A sus órdenes, oficial

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Salí del baño y justo estaba Katie entrando, me miró frunciendo el ceño y le sonreí.

–¿Por qué desapareciste sin avisarme?– me acerqué a ella.

–No quería interrumpirte, pero me hacía pipí– fui a lavar mis manos –Perdón mi amor– me sonrió y nos besamos.

–¿Me acompañas a la librería?– asentí y tomé su mano para seguirla.

–Te ves hermosa– sonrió.

Luego de unos veinte minutos salimos y Katie tenía diez libros nuevos. Sonreí al ver su felicidad y comenzamos a caminar al auto para encontrarnos con su madre.

Me adelanté un poco y saqué mi celular para tomarle una foto.

–Dios, qué hermosa eres– se rió –¿Te ayudo con una bolsa?– asintió y tomé una

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–Dios, qué hermosa eres– se rió –¿Te ayudo con una bolsa?– asintió y tomé una. Llegamos al auto y su madre miró las bolsas.

–Había olvidado tus compras de libros– le dijo y rió.

–Necesitará más la próxima semana– dije y asintió.

Nos subimos al auto y saqué una bolsa de Jelly Babies, su golosina favorita y me sonrió, se la extendí pero cuando la iba a tomar moví mi mano.

–Te la daré solo si me das un besito– su madre rió y Katie me tomó del cuello para darme un apasionado beso que me dejó casi jadeando –¿Voy a comprar más?– se rieron y le di las golosinas a mi novia.

———

Me desperté antes que Katie y miré su desnudo cuerpo, besé su cuello y luego subí a su rostro, se comenzó a mover y me abrazó por la cintura.

–Buenos días– mordí la punta de su nariz.

–Buenos días– dijo con su voz ronca y mordí mi labio.

–Tengo curiosidad por saber cómo gimes al despertar– rió.

–Tienes permiso para comprobarlo– sonreí –¿Vamos a darnos una ducha?– asentí mirando sus pechos –¿Te gustan?– subí mi vista.

–Son el segundo lugar favorito de mi lengua– sonrió –El primero es tu entrepierna– rió –Y el tercero tu boca– me atrajo hacia ella.

–Tu lengua podría visitar alguno de sus lugares favoritos durante la ducha– me levanté enseguida para que me siguiera al baño.

Hicimos el amor en la ducha y luego recordamos que debíamos bañarnos, así que lo hicimos en pocos minutos y nos vestimos para bajar a desayunar.

Comimos junto a sus padres y la noche anterior le había pedido a Mary que distrajera un poco a Katie, así que le pidió que le ayudara en el jardín, mientras yo ayudaba a su padre a comprar algunos adornos.

Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-Where stories live. Discover now