Rómulo Kesos

136 23 98
                                    

┅┅━━━━ ۵ ━━━━┅┅𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 X┅┅━━━━ ۵ ━━━━┅┅

Thalía lo miró con preocupación y le pasó una mano por debajo de la mesa para calmarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Thalía lo miró con preocupación y le pasó una mano por debajo de la mesa para calmarlo. Sus pequeñas manos eran suaves y a diferencia de las suyas, estaban calientes. Su profesor de Herbología siguió explicando algo acerca de una flor púrpura que servía para no se qué brebaje para curar la tos. Desde el uno de noviembre que no dormía bien y Scorpius tampoco.

Se tiraba las noches leyendo El libro que había tomado de la biblioteca la noche que atacaron a su prima. Thalía le sonrió amable y Albus, con grandes ojeras moradas enmarcando su rostro, intentó devolverle el gesto. Cuando Neville indicó que podían irse recibió un empujón de Prometheus Rosier, otro de Lament, Flint pasó por su lado y soltó una burla, para que finalmente Goyle lo tirase al suelo.

—Respeta a tus superiores Potter.— rió Rosier dándose la vuelta haciendo uso de su chulería.

—¡El que debería de aprender a respetar eres tú cabeza trol!— observó que el pálido rostro de Thalía había enrojecido y sus ojos, siempre brillantes e hipnóticos habían adquirido el brillo amargo de la ira. Rosier soltó un silbido burlón.

—Ten cuidado con lo que dices, pequeña escoria.— pero aquella no era la voz de Rosier, ni de ningún otro de su pandilla. Los alumnos de cuarto entraban ahora en el invernadero. Subió la mirada de sus zapatos, y se topó con el rostro burlón y aplanado de Parkinson. —Apártate Potter.— y le pegó el siguiente empujón, haciendo que uno de sus anillos se clavase profundamente en su hombro.

Se tocó allí donde había recibido el golpe, le dolía y le ardía una barbaridad pero no le dio demasiada importancia. Menos mal que tenían una hora para descansar de insultos y burlas. Al menos la relación con su hermano había mejorado.

—Se que ya te lo han dicho mucho— comenzó Thalía con voz rota mientras se sentaban en un banco del patio interior. —pero no les hagas caso Al, eres mejor que ellos.— volvió a dirigirle una de aquellas dulces sonrisas suyas.

Thalía había cogido la costumbre de llamarlo Al en vez de Albus, la verdad es que no le molestaba y tampoco le daba mucha importancia, le gustaba que lo llamase así al igual que a Scorpius lo llamaba Scorp. Scorpius abrió su libro, se fijó que iba por las últimas páginas y en una de ellas había una foto de unos jóvenes con túnicas iguales de color azul, vaporosas, todas iguales. Sonreían pulcros y elegantes. Uno de ellos tenía el rostro cuadrado y una nariz afilada, se recogía el pelo en una coleta en la nuca y vio lo que se parecía aquel hombre al hermano de Félix. Los ojos del muchacho de la foto eran azules y expresaban júbilo. Los del otro muchacho que lo acompañaba eran castaños y tenía una expresión de despreocupación cruzándole el rostro.

—Siempre te veo con ese libro Scorp, ¿se puede saber que es tan interesante?— preguntó Thalía con una pequeña carcajada. No sabía porque, pero el timbre de su voz, incluso en los momentos más agrios le sacaba una sonrisa.

El Orbe de Merlín || Tercera Generación IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora