Capítulo 8

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Desde la llegada de Seokjin al palacio, los días fueron ajetreados. Faltaba poco para que se realice la ceremonia que se celebraría en honor a la unión del príncipe heredero y el joven doncel, y todos dentro del palacio tenían tareas y deberes que cumplir.

Mientras que Seokjin pasaba la mayor parte del día recibiendo lecciones de como se llevaría a cabo la ceremonia, y las etiquetas a cumplir, Jungkook seguía trabajando en los asuntos del reino, y realizando pequeños viajes necesarios, a la par que recibía instrucciones acerca de como se deberá llevar a cabo su matrimonio.

Sus vestimentas también habían terminado de ser confeccionadas, y se realizaron las pruebas respectivas, para luego ser guardadas hasta que se requiera su uso.

Cuando llegó el último día antes de la ceremonia, todo estaba debidamente arreglado, y aunque los empleados seguían realizando sus tares, la pareja pudo tener un tiempo de descanso.

A penas llegó el amanecer, Jungkook se dirigió a visitar la tumba de su hermano, que se encontraba a las alturas del monte. Hace mucho había querido visitarlo, pero además que su tiempo había empezado a ser limitado, el hecho de ir y presentar sus respetos a la tumba de su amado hermano, era aceptar la realidad de que ya no estaba con él.

El no poder verlo cada mañana, y pasar los días con él, era simplemente doloroso. Pero pisar el suelo donde se encontraba los restos de su hermano, era aún más desolador.

Cuando llegó al lugar, observó como las hojas caídas por el otoño, rodeaban su lápida en la que se encontraba escrito su nombre, y debajo, con algunas hojas encima, se encontraba un pequeño vaso con un poco de líquido.

A Jungkook no le interesó ahondar sobre quién podría haber visitado a su hermano. Solo se arrodilló y presentó sus respetos, para luego quedar sentado y ver el lugar donde descansaba la persona que lo cuidó y protegió hasta el último momento. Dejándolo en el palacio, su hermano había salvado su vida una vez más.

¿Qué hubiese pasado si lo hubiese acompañado?

¿Acaso podrían haber regresado juntos?

¿Él habría muerto en lugar de Hoseok?

Eran dudas que permanecían en su mente, aunque tratara de ahuyentarlas, permanecían en ahí como un recordatorio.

El día transcurrió con paciencia, y cuando la noche estaba por llegar, Jimin acompañó a Seokjin para asistirlo en su baño. Jimin se encargó de peinar los cabellos de Seokjin con cuidado. Sabía que estaba cansado, y algo preocupado por el día siguiente.

Lo comprendía, no todos los días te casas para formar parte de la familia real y ser la pareja del príncipe heredero. La presión en sus hombros debe ser terriblemente agotador, además del hecho que había algunas personas que osaban menospreciarlo dentro de las paredes del palacio.

Tal como la mujer de horrible temperamento.

El consejero Cho le había asignado una mujer algo mayor, que le enseñaría acerca de los pasos que deberá seguir en la ceremonia. Desde el inicio, Jimin pudo notar que la mujer estaba siendo demasiado dura con Seokjin, tratando de avergonzarlo con sus palabras o acciones. Todos sabían que Seokjin venía de una familia en la que había recibido una buena educación y enseñanzas, pero la mujer lo trataba como si fuese un plebeyo cualquiera que tuvo la suerte de casarse con el príncipe heredero.

A pesar de que Jimin quiso interferir, Seokjin le pidió que no lo haga, ya que no se sentía ofendido por la mujer.

Pero cuando de pronto empezó a mencionar el tema de como debía comportarse dentro de los aposentos del príncipe, pudo notar que Seokjin había blanquecido con a penas algunas menciones del tema. Jimin también había explotado en rubor ante las menciones sin tacto de la mujer, lo cual estaba avergonzando e intimidando a Seokjin.

Two reasons ♧ KOOKJIN ♧Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt