ｎｉｎ̃ｅｒａ ~𝗧𝗮𝗸𝗮𝘀𝗵𝗶 𝗠𝗶𝘁𝘀𝘂𝘆𝗮 𝘅 𝗢𝗰~

Capítulo 5

| Obsequio |

Hoy era nuevamente día Lunes, desde aquel incidente del fin de semana, bloquee a Adam y a Halsey para que no volvieran a contactarme, tampoco le conté a mi papá nada de lo ocurrido, aunque realmente tenía muy pocos recuerdos, solo recordaba haber estado en el baño, luego una pequeña discusión con Halsey y Adam, llegó Mitsuya y vomité, entonces solo tengo un pequeño recuerdo de mi arriba de la motocicleta y luego en casa acostada, estaba avergonzada, y mucho más ahora que tenía que verlo, no quería tocar el tema de lo que sea que hubiese hecho esa noche.

Tampoco quería ver a Halsey ni a Adam, no estaba lista, por lo cual hoy decidí faltar a la escuela, aunque claramente mi padre no me dejaría, así que idee un plan perfecto.

Ambos estábamos desayunando en la mesa, como siempre en silencio.

-papá... no te lo pregunté pero... ¿en donde estuviste el sábado por la noche? -pregunté dándole un mordisco a mi tostada.

-fui... fui a comprar. -hablo rápidamente evitando el tema.

No era tonta...

-era muy tarde para ir a comprar.

-solo estaba ocupado, hija. -respondió aún nervioso leyendo el periódico sin mirarme.

-papá... -comencé a decir dejando la tostada a un lado- quiero que sepas que si quieres estar con otra mujer, yo no tengo problemas con eso.

Intenté ser lo más comprensiva y directa posible en cuanto a mis pensamientos, pero en respuesta solo volteó a verme evidentemente molesto mientras dejaba el periódico a un lado.

Me estaba viendo... con la misma mirada de aquel día.

-para mi no es fácil reemplazar a tu madre.

-no quise... decir eso.

-pues lo parece Eva... -se levantó- no quiero estar con ninguna otra mujer... -agachó la mirada dolido, sus ojos se cristalizaron- hah... ¿por qué... tuviste que discutir con ella ese día? -me miró fijamente.

Inmediatamente mi rostro se paralizó, él salió de casa tomando sus cosas y negando con su cabeza, y yo me quedé inmóvil por unos minutos. Luego volví a agachar la cabeza levantándome de mi asiento con la mirada perdida, ni si quiera podía llorar, solo sentía un fuerte dolor en él pecho.

Caminé hacía mi cama y me acosté nuevamente, colocando la alarma cercana a la hora del trabajo, sin dejar de repetir las palabras de mi padre en mi cabeza.

~•••~

Me desperté cuando la alarma sonó, la apagué y me levanté para comenzar a vestirme. Primero me di una ducha para luego colocarme una ropa simple y secar mi cabello. Una vez lista, tomé mi móvil y auriculares y comencé a ir hacía la casa de Mitsuya.

El camino fue tranquilo, una vez llegué, la señora como siempre me recibió contenta.

-buenas tardes. -saludé mientras pasaba.

-me alegro de verte hoy Eva. Voy algo atrasada, pero ya sabes todo lo que tienes que hacer con Luna y Mana. -yo asentí- ¡nos vemos!

-hasta luego. -me despedí.

Una vez ella se fue, me acerqué a las niñas las cuales estaban juntas en el sillón tapadas con una manta.

-Mana, ¿cómo te encuentras hoy?

-bien. -respondió sin despegar la mirada de la televisión, amaba esa voz aguda de niña pequeña, se me hacia muy tierno.