Capítulo 18. -"Fritzenwalden Fazzarino". -

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Margarita: ¿pero qué está pasando allá afuera?
Fede: es Ariel (a penado)
Robertita: le está haciendo un ataque de celos a Flor (termina la frase)
Margarita: iré a ver que sucede, Fede estas en tu casa.
Robertita: ¿te ofrezco algo para beber o comer algo Fede?
Fede: (sonríe) no tranquila, estoy bien.

[los minutos pasaban y Margarita ni Florencia se asomaban, parece que la discusión había terminado. Robertita quería ir ayudar, pero Fede la convenció que no se metiera al fin y al cabo era discusión de ellos.]

Margarita: perdón, vamos a esperar unos minutos para que Ariel se vaya y así podamos salir con toda la tranquilidad.
Fede: Margarita no era mi intención que Ariel se colocará así.
Margarita: tranquilo hijo, todos sabemos como es Ariel y sobre todo Florencia.

[Al cabo de dos minutos entra Flor con las lágrimas casi saliendo por sus mejillas, al mirar que Fede la estaba mirando. Se trago y miró hacia arriba para que las lágrimas se fueran. No necesitaba la lástima de la gente y ella al igual que Fede había tomado una decisión].

Flor: ¿nos vamos?
Robertita: ¿se fue el loco de Ariel?
Margarita: ¡Robertita!
Roberta: ¿qué?
Flor: tranquila, ya se fue.

[Flor estaba vestida de un vestido azul, ¿qué paradójico? La primera vez que Fede escucho a Flor cantar fue Vestido Azul. Se veía increíble, lo único malo fue el encuentro que tuvo con Ariel.]

Fede: Entonces, nos vamos.

[los cuatro se fueron en el auto de Fede, Margarita les había hecho un postre gigante para compartir y un buen vino. Claramente no iba a llegar con las manos vacías. Al momento de llegar, Margarita veía fascinada la mansión. Mientras que Robertita a penas apagaron el motor del auto salió en búsqueda de Tomás.]

(tocan el timbre)

María: ¡Bienvenidas! Adelante
Margarita: Permiso
Fede: Mamá ella es Margarita la mamá de Florencia y ella (flor entra) es Florencia.
María: Muchísimo gusto, adelante están en su casa.
Flor: Muchas gracias
Margarita: Traje esto para no venir con las manos vacías
Maria: no se hubiera molestado.
Margarita: gracias a ustedes por la invitación.

(En ese momento comenzaron a bajar los hermanos de Federico y cada uno se unía a la conversación, Fede estaba impactado de los temas que sus hermanos le hablaban a Flor y ella no se arrugaba en nada. Mientras que sus padres y la mamá de Florencia reían mientras bebían vino ¿qué más podía pedir a la vida? Hasta que el timbre de la mansión Fritzenwalden suena)

Erick: ¿esperamos a alguien más? (abre la puerta)
Malala: ¿Acaso no nos invitan a su cena?
Delfina: o acaso eso también se perdió como la relación que yo tenía con Federico.

Enséñame a AmarteWhere stories live. Discover now