7. Vicios

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"Quédate con aquel, que sin tocarte

te haga vibrar entre las piernas"

R.G

Santorini, Grecia

Kenzo

Tres días han pasado desde mi toma de posesión como el Don de la mafia del mediterráneo, tres días del golpe que le dio el hijo de puta italiano a una de mis bodegas, saboteando la entrega con los rusos y tres días desde que la tuve a ella entre mis brazos permitiéndome degustar el delicioso sabor del pecado.

Su piel.

Aspiro las tres líneas blancas que me ofrece la castaña, cortadas perfectamente sobre una bandeja de plata que me regresa mi reflejo cada vez que me acerco y aspiro, sacudo la cabeza. El polvo invade mis fosas nasales, llevándome en un viaje a otra galaxia. Tiro con fuerza de la melena oscura de Aisha que yace entre mis piernas comiéndome la verga, tiro la cabeza hacia atrás disfrutando de las sensaciones que me provoca su cavidad húmeda que me envuelve el tallo, mientras otra de las chicas se entretiene lamiendo y chupado de mi cuello hasta mi pecho.

El chillido de la pelirroja que se encuentra a cuatro patas, recibiendo la polla de mi mejor amigo que le taladra el culo, me hace posar mi vista en su dirección, excitándome más aun con los jadeos y gritos que salen de la boca de la rusa, No sé cuánto tiempo llevamos encerrados con estas putas, lo que si estoy claro es que me he follado a más de tres mujeres y aún no me siento satisfecho, hemos fumado, inhalado y bebido sin ningún reparo. Siento los pequeños dedos de la asiática jugar con mis bolas, acelerando más el sube y baja de su cabeza.

Me siento caliente, enojado. El sexo y las drogas son la única manera que conozco de desfogar la frustración que tengo por qué ninguna de las perras es ella, mi morena, ninguna posee esa elegancia, ni sus delicadas curvas, nadie se le compara, ni siquiera mis sumisas les llegan a los talones. Una fiera indomable que muero por someter.

Mujeres de todas las clases, se pasean por la estancia, unas bailan entre ellas, otras se devoran y manosean. Me siento poderoso al tener a todas las zorras a mi disposición ansiosas por un poco de mi atención, deseosas de mi polla. A mi izquierda dos bellezas se besan con hambre mientras juegan con sus tetas sus gemidos y el subidón por la cocaína me tienen en mi punto máximo. Abro más las piernas, empujando con una de mis manos a la pelinegra, incitándola a que vaya más rápido, comienzo a mover la pelvis para meterme más en su cavidad, la escucho ahogarse, pero no se queja al contrario se esmera más en su tarea. Eso hace una buena sumisa complacer a su amo ya que la recompensa para ella será mejor cuando la empale con mi tronco venoso.

Un gruñido bullé de mi garganta, corriéndome con fuerza, Aisha lame tragándose todo lo que le doy, jalo de su cabello para que me mire, sus ojos brillan por la excitación, relame sus labios tratando de recoger parte de mi semen que se ha escapado por sus comisuras, sonrío ladino, al ver como mi leche le llena la boca, me acerco a sus labios y la estrello contra los mios, su cavidad sabe a mí, aun se sienten restos de mi eyaculación en su interior y eso solo me prende.

—Ermac—llamo al rubio, que detiene sus embestidas sobre la rusa.

—Dime pastelito—habla jadeante

—Aysha esta deseosa por sentirse llena y tú me vas a ayudar a complacerla por ser una buena puta.

De un movimiento saca su polla del culo de Tanika que me mira con dolor, desde su ataque maldito de celos no la he tocado, sé que eso la está matando, pero debe aprender que el amo soy yo. Me vale una mierda sus estúpidos sentimientos.

Ébano +21 (Libro I Bilogía Claroscuro)Where stories live. Discover now