Capítulo 2

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- ¡Joven Seokjin, no corra por favor!

- Solo iré a saludar a mi madre, no te preocupes, ¡hoy es un día especial! - exclamó sonriendo mientras corría por el pasillo de su residencia.

Cuando llegó al jardín de su hogar, vio a su madre. Tan hermosa como siempre, dando su paseo entre los florales que siempre cuidaba con dedicación.

- ¡Madre! - gritó para luego correr hacia ella y lanzarse a sus brazos - ¿Cómo has amanecido?

- Muy bien, hijo mío - sonrió correspondiendo el abrazo de su único hijo - No deberías correr, tu vestimenta se puede arruinar antes de la llegada de tu padre.

- Perdón, solo quería ser la primera persona en saludarte.

- No importa si eres la primera persona en saludarme Seokjin, porque ya eres la primera persona en mi corazón - sonrió cálidamente, acariciando los cabellos marrones de su hijo - Eres el mayor regalo que pude haber pedido.













Con la llegada del ex-teniente Kim, y señor de la casa, se dio inicio a la celebración por el día de su esposa, puesto que cumplía un año más de vida.

El señor Kim, luego de retirarse de su cargo como teniente, tomó el negocio familiar que sus padres habían dispuesto para él. Gracias al estatus y respeto que había ganado en el ejército de la nación, aún era un personaje con una influencia, mínima, pero era un punto de partida. Aún preservaba a amistades valiosas que había logrado formar, y era respetado en cierta forma, aunque ya no era una figura de autoridad.

Desde sus inicios, siempre aspiró a más. Siempre tuvo el deseo de formar parte de los guardias reales, hasta quizás llegar a ser un dirigente de un grupo en específico. Servir a la familia real era un gran honor y algo de lo cual se puede presumir, ya que aquellos que lo hacían podían vivir en zonas aledañas al palacio real, casi tan cerca como los grandes personajes del consejo.

Lamentablemente, en una pelea con el país vecino, sufrió una terrible lesión que no le permitió seguir brindando servicios como teniente. Aquello lo frustró demasiado, pero su cólera y dolor fue amortiguado por dos razones. Gracias a dicho combate, donde resultó lesionado, recibió un reconocimiento, ya que había logrado aplacar el intento de invasión del enemigo. Y también, conoció a su amada esposa.

Desde el primer momento en que la vio, tan suave como la brisa en primavera y cálida como el calor de una brasa, supo que su destino era estar con ella. Al principio no fue nada fácil cortejarla, ya que eran de clases sociales medianamente distintas, pero aun así logró conquistar el corazón de su amada Eunji.

Aun así, desde ese momento tuvo más claro que nunca, que la posición social en la que te encuentras, es muy importante al momento de recibir el trato de otras personas.

Con mucho esfuerzo, logró hacer crecer su negocio, por lo que había conseguido ganarse un apellido y lugar en la sociedad, pero ahora más significativo. La felicidad llegó aún más cuando supo que tendría a su primer hijo junto a su amada, por lo que esperaron con ansias su llegada.

La familia Kim había recibido a su primogénito, y ambos padres estuvieron demasiado felices con ello. A pesar de que al momento de su nacimiento, el doctor le informó que su hijo se trataba de un doncel debido a pequeño lunar café que se ubicaba en su nuca, que era como lograban identificarlos, los padres no consideraron que aquello era motivo de desgracia. Los donceles eran seres cultos y únicos, por lo que eran admirados y aceptados por la sociedad. El señor Kim había procurado darle todo lo necesario a su hijo, brindándole la mejor educación, seguridad y oportunidad de conocer a hijos de otras familias para que cree buenos vínculos. Su madre Eunji también procuró enseñar a su hijo las cosas valiosas de la vida, deseando que de grande sea un joven de bien. Y sus esfuerzos dieron frutos, ya que Seokjin con dieciocho años cumplidos, había crecido como joven feliz, amable, compasivo y amoroso.

La familia Kim era receptor de elogios por su admirable historia de superación y prosperidad. Aquella imagen que se reflejaba de su hogar, era algo que quería preservar el señor Kim. Sentía que ya lo había logrado todo, pero como la avaricia es un mal que nadie llama, sus deseos de conseguir más crecieron como llamas ardientes.

Y fue por consejos de sus allegados, que consideró una idea que antes no habría aceptado de ninguna manera. Por lo menos, no por el momento. Pero el miedo de perder dicha oportunidad lo carcomía, por lo que había tomado una decisión.

Cuando la cena en honor a su madre había sido servida, Seokjin junto a sus padres tomaron sus lugares donde sonreían amenamente y conversaban como solían hacerlo. El señor Kim compartía cosas que habían sucedido en su reciente viaje del cual había regresado, omitiendo un gran hecho que prefería guardarse en su corazón. Cuando sintió que era el momento, dio un anuncio que cambiaría la vida de su familia.

- También he recibido una noticia muy importante - con la mirada expectante de su hijo y esposa, prosiguió - El rey anunció que su hijo mayor tiene deseos de comprometerse, por lo que he decidido presentar a Seokjin como candidato.

La sala se sumió en silencio.

El rostro de Seokjin había palidecido, pensando en que momento diría su padre que estaba bromeando. Su padre no le haría algo como eso, ¿verdad?

- Cariño, esta broma no le ha caído bien a nuestro hijo.. creo que no deberías bromear con ello.

- No es ninguna broma Eunji. A penas se realice el envío del anuncio formal, solicitaré que puedan considerarlo.

El corazón de Seokjin se estrujaba en su pecho. No lograba comprender como es que la persona que tanto lo había cuidado y amado, ahora estaba dispuesto a entregarlo a un hombre que no conocía.

- Esto será lo mejor para nuestra familia.

Sin importar ensuciar su vestimenta, Seokjin se arrojó al suelo con sus manos en forma de súplica - Padre, por favor te lo ruego, no me presentes aún, soy muy joven, aún no quiero casarme - rogaba con esperanza de que su padre cambie de opinión.

Como si se tratase de un explosivo, el Señor Kim reventó en furia al ver el accionar de su único hijo. Lo tomó de las muñecas para que pare de suplicar a algo que no cedería.

- ¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¿Qué tipo de joven actúa de esta manera? ¿Acaso quieres avergonzarme? ¡¿Eh?!

- Nunca haría eso, padre.. pero en verdad aún no deseo casarme y tampoco conozco a ese hombre..

- ¿Cómo te atreves a hablar así de un miembro de la familia real? ¿Acaso te enseñamos eso? ¡Es tiempo que madures, esto pasa todo el tiempo en las familias y es mejor que tomes esta oportunidad sin quejas!

Con una mirada dura, lanzó su cuerpo a un lado para luego retirarse de la sala.

Los empleados que se encontraban presentes empezaron a recoger las vajillas rotas, mientras que Seokjin no despegó su mirada del suelo hasta que su madre lo tomó en sus brazos.

Sin poder contener su dolor, soltó su llanto escondiendo su rostro en el cuello de su madre. Su padre, al que amaba y admiraba demasiado, le había dirigido una mirada fría, dejándolo caer en su desgracia.

¿Acaso había hecho algo mal para que sea tratado así?

Two reasons ♧ KOOKJIN ♧Where stories live. Discover now