La piscina era inmensa. Tenía una zona con césped y otra de madera donde descansaban unas tumbonas.

Patty fue la primera en meterse en el agua. El bikini rosa y azul pastel le quedaba genial. Hizo una buena elección. Aunque los bañadores eran bonitos, no me gustaba la idea de pensar que eran de Adelaide.

Me pasé un buen rato hablando con Patty. Me contó que tenía una hermana mucho más pequeña que ella llamada Emily. Sus padres estaban divorciados y no se hablaban, así que la mandaron al internado hasta que arreglaran los papeles del divorcio. Yo le conté un poco sobre mi vida omitiendo la parte de mi ex.

- Mis padres nos obligaron a mis hermanos y a mí a ir al Obrilet, alegando que sería bueno para nosotros porque necesitábamos disciplina. Así que aquí estoy, aprendiendo disciplina a mi manera- nos reímos juntas.

De repente, se escucharon unos gritos que provenían del salón.

- ¡GOOOOL!- festejaban Harry y el señor Blake.

Patty y yo decidimos que ya era hora de salir del agua y nos fuimos a las tumbonas a tomar el sol. Estamos en silencio y relajadas cuando algo nos salpicó.

- ¡Qué narices!- exclamé mojada. Harry había tenido la brillante idea de tirarse a bomba a la piscina.

No nos lo pensamos dos veces y, tras un intercambio de miradas, Patty y yo nos abalanzamos sobre él.

A pesar de que éramos dos contra uno fuimos incapaces de hundirle la cabeza. Sin embargo, él sí lo consiguió con nosotras. Acabé casi sin aire y tuve que salir y sentarme en el borde de la piscina para respirar.

- Ya no eres tan valiente, ¿no? Elisabeth- se rió de mí.

No podía permitir que nadie hiriera mi orgullo, por lo que me lancé a por él y logré hacerle una aguadilla al pillarle despistado. No sé lo que acabó haciendo pero me hundió con él cogiéndome de la cintura. Al salir, nos lanzamos miradas de odio.

- Nunca me superarás, soy más fuerte- un gesto pícaro apareció en su rostro.

- Tú serás más fuerte, pero yo soy más inteligente- dije haciendo que su sonrisa disminuyera.

Mery interrumpió nuestro pique.

- Chicos, ya es hora de volver al internado Obrilet- miró su reloj de mano- id secándoos mientras llamo al chófer, aunque no creo que tarde mucho en llegar.

Harry me ofreció su toalla y caminó hacia el interior de su casa en busca de Margot para que le diera otra para Patty.

Patty se secó las manos en mi toalla y cogió su móvil para hacernos una foto. Cuando llegó Harry, quiso que estuviéramos los tres en ella, así que hizo otra que subió a las redes sociales.

Ya dentro de la casa, nos cambiamos de ropa y salimos al encuentro de los padres de Harry que nos esperaban en la puerta para despedirse.

- Encantada de haberos conocido- nos abrazó la señora Blake- espero volver a veros pronto.

- Igualmente- respondí- me ha encantado su casa- sonreí.

El señor Blake nos abrió la puerta y pudimos ver que el coche ya estaba ahí, preparado para salir.

Harry bajó las escaleras y se despidió de sus padres. Acto seguido, los tres fuimos hacia el vehículo y nos pusimos rumbo al Obrilet.

El viaje de vuelta se me hizo más corto. Nos lo pasamos genial charlando sobre trivialidades sin sentido. Este día me sirvió para desconectar y me di cuenta de lo bien que me lo estaba pasando en el momento en el que atravesamos las puertas del internado y no quise que el día se acabara.

Nos bajamos del coche y a lo lejos vi a mis hermanos. Thomas tenía una expresión inusual en su cara que no sabría describir. Me fui a registrar mi nombre de nuevo para poder entrar. Me despedí de Patty y Harry para ir rápidamente hacia los gemelos. Necesitaba contarles acerca de Leo.

Avancé escasos metros cuando Luca se cruzó en mi camino.

- Hola, Beth. ¿Te apetece quedar mañana por la tarde en el jardín? Tengo algo importante que decirte.

- Claro, Luca. Mañana a las seis me viene bien.

- Genial, nos vemos allí- me tocó el hombro de forma amigable y se fue.

¡Qué raro! ¿Qué querrá decirme? Sin darme cuenta mis hermanos ya estaban a mi lado.

Thomas habló primero.

- ¿Qué haces con ese?- dijo enfadado.

- ¿Qué?¿Qué quieres decir con eso?- pregunté dudosa de a quién se refería, si a Harry o a Luca.

- Con ese- señaló al chico con el que había pasado el día, el cual a penas podía distinguir por la distancia.

- ¿Harry?¿Qué pasa con él?- inquirí desubicada.

- Es el que se mete con Louie, me lo ha dicho hoy después de haber sufrido un ataque de ansiedad. Resulta que él y su amiguito Asher se dedican a hacerle la vida imposible, y encima tú pasas el día con él- puntualizó Thomas enfurecido.

- No tenía ni idea. Lo arreglaré, tranquilo- le animé como pude. Se hizo un silencio y decidí que era el momento de tratar el tema tan importante que me había estado rondando la cabeza todo el día.

- Chicos, tengo algo que comentaros...- bajé la mirada.

- ¿Si?- Dylan me empujó a que continuara hablando.

- Hoy he visto a Leo. Estuvo siguiéndome desde que salí del internado, así que sabe que estoy aquí.

No me dio tiempo a decir nada más cuando Dylan pegó un grito al aire.

- ¡JODER! Nunca nos dejará en paz ese cabrón.

El (estúpido) internadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora