Dark Times

Dark Times; El día del asesinato de Valentina

Parte 2.

Daniela se encontraba en su departamento, en compañía de Sam. A quien llevaba varios días conquistando, y como siempre, lo había logrado.

Así que ahí estaban. En la habitación de la futura abogada devorándose a besos la una a lo otra, con sus pieles desnudas y sudadas.

Hasta que Daniela recibió una llamada que interrumpió, muy a su pesar, aquel acto lujurioso. Con un sonido de frustración por parte de ambas, se separaron para que Walsh pudiera contestar el llamado.

-¿Qué pasó, Connor? Estoy ocupada.- le respondió a su hermano mayor de mala forma.

-Explícame que pasó con Dylan. Me llamaron mis contactos de la universidad para decirme que había armado un escándalo en la cafetería.- Daniela suspiró con fastidio, al saber el motivo estúpido de la interrupción- Al parecer discutía con una chica. ¿La conoces?

-No soy la maldita niñera de tu hermano, Connor. No sé, ni me importa lo que haga con su vida.- respondió enojada.

-Pues toda la Facultad lo sabe, Daniela. ¿Dónde estás?- preguntó curioso.

-En mi apartamento, y estoy muy ocupada.

-¿Volviste a perder clases? Te advertí que no lo volvieras hacer.- habló demandante.

-Por Dios, Connor. Ni mamá es tan intensa como tú. ¿Puedes parar? Estoy en algo importante.

-Deja de ser una maldita irresponsable, Daniela Walsh.- la aludida resopló fastidiada- Necesito que busques a Dylan. Me dijeron que estaba fuera de sí, y que lo vieron seguir a la chica esta... Valentina, creo que así me dijeron que se llamaba.

Al escuchar ese nombre, la actitud de Daniela cambió por completo. Los nervios comenzaron a invadirla, acompañada de la preocupación y el miedo.

-En este instante buscaré a Dylan. Te avisaré de cualquier cosa.- le dijo a su hermano y este se despidió de ella.

Después de darle una pequeña explicación a la chica que la acompañaba, y salió en su coche a toda velocidad, sin rumbo alguno, mientras le hacía llamadas insistentes al que, en ese momento, creía que era su mellizo.

-

Mientras, no muy lejos de Daniela, en un terreno vacío, que pertenecía a una tienda abandonada, una chica recuperaba la conciencia.

Sintiendo una fuerte punzada de dolor en su cabeza al abrir los ojos. Y en el momento en que vio su estado prefirió no haber despertado nunca.

Se encontraba semidesnuda, atada de manos, y sus piernas llenas de marcas que parecían ser chupetones o mordidas. O quizás ambas. Todo su cuerpo le dolía, sobretodo en sus partes íntimas. Lo que la hizo pensar lo peor.

Observó a su alrededor, y se vio rodeada de suciedad, basura y polvo. Estaba acostada en un viejo y polvoriento colchón.

Valentina sintió miedo.

De pronto escuchó pasos, y se repitió la sensación de miedo que experimentó en el parqueo del campus.

La diferencia es que esta vez, al levantar la vista si pudo distinguir una silueta de un hombre que caminaba hasta ella. Y mientras más se acercaba, pudo notar que se trataba de Dylan.

El hombre del que estaba enamorada.

El hombre que creía el amor de su vida.

-Hola, princesa.- la saludó él con una sonrisa escalofriante.

-¿Qué me hiciste, Dylan?- preguntó con voz débil, aunque en el fondo ya sabía la respuesta.

-Te hice el amor, princesa. Te hice mía.- respondió con una naturalidad que asustaba.