Festival

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Narración en tercera persona*

Las calles del distrito doce estaban repletas, la gente se congregó en las veredas alrededor de la plaza principal y el edificio de justicia. El ambiente que se respiraba era de alegría y emoción, está era la primera vez que un evento tan grande llegaba al distrito. Artistas, políticos y soldados fueron convocados en un tour llevando un festival a cada uno de los distritos de Panem para conmemorar los veinte años de independencia y democracia. Junto al grupo de personas reunidas por el gobierno cada distrito debía organizar a las personalidades locales para participar, además de actividades en stands comerciales. 

Por primera vez se abrieron las fronteras y viajes sin restricciones de un distrito a otro, uno de los grandes anuncios del gobierno de la Capital sería la apertura indiscriminada de los distritos al turismo de forma permanente. Sin embargo para los vencedores de los Juegos del Hambre está no era una buena noticia. Si, la ley también preveía que cualquier ciudadano que usará el turismo como excusa para interferir, y acosar a los vencedores serían llevados a la justicia y enfrentarían castigos de hasta cinco años de encarcelamiento, pero esta clase de leyes nunca impidieron que sus vidas aun fueran parte del escrutinio publico y los periodistas tomaran estas actitudes como un pase libre para publicar acerca de ellos. Después de veinte años el distrito doce tuvo tiempo de evolucionar y reflexionar de forma sensata acerca de lo que sufrieron sus tres vencedores, y en la actualidad los vecinos llegaron a un pacto silencioso de protegerlos de ojos maliciosos. Haymitch Abernathy había sufrido mucho mas tiempo en silencio, y la imagen de su pasado como un borracho insensible finalmente fue borrada, ya que muchos podían identificarse con él. La familia Mellark-Everdeen era la mas vulnerable a ser explotada por los medios, y los vecinos del doce decidieron que ya había sido suficiente con quitarles las libertades que les fueron arrebatadas durante el gobierno de Snow y la rebelión, como para que ellos ahora se sintieran prisioneros en su propio distrito. La gente ahora no los observaba como enemigos, soldados, tributos o vencedores, eran tan solo dos personas que encontraron el amor en las peores circunstancias. El sentimiento que guiaba a los vecinos a protegerlos también estaba motivado porque fueron testigos del florecimiento de la pequeña familia.

-¡Mamá, vamos a ver el desfile!-Gritaba la pequeña Camille de cuatro años. 

-Iremos solo al frente de la panadería- afirmó su prima Bellamy que había decidido quedarse con sus tíos, en lugar de escuchar las aburridas conversaciones de adultos que seguramente tendrían con los antiguos compañeros de trabajo de su padre que lo invitaron a unirse al desfile ya que él brindó sus servicios durante la rebelión.

-Solo al frente, papá aun tiene trabajo y yo necesito descansar un poco- advirtió Katniss con seriedad. Bellamy asintió con fervor pero Camille evadió la mirada de su madre 

-¡Si!- gritaron ambas niñas con emoción. Bellamy casi una adolescente era una muchacha muy responsable y de fiar, pero Camille por otra parte era una niña curiosa y aventurera era muy difícil de controlar. 

-Solo en la vereda frente a la panadería ¿Entendido?- repitió Katniss observando aun con mas seriedad a la pequeña que solo se limitó a sonreírle para suavizar la actitud de su madre.

Ambas niñas salieron tomadas de la mano y atravesaron un muro de personas para quedar en primera fila del desfile. En ese momento un grupo de bailarines y músicos marchaban con gracia, agilidad y elegancia. Bellamy que heredó la debilidad de su madre, quedó hipnotizada con tantos colores y belleza, Camille en cambio lo encontró aburrido después de unos segundos y decidió divagar entre el publico aprovechando que su "niñera" estaba distraída. La niña no sentía miedo, era valiente y su curiosidad siempre le dictaba descubrir nuevos caminos. Su valor, en parte, se debía a que aunque ella no lo entendiera, todo el mundo la conocía y la ayudaba a regresar a salvo a casa las pocas veces que escapaba el ojo de halcón de su madre y los brazos sobreprotectores de su padre. Pero este no era el escenario al que ella estaba acostumbrada, la gente en el desfile no eran solo sus vecinos, había un sin fin de rostros nuevos y al darse cuenta de ello en conjunto con la música termino por sentirse abrumada y se detuvo junto a un  árbol a esperar que sus padres la encontrarán.

Secuelas: La Vida después de la GuerraWhere stories live. Discover now