๑WARLOCK | SeongSang

✨0.1✨

¿Como Yeosang había robado un bebé sin sentir ni el mínimo remordimiento?

Ese día, Seonghwa estaba demasiado cansado, mientras dormía a su pequeño bebé en sus brazos. Ser padre soltero era algo mal visto y peor si eras de la alta sociedad, cargando un lazo roto, todos te juzgaban.
Se había quedado dormido bajo la pequeña mirada de un inocente bebé que babeaba su manito, sin notar que alguien entraba muy sigiloso por la ventana.

Aproximadamente las 3:15am, unas manos cargaron al niño alejándolo de su padre quien al comenzar a sentir el vacío de su hijo abrió los ojos inmediatamente y quedo sorprendido al ver a la persona delante de el. Seonghwa estaba hipnotizado, una belleza sobrenatural estaba delante de él, con unos preciosos ojos color azul, brillantes como la luna y ni hablar de su aroma a manzanas rojas, era sumamente exquisito.

Sintió un cansancio tremendo y volvió a cerrar los ojos, quedando sumamente dormido, no recordaría nada.

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Hace un año que Seonghwa perdió a su hijo. Colocaba el último papel en una pared en el parque.

ーMi Hyumin, te voy a encontrar. --. Seonghwa susurro. --. Papi te cuida, lo sabes.

Era muy agotador no tener noticias de su hijo, sin saber si estaba vivo o muerto. La familia de Seonghwa estaba muy contenta y agradecida con la pérdida del bebé, intentaban a toda costa que el paradero del bebé no llegara a manos de Seonghwa, para así tener la oportunidad de casar a su hijo con alguien que valga la pena y tener nietos que valgan la pena. Era una de las injusticias de tener una familia adinerada, poderosa y muy manipuladora. Pero eso no le importaba a Seonghwa, quería con todo corazón encontrar a su hijo y pedirle perdón a su pareja fallecida.

Se sentó en una banca para descansar un poco. Mirando a los niños jugar y escuchando el cantar de las aves, apretando el pequeño peluche de conejito de su hijo. Decidió irse a casa después. Cada día se le hacía más cansado, tenía mucho trabajo y con la búsqueda de su bebé se le hacía peor la situación, las horas le eran eternas.

Kang Yeosang, era un brujo malvado y no era la primera vez que robaba a un bebé. La mayoría los llevaba a un templo y los dejaba allí para que otros brujos se lo llevarán a cambio de un par de billetes grandes. Pero aquel día que robo a ese bebé supo que no debía hacer lo mismo, su corazón se llenó de tanto amor por primera vez y decidió quedarse con el para protegerlo.

Sabía que era peligroso pues muchos brujos querían a niños especialmente para comerlos y entregarlos a una clase de demonio. Cuido al bebé muy bien apesar de no darlo a luz, el era su padre sin importar que, nunca se alejaría de el. El nombre del bebé era SagWa, que significa manzana, como las bonitas mejillas del bebé. 

El brujo sabía que su hijo corría peligro en aquel bosque, por lo que después de un año decidió devolver a la criatura con sus verdaderos padres. Por lo tanto, llegó aquella madrugada a la casa de donde había sacado al pequeño y tenía miedo, miedo de que nunca volvería a verlo, el era su padre y no dejaba de repetirle al niño aquello.

Seonghwa estaba en el balcón como todo el tiempo y observo a un chico con capucha, con muchas bolsas y un bultito en brazos acercarse a su puerta a pasos lentos. Como tenía un buen corazón, bajo inmediatamente para abrir la puerta y dejar pasar al desconocido que se veía realmente mal, muy agotado.

ーMu-muchas gracias.

Yeosang levanto la mirada observando al chico que una vez hechizo por unos minutos, ese era el papá de SagWa, quien ahora tenía un año de nacido. Estaba nervioso y abrazaba mucho a su bebé, no quería soltarlo por temor.