𝒞𝓊𝒶𝓇𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓈𝒾𝑒𝓉𝑒

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ℜ𝔢𝔡 𝔣𝔩𝔬𝔴𝔢𝔯𝔰

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ℜ𝔢𝔡 𝔣𝔩𝔬𝔴𝔢𝔯𝔰

Omnisciente

La noticia de que Cedric Diggory y Dakota Rose estaban juntos, se esparció como la pólvora. Rompiendo varios corazones a su paso; Dakota estaba desayunando con sus amigos, cuando Cedric y Klaus se fueron a sentar con ellos, siendo bien recibidos por la pelirroja y sus amigos. Cedric le dió un beso en la mejilla a la pelirroja en forma de saludo y los seis comenzaron a conversar. Sin embargo, la atención de Dakota se vió obstruida cuando vió como Draco Malfoy se levantaba de golpe de la mesa de Slytherin y salía del Gran Comedor. Durante todo su trayecto, los ojos de Dakota lo siguieron, e incluso cuando estuvo fuera del alcance de su vista, se quedó mirando el lugar por el que había salido por unos segundos.

—Ey.

La pelirroja volteó.

—Mira lo que te traje —le dijo Cedric, para después extenderle otra rosa blanca, haciendo que los tres mejores amigos de la pelirroja fruncieran levemente el ceño, extrañados.

Dakota la tomó con una sonrisa en su rostro.

—Gracias —le dijo, sinceramente.

Los cuatro mejores amigos se miraron discretamente. Los tres amigos de Dakota la miraban confundidos y la pelirroja les lanzaba una mirada que decía que borraran esas caras.

Después del desayuno, Dakota, que ese día llevaba una blusa negra de manga larga y un pequeño cuello de tortuga, un pantalón de terciopelo rojo y botas cortas negras, se dirigió a la oficina de Lupin.

Tocó la puerta, y cuando escuchó el "adelante", entró.

—¡Dak! —le dijo, animado—. Así que... mi niña ya tiene novio —dijo mientras se sentaba en la silla de su escritorio y señalaba la silla de delante, en la cual Dakota tomó asiento—. Bueno, cuéntame. ¿Como te lo pidió? —preguntó, mientras se inclinaba sobre la mesa.

—Me dijo... algunas cosas y me dio una rosa blanca —la sonrisa de su tío de borró—. De hecho hoy me dio otra —dijo, mostrándole la rosa, la cual dejó sobre la mesa.

—¿Una rosa blanca? —dijo Lupin, casi con asco.

—Sip —dijo Dakota, asiéntenlo levemente con la cabeza.

—¿El no sabe que odias las rosas blancas? —preguntó.

Dakota, que no había dejado de asentir, comenzó a negar.

—Nop.

—¿No sabe que solo te gustan cuando están mezcladas con las rojas?

𝒯𝒽𝑒 𝒷𝑒𝑔𝒾𝓃𝓃𝒾𝓃𝑔 𝑜𝒻 𝒟𝒶𝓀𝑜𝓉𝒶Where stories live. Discover now