Secuelas: La Vida después de la Guerra

El Calabozo

La luz de la mañana lucha inútilmente para penetrar en la habitación que poco a poco se había convertido en una especie de calabozo. No me di cuenta hasta ahora como las ventanas de mi estudio estaban obstruidas casi por completo, esta habitación se convirtió en la celda del muto de manera inconsciente. Los cuadros están apilados contra las paredes, todas las imágenes me enfrentan, ninguno se superpone ¿Por qué los ubique de esta forma? No recuerdo haberlo hecho a propósito, después de todo las pinturas de mis pesadillas vienen acumulándose desde que salí de la primera arena. Aurelius será uno de los psiquiatras más prestigiosos de Panem pero tiene un sentido del humor enfermizo, ya que él fue quien envió los cuadros que pinté en el distrito trece agrandando mi colección de miedos representados en papel.

Ojos sin vida, llenos de misericordia, suplicantes, amorosos y de mutos me miran desde todos los ángulos. No les temo, he aprendido a vivir con ellos,  he aprendido a soportar el dolor que me provocan los ojos sin vida de Katniss. He aceptado  la misericordia y perdón de los ojos de la comadreja a quien maté sin siquiera saber que lo hacía. Aprendí a soportar la culpa provocada por los ojos suplicantes de la tributo del distrito 8. Decidí perdonar el amor falso que Katniss me prometió para conseguirnos mas patrocinadores, y aprendí a no temer a los ojos del muto que el capitolio implanto en mi mente usando la forma de la mujer que amo. Este calabozo que construí con mis propias manos no es para los recuerdos manipulados a causa del veneno de rastrevispulas, sino para Peeta Mellark el mejor muto creado por Snow.

Generalmente me encierro en esta habitación después de una pesadilla, esperando que al plasmar mis miedos en un lienzo exorcizaré el mal recuerdo de mi para siempre. No funciona de esa manera, pero lo sigo intentando. Sin embargo en esta ocasión me encuentro pensando todo lo contrario, pienso en mantener la imagen que dibujo en este momento plasmada en mi mente por siempre. Mi dibujo del rostro de Finnick Odair tiene la misma expresión comprensiva y apacible que tuvo cuando me explicaba  los secretos del escape de realidad de Annie. Me hizo sentir humano nuevamente, cuerdo, en contacto con la realidad y con alguien mas que no me temiera durante cada segundo que estuviera en mi presencia. Puso una pausa al espiral de locura y compartió su secreto para recuperar mis recuerdos uno a uno simplemente atando y desatando nudos en un trozo de soga. Nunca pude agradecerle lo que hizo por mi, y este retrato parece poca cosa para hacerlo pero Katniss creyó que sería bueno guardar retratos en su libro. Aurelius envió una caja llena de pergaminos para armar el libro de recuerdos…

De tributos…

De los Juegos…

El libro de la rebelión…

Los pergaminos de recuperación…

El libro de la memoria…

No hay nombre para lo que estamos haciendo, pero no importa es algo que Katniss necesita para su recuperación, y algo que yo disfruto ya que veo la mejora que provoca en ella.

Pasaron dos semanas desde aquel beso que compartimos bajo mi cielo artificial en el interior de la nueva panadería. No lo cuestioné ni pedí explicaciones, y ella no se disculpo ni se arrepintió que sucediera. Y desde el momento en el que Katniss empezó a plasmar sus recuerdos en pergamino se ha abierto aun mas, sostiene mi mano en busca de apoyo, sonríe. Hemos compartido dos besos más desde ese entonces, suaves, tiernos, dulces…Besos extraños, peculiares entre amigos. Besos que son un refugio, que solo calman nuestra hambre de cercanía humana ¿o es que  acaso quiere mas? Espero que no. No puedo darle mas que esto, y es mi culpa dejar que las cosas fluyan puesto a que no tengo fuerzas cuando se trata de ella. Es difícil resistirse y ponerle freno a algo que estuve esperando desde que tengo uso de razón, probablemente es lógico detenerlo ahora que estoy loco, ahora que soy tan solo un monstruo ¿Debería mentirme a mi mismo? ¿Pretender que puedo amarla como se lo merece? No puedo, soy un muto. Es irónico tener todos estos cuadros con monstruos que pinte creyendo que eran ajenos a mi, ellos son mi reflejo. Estoy encerrado en una prisión con espejos que reflejan cada ángulo de la horrible criatura que soy, de lo que puedo llegar a ser y a hacer si lo dejo escapar. No lo dejaré ganar, Snow esta muerto y no lo dejaré interferir mucho mas en mi vida, pero aun así no puedo garantizar que gane todas mis batallas.

Continuo acariciando el pergamino con el grafito, intentando que el rostro de Finnick tenga mas luz y se aparte de las sombras. Annie preguntó como fue que su marido llego a conocer la muerte, y le mentimos. Después que la noticia de su embarazo se confirmara, acordamos que lo mejor sería suavizar la verdadera causa de la muerte de Finnick, no queríamos que su hijo quedara huérfano de padre y madre antes de nacer. Aseguramos falsamente que él perdió la vida a causa de las balas de los agentes de paz. Solo Haymitch y los que atestiguaron la muerte del vencedor del distrito cuatro conocen la verdad ¿Hicimos bien al ocultarle algo tan importante? Me pregunto eso una y otra vez, y mas ahora al tener el rostro de Finnick en mis manos.

La tenue luz que penetra en la habitación a través de los espacios que los cuadros no pudieron llenar es mucho mas brillante, ya es tarde... Probablemente debería ir a casa de Katniss antes que ella se preocupe y venga por mi, no quiero que descubra este espacio en mi casa. No quiero que ella intente de rescatarme de este agujero de pesadillas cuando ella esta aprendiendo a salir del suyo.