Capítulo 1

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Cada vez había más reinos caídos, debido a invasiones por parte de otros con el propósito de aumentar sus territorios. A pesar de la pelea que presentan muchos reyes, al final terminaban decapitados, al igual que los altos mandos que puedan presentar un peligro para un futuro contra ataque.

Para preservar el linaje y los poderes, cada reino optó por diferentes medidas, unas más drásticas que otras, pero con el fin de que la historia de su pueblo no llegase a su fin y así evitasen ser "comidos" por algún reino ambicioso.

En el reino de Moonbyul, el consejo deliberó que la familia real debía ser el encargado de asegurar la preservación de su reino, mediante las buenas relaciones y constituyendo una familia antes de tomar el mando. La idea fue bien recibida por los participantes en ese entonces, al igual que el rey en aquel tiempo, por lo que prometió que se aseguraría que sus hijos y los hijos de sus hijos, se encarguen de su cumplimiento. Esto sin saber que dicha decisión podría llevarlos a la infelicidad y al deseo de la muerte.

El pueblo lloraba la pérdida de su primer príncipe. Jeon Hoseok, era conocido por el buen carisma que irradiaba en las visitas a las ciudades, además de su feroz valentía al ir a los enfrentamientos que solían surgir hace algunos años, a manos de un reino vecino, con el que no se llegaba a buenos términos, y el que ansiaba derrocar a la familia real del poder.

En una de estas peleas en la zona fronteriza, el hijo mayor de la familia peleaba arduamente para defender a los soldados como su territorio, cuando una espada de un soldado enemigo caído, atravesó su pecho. Las últimas fuerzas de dicho soldado, sirvieron para derribar al primer príncipe, haciendo que caiga de su caballo en medio de los gritos de los demás soldados. A pesar de los esfuerzos de que llegara por atención médica, no pudo ser salvado, muriendo en los brazos de su padre y ante la mirada pérdida de su hermano menor.

Jungkook, quien había sido dejado en el palacio por mandato de su hermano, no podía aceptar que este había regresado sin vida. Un cuerpo inerte y frío.

El dolor se hacía presente en el palacio y en sus afueras, mientras que se preparaba la ceremonia con la que se despediría al primer príncipe e hijo mayor del rey Jeon Juwon. Antes del amanecer, al pueblo llegaba, desde el extranjero, el último hijo de la familia para despedir a su hermano que no pudo ver en sus últimos días de vida, y que solo quedará rendir sus respetos en una última reverencia.

A pesar de que el sufrimiento por la pérdida se fundía en el reino, también había personas que murmuraban acerca de un supuesto maleficio en dicha generación de la familia real. Esto debido a que, hace algunos años, también había partido la reina debido a una sospechosa enfermedad que nunca fue divulgada. Algunos se quejaban de qué dicho mal augurio les traería males a todo el reino, pero hasta dicho día, eso no había pasado. El reino Moonbyul seguía siendo tan fuerte como en el pasado, e incluso más próspero. Parecía que ese mal solo se limitaba al interior del palacio del reino y nadie sabía el motivo.

Mientras las puertas del palacio se abrían para recibir a diferentes visitantes para despedir al hijo mayor de la familia Jeon, muchas personas viajaron de diferentes lugares del reino para dejar flores en la entrada del palacio. Entre ellas, se encontraba Seokjin.

Su padre era un teniente retirado debido a una lesión, con un sueño truncado de llegar al nivel más alto del poder. Eran considerados a penas, parte de las familias aristócratas, y aquello siempre enfureció a su desgastado padre. Fue por ello que cuando en el palacio real se anunció que el primer príncipe Hoseok estaría en busca una pareja para contraer matrimonio, su padre hizo llegar su oferta a las puertas del palacio.

Debido a su muerte repentina y trágica, dichos planes habían quedado anulados, por lo que muchos padres quedaron inconformes al ver que sus deseos de tener algún vínculo con la familia real, quedarían inconclusos.

Las personas trataban de avanzar más cerca a las puertas del palacio para tratar de ver algo que les pudiese dar una idea de lo que pasaba dentro, pero casi todo era bloqueado por las amplias espaldas de los guardias reales que resguardaban la entrada de los invitados al palacio.

De pronto, el bullicio aumento cuando se dejó ver al segundo príncipe, Jeon Jungkook. Fueron a penas segundos que este miro hacia las afueras del palacio, donde las personas veían expectantes lo que pasaba dentro del lugar, cuando su mirada se cruzó con la de un joven que a penas y se podía poner de pie ante los empujes de los demás.

Para Seokjin ese momento fue como tocar directamente el hielo que se acumulaba cuando caía el invierno. La mirada del segundo príncipe era tan afilada como una navaja y fría como un día helado.

Pasado los días del funeral del primogénito de la familia real, el rey solicitó la presencia de su segundo hijo. Y aunque Jungkook no llevase una buena relación con su padre, le debía respeto como todo ciudadano del reino.

- Jungkook, hijo mío.. han sido días difíciles los que nos ha tocado pasar - dice débilmente desde su cama donde descansaba.

- Así es padre.

- Aun así, las desgraciadas siempre llegan a tocar las puertas. No podemos caer ante ellas..

Jungkook no sabía si su padre necesitaba alguna respuesta ante lo dicho, por lo que permaneció callado.

- Eres consciente de mi estado de salud, al igual que el motivo por el que tu hermano mayor iba a sucederme en el puesto de rey. Dicho plan no será desechado, aún necesitamos que alguien ocupe mi lugar y ese debes ser tú.

Jungkook había estado meditando ese hecho. Sabía que en la línea familiar, luego de su querido hermano, él era el segundo responsable. Siempre fue consciente de ello, pero nunca llegó a imaginar que llegaría el día donde su hermano no estaría más.

- Te daré un tiempo razonable para que trates de buscar a la persona indicada para que contraigas matrimonio y tomes mi lugar, seré paciente. Pero recuerda que el tiempo es un enemigo.

Luego de la corta charla que tuvo con su padre, Jungkook fue a visitar a su mejor amigo y jefe de guardia real. Desde que fueron jóvenes, entablaron una buena amistad.

- No pensé que algún día te vería casado - bromeó.

- Yo tampoco.

La seriedad y frialdad con la que soltó dichas palabras, hizo reflexionar a Namjoon sobre como se sentía su amigo. Sabía que el casarse y formar una familia no era de las cosas que más le emocionasen a su amigo, incluso era algo que incluso en el pasado había jurado nunca hacer. Pero así de cruel y caprichoso es el destino, que ahora lo orilla a hacer aquello que juró tanto detestar.

- Tranquilo hombre, lo decía de broma. Esto es algo que debe pasar. En tus manos está el futuro del reino, podrás hacerlo. No tienes que encontrar a alguien que ames, a decir verdad, nadie puede enamorarse de alguien en tan poco tiempo, así que busca a una persona con quien puedas convivir en paz.

- Yo lo intentaré..

Two reasons ♧ KOOKJIN ♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora