Todos los personajes pertenecen a JK Rowling, y por consiguiente a la saga de Harry Potter, Animales Fantásticos y datos e historias de Pottermore.
Los hijos de aquellos que salvaron Inglaterra una vez son ahora los protagonistas de su propia aventu...
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Se rascó la nuca cansada. Abril terminaba, y mayo comenzaba a caer sobre ellos con un calor asfixiante y el peso y el estrés de los exámenes. Sus amigos habían descartado ir a la biblioteca por el agobiante calor que preservaban todos los libros, y en su lugar, habían insistido en ir a las orillas del lago donde corría una brisa muy agradable.
Scorpius y Albus estaban no muy lejos de donde estaba sentada ella junto con sus amigos de Gryffindor, a los únicos a los que les agradaba Malfoy eran Félix y Toby, el segundo por su ignorancia de la guerra y todos los acontecimientos anteriores y posteriores a esa misma. Vance y Nya no lo tragaban, Nya intentaba ser agradable, pero Vance era fría y mordaz.
—Voy a suspender Transformaciones.— dijo melodramático Toby echándose las manos a la cabeza. Vance alzó una ceja y Rose pegó un bostezo, tenía mucho sueño, la noche anterior se había quedado hasta tarde ayudando a Scorpius y a Albus a encontrar un libro sin éxito en la biblioteca. —¡Y Vuelo! Soy horrible en Vuelo.
Nya le palmeó la espalda para animarlo, Félix soltó una risita y Vance no le prestó atención, sabía que a Vance no le caía demasiado bien aquel muchacho, no por su estatus de sangre ni nada de eso, simplemente no cuajaban, pero lo toleraba debido a su amistad con Félix. A ella le caían bien los cuatro, no podía quejarse.
—¡No te rías Drake!— exclamó Toby con su rostro regordete rojo y cara de preocupación. El muchacho rubio castaño eliminó la sonrisa de su rostro. —Tú lo aprobarás todo.— Félix se encogió de hombros y cerró el libro en el que en vez de estudiar estaba garabateando.
—Soy pésimo en Vuelo Toby, y en Encantamientos nunca me acuerdo de como hay que mover la varita... es más no se ni donde la he dejado.— comenzó a mirar en los bolsillos de su gastada cazadora y en los de sus raídos vaqueros, sin éxito, Rose pegó otro bostezo y notaba como los párpados le pesaban cada vez más hasta que el chasquido de Nya hizo que se levantasen por completo.
—Eres tú la que quería estudiar.— mencionó esta con una sonrisa. Rose asintió conocedora de sus insistencias mañaneras con que Vance y Nya la acompañasen a estudiar sabiendo que ni Albus ni Scorpius la acompañarían y que Thalía estaría con los Hufflepuff.
La verdad es que le apetecía estudiar con su amiga de Ravenclaw, siempre surgían debates interesantes acerca de las materias y si alguna tenía una duda, la otra sabía resolverla, pero con sus amigos de Gryffindor... uno olvidaba su varita, el otro no daba ni una, otra creía que estudiar era una pérdida de tiempo y la otra... bueno, tenía más interés en aquella guitarra que le habían regalado por navidades que en todo lo demás.
