15┋PD

532K 29.1K 12.8K
                                    

tengo el presentimiento de que este capítulo les encantará. espero lo disfruten<3

Q U I N C E


—¡Feliz cumpleaños! —Mi papá entró a mi habitación con un pastel lleno de frambuesas que tenía tres velas que se alzaban en pequeñas chispas.

Me erguí en la cama al mismo tiempo que lo veía acercarse con cautela y una indiscreta sonrisa de satisfacción. Él sabía a la perfección que yo había perdido el entusiasmo por celebrar mis cumpleaños luego de lo de mi madre, pero, aun así, cada diecisiete de diciembre entraba a mi habitación, justo a la hora exacta de mi nacimiento, a las once de la mañana, con un pastel y una canción de cumpleaños.

Si no fuera por lo radiante que se veía cada vez lo hacía, le habría pedido como a mis amigos que actuaran como si yo no tuviera un día de nacimiento, pero él era mi papá, mi cómplice y la persona que más me amaba, sus intentos por hacerme feliz lo hacían más que la propia acción.

—Pide un deseo.

No lo hice, pero aun así soplé la vela.

—¿Qué pediste? —quiso saber.

—No se supone que lo diga.

—¿Por qué? ¿Tienes miedo de que no se cumpla? —bromeó mi papá, y se atrevió a rodar los ojos con soberbia ante la superstición—. Aunque si pediste un auto, entonces debo decirte que no tienes que preocuparte por decirlo.

—¿Tú me vas a comprar un auto? Si, claro —dije, al estallar en risas. Eso jamás iba a suceder.

En cada ocasión en la que se lo pedí, mantuvo su postura de que los automóviles eran una trampa mortal para la cual no estaba preparada.

—Tal vez...

—No es cierto —volví a contradecirlo, pero él siguió afirmando con la cabeza, por lo que reduje el espacio entre nosotros. Lo señalé, con los ojos estupefactos—. ¿Estás hablando en serio?

—Puede ser...

—¡Papá!

—Sí, te compraré un auto —afirmó—. Uno que no sea deportivo, de una vez te lo digo. Es más, en el que menos se pueda aumentar la velocidad.

Me dejé caer en las almohadas. Desde hace un año deseaba uno deportivo. Carter amaba las carreras de autos clandestinas, y cuando estaba conquistando a Ethan me hizo asistir a todas en las que él participó, por lo que terminé fascinada con la idea de tener uno propio.

—Que sea deportivo no quiere decir que vaya a manejar de manera imprudente —objeté.

—Lo sé, pero te conozco.

—Está bien, como digas —fingí estar resignada, quizá estando ahí podía hacerlo cambiar de opinión—. ¿Cuándo vamos a ir a comprarlo?

—Te diría que hoy mismo, pero vas a salir con Aiden, ¿no?

Mis labios se entreabrieron. Por un instante, olvidé que él y yo quedamos en vernos. Se suponía que saldríamos el día de ayer, pero a la mitad de la semana me dijo que estaría ocupado, y que su único día libre sería el sábado, así que no tuve otra opción más que aceptar.

—Puedo cancelarle —ofrecí.

—No lo hagas, te hará bien salir y divertirte un rato, en lugar de quedarte en casa como los demás años —dijo en medio de una sonrisa—. De hecho, puedes llegar a la hora que desees, aunque no olvides mandarme tu ubicación.

Prometo Destruirte. [Nueva versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora