Lo que causas en mí

36 9 7
                                    

Dylan 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dylan 


—¡No puedo creer que en serio hayas hecho eso! —le dijo Trevor mientras lo encontraba de camino al campo de lacrosse.

Dylan sonrió ampliamente. Tenía que admitir que estaba orgulloso de su atrevimiento. 

—Murphy nos estaba llamando «enamorados» para provocarnos —se encogió de hombros mientras se sentaba en una de las bancas para preparar su equipo—. Por primera vez quise demostrarle que no estaba equivocado.

—Diablos, hombre, no puedo creer que me lo perdí —dijo, claramente decepcionado—. Su expresión debió ser épica. Joder, hasta yo quedé en shock. No creí que estuvieras dispuesto a salir del clóset tan rápido. 

Dylan pensó un segundo. Estaba seguro que ya había mencionado todo ese asunto de salir del clóset, hasta que cayó en la cuenta de que solo se lo había dicho a Baverly. Era un mal amigo.

—Probablemente me gusten los chicos en general, pero por el momento solo me gusta Kyle. No hay nada complicado en eso. No veo por qué no soltarlo al aire.

—Oye... —comenzó a decir su amigo—. Sí que estás de un mejor humor, ¿no? ¿Después de todo?

Dylan suspiró.

—Sí, creo... creo que estoy mejor.

—Te escucho, hermano —dijo el chico sentándose a su lado—. Creí que lo de ayer me dejaría trastocado, pero de hecho me siento mejor. 

Cruzaron miradas y, con una sonrisa breve de ambos, los dos amigos supieron que iban a estar bien. A pesar de todo, realmente podrían seguir adelante.

—Así que Kyle te trae como loco, ¿huh?

Dylan apartó la mirada, sin poder ocultar esa sonrisa tonta que se le formaba en el rostro. Respiró hondo, pensando en el chico que tanto le gustaba.

—Es... lo máximo —dijo, imitando el tono que alguna vez había usado Trevor para describir a Kyle, hacia casi un mes, durante el almuerzo. Dylan recién les había terminado de contar la historia de la discusión con el chico y se había decidido en darse por vencido.

—Talvez yo debería conseguirme una chica —comentó mientras ambos se levantaban dela banca. El entrenador ya estaba llamando al equipo para empezar.

—Suerte con eso, amigo —bromeó el castaño, mientras lo empujaba levemente para pasar él primero.

Tal vez ese día, iba a ser el mejor luego de semanas de tener días malos. 


A pesar de que media mañana sí fue un buen día, las cosas se complicaron a mediodía, cuando guardaba sus cosas en el casillero para ir a la cafetería, en donde Trevor seguramente lo estaría esperando. 

The CrashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora