Capitulo 22✔️

Start from the beginning
                                    

—¿Cuánto a que está vez te das con el zapato?

—C-callate... Basura mal vibrosa... —Seguiste haciendo fuerza hasta que al hacer un mal movimiento jalaste el zapato hacía fuera en vez de adentro, provocando que cayera en tu rostro como lo había predicho el pelinegro. —¡La puta! ¡Estoy harta! —Tomaste el zapato y lo batiste al suelo mientras el varón solo podía seguir burlándose.

—Ven, te ayudo. —Pidió dándose golpes en las mejillas para dejar de reírse.

Era humillante aceptarlo así como así pero a este punto ya no te importaba nada, solo querías ese zapato en tu pie.

Te dirigiste a él y te volviste a sentar. Levantaste el pie y posicionaste el zapato, Kaigaku se puso de rodillas y puso sus manos sobre la parte frontal del calzado para hacer fuerza hacia abajo mientras tú jalabas al mismo tiempo.

—¡JALA MÁS FUERTE! —Pidió con dificultad empujando.

—¡ME VAS A ROMPER EL MALDITO PIE! ¡AHG! —Gritaste sin parar de jalar.

—¡AHHHH! ¡QUE JALES TE DIGO! —Ordenó haciendo más fuerza, apuñando los ojos y ya temblando del esfuerzo. —¡JALAAAAAA!

Y finalmente después de tanta batalla el zapato entro. Ambos terminaron por caer agotados al piso.

—¿H-haces esto todos los malditos días? —Cuestionó recuperando el aire.

—Mitsuri me ayuda... Los hace entrar en menos de treinta segundos... —Confesaste— Tiene mucha fuerza, una vez me rompió unos y tuve que utilizar Crocs por dos meses. —Recordaste mientras una sonrisa se formaba en tu rostro.

—¿Dos meses? ¿Enserio no puedes comprarte zapatos?

—Mira —Soltaste levantandote— Mi situación con mis padres es malísima, tengo que repartir bien el dinero que me mandan si se acuerdan y juntarlo con el que ganó algunas veces cuando hago trabajo de medio tiempo, mientras más me dure algo mejor. Así ahorro más y puedo gastar el dinero en lo primordial.

—Deberias pedir zapatos de regalo de cumpleaños a tus conocidos ¿No crees?

Te soltaste a reír ante lo dicho. Si no era insensible, era tal vez una persona que no podía entender la magnitud de la situación.

—¡Que mierda eres! —Chillaste— Es buena idea, la usaré la próxima vez. Y cuál es el otro consejo, ¿Que me case con un millonario?

—Jaja, chistosita. —Replicó molesto levantándose. —No te vuelvo a dar opciones. —ofreció su mano para ayudarte a levantarte y aceptaste.

Ambos por fin salían del plantel estudiantil, iban a la par hasta que notaste que Kaigaku estaba quedándose atrás a la hora de pasar por la puerta de cristal.

Volteaste a ver y te diste cuenta que se estaba mirando el trasero en el reflejo.

Lo señalaste y comenzaste a chillar mientras te burlabas.

—¡¿TE ESTAS VIENDO EL TRASERO POR LO QUE TE DIJE?!

—¡C-CALLATE! —Se puso rojo y era difícil diferenciar si era por vergüenza o por rabia. Tapó su trasero para que no lo vieras a través del cristal— ¡S-SOLO QUERIA CONFIRMARLO! —Se justificó y procedió a irse caminando rápidamente dejándote atrás.

Sin dejar de carcajear lo alcanzaste casi corriendo a él.

Después de haber practicado en el parque cada uno se fue por su lado, ya agotados de tanto con lo que lidiaron hoy.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
ONEGAI お願い | Sanemi Shinazugawa! Libro #1Where stories live. Discover now