Asiento— Demasiado noble y desinteresado para ser tu, la verdad.

Tensa la mandíbula— ¿Y qué planeas? ¿Conducir solo por todo San Francisco hasta que su amor te guíe a ella?

—Sé que si estoy aquí y tu estás apoyando a Verónica, sería todo peor.

—¡No estoy con la maldita Verónica!

Niego con la cabeza y miro a mi alrededor.

—Entremos a la mansión... te contaré algo— dice Erik y lo miro frunciendo el ceño.

—No tengo tiempo para esto— digo girándome para subir al auto.

—¡Espera!

Suelto un suspiro al escuchar una voz femenina. Reconozco que es la voz de Leila, cuando me giro una vez más la veo con su hermano a un lado.

—Queremos ayudarte a encontrarla— dice Daniel de forma segura.

—Por favor, Jessie me apoyó mucho durante este tiempo, quiero ayudarla— dice Leila

—Jaden. Te pido cinco minutos.— dice Erik, levanto la mirada a él.

Veo al par de hermanos, ambos están armados. Muevo mi cabeza en dirección al auto para que suban y me esperen ahí, ellos lo hacen.

Jess confía en Leila... yo también lo haré.

Erik y yo caminamos a la mansión y mantengo mi mano sobre el arma en mis vaqueros todo el tiempo.

—Bien. Te voy a decir algo. No permitiré que te vayas solo por ahí y... tal vez esto te ayude a confiar un poco en mi— dice Erik, me quedo callado.

Abre su chaqueta y mi mano en mi arma se afirma... pero no saca un arma de ahí... Espera, ¿Qué?

—Esta es mi placa de la policía— dice mostrándomela, me acerco un poco... se ve bastante real.

Si no estuviera tan jodido por todo lo que está pasando con Jess, me habría reído.

—Mes estás jodiendo, ¿No?— pregunto alzando una ceja.

Suelta un suspiro.

—Después de la mierda de vida que me dieron mis padres. En cuanto murieron... ¿En serio creíste tan fácilmente que me metería a la vida de ellos? Solo quería salir de ahí, como tu.

—Siempre te encantó el dinero.

—Siempre odié mi vida. Más que mi ambición, odio todo esto. Odiaba a mis padres. Cuando ellos murieron y sus hombres me obligaron a tomar su lugar... fui a la policía, me entregué sabiendo que ya teniendo dieciocho podría ir a la cárcel mucho tiempo y entregué a toda la red de mis padres. Prefería eso a convertirme en mi padre. El hecho de que me haya entregado y que haya delatado a tantos narcotraficantes... me ayudó a conseguir un trato. Fueron cinco años de cárcel y cuando salí, comencé a trabajar para ellos. Me dieron trabajadores nuevos, todo lo que tengo es propiedad de la policía, solo tengo una máscara para que todo sea creíble y poder entregar a otros narcotraficantes. Verónica era la mayor presa y cuando llegaste a mi para detenerla y arruinarla, siempre pensé en aceptar tu propuesta, pero no tengo permitido informarle esto a nadie y tu tenías en tu memoria al Erik ambicioso que no hacía nada por otra persona sin conseguir algo a cambio, así que tuve que ponerte un par de condiciones para que me creyeras. Quiero que Verónica caiga tanto como tu, créeme... Cuando comencé a trabajar para la policía, me enamoré de una compañera... trabajó como infiltrada para Verónica... la descubrió y la asesinó. Créeme... créeme que voy a hacer todo para que ella esté tras las rejas o se muera de una puta vez.

Nuestra Debilidad || #3 Trilogía NOSOTROSWhere stories live. Discover now