?—pregunta acercándose a la escalera que se encuentra cerca de una de las paredes

—¿Qué es que?—pregunto sin entender a que se refiere. Pero al seguir su mirada con la mia me doy cuenta. Ella sube escalón por escalón hasta llegar a lo que seguramente le había parecido una simple línea dorada a la distancia, pero al verla de cerca sus dedos dibujan cada letra en el aire a milímetros de la pintura fresca.

—Quería recordarlos—digo un poco avergonzado. A veces olvido que tal vez mis ideas infantiles pueden resultar  ofensivas  para ella. En las paredes, cerca del cielo al atardecer pinte los nombres de las personas que formaron parte de mi vida, que salvaron o ayudaron a Katniss y consecuentemente me salvaron a mi por permitirme tenerla a mi lado. Ella acababa de delinear el nombre de Cinna con sus dedos

—Perdón, no pensé que quizás no sería una b…

—Lo entiendo. Y a pesar que no creo, en el cielo quiero decir, es hermoso que los hayas puesto ahí — me interrumpe  baja la escalera y toma asiento a mi lado.

Permanecemos en silencio mientras ella escanea las paredes para descubrir que los nombres son demasiados. La línea dorada se extiende en las cuatro paredes, y se duplica en una de ellas haciendo dos listado de nombres de aquellos que se han ido. Me recuesto nuevamente a mirar el techo para calmarme un poco antes de que iniciemos algún tipo de conversación ¡Soy realmente un estúpido! Esto le ha afectado demasiado, en ningún momento pensé en lo que ella sentiría al ver esos nombres en las paredes.

—¿Estas enojada conmigo?—pregunto después de media hora ya que me empieza a carcomer por dentro no saber que es lo que pasa por su cabeza en estos momentos.

—No— responde de manera tajante. Ambos estamos acostados, el uno a lado del otro, a centímetros de distancia pero sin tener contacto alguno. —¿Crees que los olvidaremos?

—No—respondo intentando de descifrar el tono de su voz, pero no es necesario ya que siento sus dedos enlazarse con los mios en ese mismo instante—Incluso teniendo este problema, el Hijacking... Sé que no los olvidaré, y tú tampoco lo harás.

Katniss se mueve poniéndose de costado para observarme así que adopto su misma posición, nuestras manos siguen tocándose pero ella ahora deja que sus dedos jueguen con los mios.

—Tengo miedo de olvidar. —Me confiesa— No a ellos, pero a las pequeñas cosas que pasaron, que hicieron. Temo que ellos se desvanezcan por completo al olvidar esos detalles

—No los olvidarás.—le aseguro— ¿Hablaste con Aurelius sobre esto?

—Aun no. Estaba pensando en armar un diario, un libro como el que mi padre hizo… si esta escrito no importara si el recuerdo desaparece de mi mente o si envejezco y empiezo a perder algo de mi memoria. — Me explica con una expresión serena en su rostro mientras dibuja círculos en el dorso de mi mano.

—Creo que es una excelente idea— le digo, por alguna razón siento como si me necesitara en este momento, a pesar que no se ve triste o molesta. Empiezo a acariciar su mejilla y Katniss  mueve ligeramente su rostro para aferrarse mas a mi tacto mientras cierra los ojos y suspira.

—¿Me ayudarás?— inquiere en un susurro— Quiero conservar tus recuerdos y los de Haymitch también…

—Por supuesto, te ayudaré en lo que quieras— respondo mientras dejo que mi pulgar continúe disfrutando de su piel

—Tal vez pueda ayudarte también, en caso de que vuelvas a tener un episodio—afirma algo insegura

—Tal vez— miento. No creo que exista algo que pueda hacerme volver de ese estado, en esos momentos me convierto en un animal, soy violento, no podría leer algo que me ayude a recordar lo que realmente soy. —¿Cuando empezaras a escribirlo?

—No lo sé. Hablaré con Aurelius en la mañana— responde.

Después de una hora o dos tendidos en el suelo decidimos que es momento de volver a casa, pero antes de levantarnos ella toma de mi mano me mira con  una expresión suave y un cálido destello en sus ojos.  Me quedo sin palabras, es hermosa, a veces vulnerable y a veces sorprendentemente fuerte, y esta aquí, conmigo.  Su respiración se siente cada vez mas cerca de mi rostro, y  puedo contar unas cuantas pecas esparcidas en su piel ¿Cuándo fue la ultima vez que estuvimos despiertos y  tan cerca el uno del otro? No lo puedo recordar. Sus pestañas hacen contacto con su piel cuando sus ojos se cierran lentamente y los mios reflejan el mismo movimiento como si estuviéramos frente a un espejo. Un leve estremecimiento de anticipación recorre mi cuerpo al sentir sus labios cerca de los mios y escuchar el leve suspiro de alivio escapar de ella. Nuestro beso es gentil, dulce y lento no existe presión por demostrarle nada a nadie, ni por dar un buen espectáculo a los distritos, solo somos ella y yo. Katniss teme olvidar, y quiere ayudarme a mantenerme presente en esta realidad, pero este beso me demuestra que no existe necesidad de hacerlo. Mi mente fue engañada por un veneno que hizo que alteraran mis recuerdos, que olvidara lo que ella es realmente para mi, pero mientras mis labios acarician los suyos entiendo que incluso mi piel tiene memoria.  Recuerda las caricias de consuelo en las noches, nuestras manos enlazadas dando apoyo, los besos que forzaron y mejor aun aquellos que nacieron de su cariño.  

Secuelas: La Vida después de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora