Capítulo 2. -"¿Amor a primera vista?" -.

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(Narra Flor)
Día normal, en mi vida normal. Caminaba hacia la verduleria para ver a mi novio Ariel, pero el dueño de la tienda me dijo que se había reportado enfermo. ¿Qué raro? Él nunca se enferma, el dueño me dice que está re complicado por qué tras la ausencia de Ariel no tenía como entregar los pedidos.
Me ofrezco para ayudarlo, el agradecido me carga en la parte trasera de la bici un pedido. Según lo que leo es para la mansión Fritzenwalden, ¿qué apellido tan raro? No creo que sean Argentinos, el dueño del local me dice que me apresuré que el pedido debió ya haber llegado a la dicha mansión.
Pedaleo lo más rápido que puedo, al llegar a la dirección que me había dado el dueño. Observó, ¡qué enorme es! ¡Apresurate Florencia! Me decía a mi misma, al tomar el pedido era demasiado pesado.
- no debo ofrecerme nunca más -dije. Le pregunté aparentemente a un empleado por el lugar y el amablemente me dijo por dónde debo entrar para dejar el pedido.
Caminé por el patio del lugar y noto que un chico y una señora estaban mirando por la ventana.
Al notar que es a mi a quién observan casi topieso al entrar a la cocina

Flor: Oh! Perdón!
(una mujer que creo que es alemana me dice)
Greta: no te preocupes! ¿Y quién eres tú?
Flor: Me llamo Florencia pero me dicen Flor, mucho gusto (le tiendo la mano)
Greta: ¡pero que chica tan agradable! (me mira) y usted no decir nada Federica
Flor: ¿federica? (río)
Fede: Me llamo Federico y Greta es Alemana, derrepente confunde la o con una a
Flor: gusto en conocerte, Federico.

(Greta los mira y sabía que había algo. Sus miradas lo decían)

Greta: ¿y eso que no ha venido el joven que siempre viene?
Flor: Ariel, está enfermo. Por eso tomé su lugar ¿le importa si me da un vaso de agua?
Vine en bici hasta aquí y fue agotador.
Greta: Claro que sí, ¿Federico podrías darle un vaso con agua?
Fede: si claro (me mira extrañado ¿por qué me mira así?)

(al tenderme el vaso con agua que me entregaba, rozaron sus dedos con los míos y hubo algo que no podía describir)

Flor: Gracias (creo que él también pareció notar ese algo que nisiquera ella podía describir)

(noto que una mujer llega)

María: ¿quién es ella?
Greta: es la chica que nos trajo las verduras.
María: ¿y como te llamas?
Flor: Me llamo Florencia (digo)
María: ¡qué lindo nombre! Soy María la mamá de Federico. (me tiende su mano)
Flor: Mucho gusto, señora (le doy la mano). Es mejor que me vaya a seguir trabajando. Fue un gusto conocerlos a todos ustedes, adiós (me marcho)

(qué extraño es esto, siento un leve cosquilleo. Algo que no sé expresar. Hay algo en ese chico Federico que me movió algo, ya basta Flor deja de pensar en el y vayamos a ver que más necesita el dueño del local)

Enséñame a AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora