Todos los personajes pertenecen a JK Rowling, y por consiguiente a la saga de Harry Potter, Animales Fantásticos y datos e historias de Pottermore.
Los hijos de aquellos que salvaron Inglaterra una vez son ahora los protagonistas de su propia aventu...
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Dio un gran bostezo, entre aburrido y cansado. Scorpius, para variar, escribía sin cesar en una hoja de pergamino que ultimaba. Su pulcra, recta y elegante letra le parecían florecillas negras en un campo amarillento y seco desde su posición. Nunca atendía a las clases de Historia de la Magia.
Al otro lado del pasillo, en el pupitre de Rosier y Rowle, se había formado un pequeño grupo. Los pupitres de atrás y delante de estos conversaban en alegres susurros y se dirigían risas y miradas malévolas, que por supuesto, al fantasma de su profesor, le daba completamente igual.
El único que se salvaba de aquel grupo era Iratus Selwyn, había sido el único niño de Slytherin aparte de Scorpius que no había puesto el grito en el cielo al encontrar a un Potter en su casa. El resto se la tenían jurada por quien era su padre. Selwyn no le caía ni bien ni mal, era un muchacho carismático y agradable, pero se juntaba con gente que aspiraba a llegar a ser la élite del mundo por su fortuna y su estatus de sangre, y obviamente era respetado por quien era su hermana, una muchacha cruel y tan buena bruja que era digna de admiración.
Vicent Goyle lanzó una risa estruendosa y enseguida fue reprendido por Libra Rowle quien frunció el ceño y lo asesinó con la mirada. El robusto muchacho se tapó la boca pero continuó riendo por algo que su compañero, Jericho Flint, había dicho, sacando también una sonrisa ladeada a Iratus Selwyn en el pupitre tras Prometheus Rosier y Libra Rowle. Mel Urquhart a su lado se había acercado a Libra, reclinándose sobre su pupitre, por otro lado, Joanna King y Dalia Lament, habían abandonado sus sitios correspondientes para acercarse al grupo.
Miró desinteresadamente la entretenida conversación que mantenían. Prometheus echó mano de su habilidad para los encantamientos para conjurar un pergamino y hacerlo volar a la otra punta de la sala, donde otros dos chicos de su misma promoción y casa que compartían cuarto con Rosier, le dirigieron una sonrisa malévola a su compañero.
Libra se percató de su mirada sobre ellos, y con un gesto altanero intentando demostrar superioridad levantó la cabeza, movió su melena caoba y se giró para continuar con los susurros entretenidos que mantenía con su grupo.
—Se presupone que estudió en Hogwarts, pero nació mucho antes de su fundación,— continuó Binns en un tono aburridamente monótono al que Albus no estaba prestando atención. —pero puede que fuese íntimo amigo de Salazar Slytherin, y uno de los descendientes del Rey Arturo, fue mago y recibió el nombre de Merlín quien se supone que estudió aquí y perteneció a la casa Slytherin.— Albus apartó la mirada del corro de serpientes al escuchar el nombre del mago más famoso del mundo. —La Edad Media Mágica es un periodo convulso y lleno de hoyos y lagunas...
—Profesor Binns.— la voz tranquila y chulesca de Prometheus Rosier se escuchó por encima de los ronquidos de algunos de sus compañeros de Hufflepuff entre ellos, los de Alfred quien dormía sobre la mesa acompañando de Zeke, más tranquilo y no tan ruidoso. Su fantasmal profesor alzó la vista hacia sus alumnos por primera vez en todas las clases que llevaban. —A nadie le interesan sus clases. Mire, todo el mundo duerme.— en el rostro del rubio se dibujó una sonrisa chulesca y el grupo de Slytherin comenzó a reír descaradamente.
