Dark Times

Dark Times; ¡Boom!

Hey... otro capítulo porque sí.

¿Listxs?

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¡Boom!

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POV Daniela Walsh

Dicen por ahí que después de la tormenta viene la calma.

Pero había comprobado que en mi vida, demasiada calma solo era aviso de una arrasadora tormenta. Y en este caso, la calma había durado demasiado. Exactamente ocho años, el tiempo exacto que llevábamos viviendo en Ibiza.

Todo comenzó en un día, aparentemente, normal.

Era domingo, y como acostumbramos, estábamos en la playa. Lo que era una especie de plan familiar que disfrutábamos demasiado. Poché había ido a comprar un helado junto a Valentina. Nathan y yo estábamos a unos metros de ellas conversando.

-¿Y cómo te va con tu nueva psicóloga?- le pregunté pasando un brazo por encima de sus hombros. Él ya tenía dieciocho años, y era casi más alto que yo.

-Bien, al menos no me hace sentir como un loco enfermo.- respondió con una sonrisa.

-Hijo, sabes que no estás loco.- le respondí con sinceridad- Solo eres un chico que vivió cosas demasiado fuertes para un niño de diez años.- asintió, y lo vi dirigir la vista hacia su madre y hermana- ¿Las pesadillas continuaron?- pregunté preocupada.

-De vez en cuando.- respondió- Muchas veces he soñado que ustedes no están conmigo, mi hermana no existe, y con esa sensación de estar completamente solo. Es horrible, pero siempre se me pasa cuando abro los ojos y están las tres esperándome para consentirme después de cada pesadilla.- sonreí y lo abracé con fuerza.

-Y siempre estaremos contigo, mi amor.

-Lo se.- me dijo.

Nuevamente miramos hacia el kiosco donde vendían los helados, ya que Poché y mi hija se estaban demorando mas de lo normal. Y sí, seguíamos siendo igual de sobreprotectores con ellas.

Me alarmé al ver a tres hombres que las miraban continuamente, e incluso me pareció ver a uno de ellos tomando fotos.

-Mamá...- escuché a mi hijo hablarme- ¿No te parecen raros esos tipos?- asentí inmediatamente.

-Vamos.- dije indicándole ir hacia ellas.
 
Eso hicimos. Caminamos de manera rápida hasta llegar a ellas. Valentina al vernos, enseguida se lanzó a los brazos de su hermano.

-¿Qué pasa, amor?- me preguntó Poché, besando mis labios. Mi vista no se separó ni un solo segundo de aquellos hombres.

-¿Por qué tanta demora?- pregunté.

-La chica de la tienda nos dijo que regresaba en unos minutos.- dijo Valentina- Nos pidió esperarla.

-Nos vamos.- dije de manera contundente- Compraremos los helados en otro lugar.- agregué cuando vi el puchero de Vale.

-Pero ya le dimos el dinero, amor.- escuché decir a mi esposa.

-No importa. Vámonos ya.- ordené y le tomé la mano.

En un momento vi como una mujer rubia nos miraba sonriendo. La vi saludarme, pero yo no la conocí de nada. De repente se puso de pie, y antes de dar media vuelta leí algo en sus labios. 'Hola, hermanita'

Fruncí el ceño, miré de nuevo hacia el kiosco y una luz roja parpadeante llamó mi atención. Regresé la vista a la mujer, quien estaba ahora unos metros más lejos, y seguía sonriendo. 'Boom' fue lo que dijo esta vez.