Capítulo 6; El cuarteto de plata.

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—Yo... um —quería decirle que lo quería ver tan urgentemente porque no soportaba la idea de estar separado de él por mucho tiempo, pero las palabras no salían, no quería que pensara que estaba tan urgido de tenerlo cerca—. Um... Quiero que te vistas tan lindo que parezca que vas a una cita con el chico que te gusta —realmente esperaba que entendiera la indirecta.

—¿Oh? —Naruto se sonrojó.

—¿Puedes?

—¿Por qué quieres que me vista de esa forma-ttebayo? —estaba sonrojado.

Utakata alzó una ceja.

—Porque yo iré tan guapo que te opacaré —mintió. Porque me encantaría llamarlo una cita...

—No hay modo de que eso sea verdad —Naruto sonrió—, pero si eso es lo que quieres, puedes contar con ello. Creéme, me veré tan irresistible que vas a querer besarme-ttebayo.

—Hmp, estoy seguro que no es lo único que querrá hacer —murmuró Utakata, riéndose.

Cállate-ttebayo, moduló con sus labios, abochornado.

—Muy bien, zorrito —Shikamaru soltó una risa de la nada y sonó un par de burlas atrás—. ¿Puedes callarte? Estoy tratando de tener una conversación con Naruto.

—¡Que no me digas zorrito-ttebayo! —gritó, abochornado y luego parpadeó—. Espera, ¿ese es Kiba?

—¡Naru! —Shikamaru observó en silencio el momento en que le quitaron el celular de las manos, antes de mirar mal a Kiba. 

—¿Hola... hola? —Naruto frunció el ceño—. Demonios, se cortó.

Utakata tosió un poco y Naruto se giró a verlo, riendo al notar las cejas sugerentes del pelinegro.

—¿Y bien? Oí que tienes una cita —mostró una sonrisa. 

—Tú también tienes una y yo no estoy molestando —le picó la nariz con el dedo. El pelilacio alzó una ceja. 

—Creo que no estás recordando bien lo sucedido —afirmó—. Cuando te dije que invité a Hotaru en una cita no paraste de molestarme en una semana, así que espera lo mismo de mi parte, zo-rri-to. 

Naruto hizo una mueca. 

—Déjalo, solo no vuelvas a llamarme así-ttebayo —sacudió la cabeza. Sólo le gustaba cuando venía de los labios del Nara, Utakata notó eso y comenzó a reírse del rubio—. ¡No te rías de mí!

—¡Naruto, estás tan brillante! —siguió riendo.

Alguien tocó la puerta, haciendo que se voltearan a ver. 


Cuando la llamada se cortó, Shikamaru se volteó a ver al castaño con seriedad mientras este reía y se disculpaba por haber interrumpido. Cuando el pelinegro dijo que estaba hablando con Naruto, quiso saludarlo pero accidentalmente cuando le robó el teléfono al Nara, cortó la llamada.

—Lo siento, bro —se disculpó, devolviéndole el móvil—. Mm, ten,  puedes llamarlo de nuevo.

—No, descuida, ya le dije todo lo que tenía que decir —le restó importancia, sonriendo de medio lado al recordar como Naruto ponía a prueba su paciencia todo el tiempo. Kiba ladeó la cabeza, confundido por su repentina sonrisa.

—Ah... ¿Por qué sonríes así? —alzó las cejas y sonrió con picardía. Claro, ¿quién no sabía que Shikamaru Nara llevaba enamorado de Naruto desde comienzos de la primaria? Quizá hasta un poco más. 

INSOMNIA.Where stories live. Discover now