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Justo cuando Steve y yo terminamos de comer, el teléfono color vainilla que se encontraba en el salón sonó. Fue Steve quien se levantó para atenderlo, ya que yo estaba lavando los platos y cubiertos que habíamos utilizado durante la comida. Aun así no tarde en escuchar a Steve llamarme, después de unos segundos desde que el teléfono se había callado. Cerré el grifo y me acerqué hacia Steve, que sostenía el teléfono con una mano, mientras bostezaba.

-Es Johnny.-Me dijo entregándome el teléfono.-Voy a dormir, si quieres algo me avisas.

Steve desapareció de mi punto de vista, subiendo las escaleras para dirigirse hasta su habitación. Normalmente Steve no se echaba la siesta, aunque hubiera trabajado durante toda la mañana, pero se había quedado casi toda la noche con Evie en el hospital, así que era normal que necesitara descansar.

Antes de ponerme el teléfono en la oreja pensé durante unos pocos segundos sobre porque Johnny me había llamado. Tal vez solo quería hablar o algo, pero tal vez fuera por Pony o incluso por Max. Aunque después pensé que acababan de salir del instituto, así que probablemente no fuese nada demasiado importante.

-Hola Mads.-Escuche la calmada voz de Johnny a través de la línea. También escuchaba como detrás de el se estaba armando bastante jaleo.

-¿Donde estas?-Mi pregunta se respondió sola cuando escuche la característica risa de Pony, habría comido en casa de los Curtis.

-Estoy en casa de Pony.-Lo suponía.-Oye ¿Quieres que que vayamos al descampado o algo? Me aburro aquí y tengo que contarte algo importante. 

-Claro Johnny, ahora mismo salgo.

Colgué el teléfono y  me dirigí hacia el perchero malgastado que estaba a un lado de la puerta. Fui a avisar a Steve de que había quedado con Johnny, pero cuando entre en la habitación este ya estaba mas dormido que un tronco, así que le deje en paz. Seguramente supondría que había quedado con Johnny ya que el había atendido la llamada y todo. Así que con la chaqueta puesta salí de mi casa.

Eran las tres del mediodía, hacia aproximadamente una hora que Steve había terminado su turno y desde que volvimos a nuestra casa, dejando a Jane, Max y Soda juntos. A lo mejor estaban ellas también en casa de los Curtis, aunque no creo que Max haya querido quedarse allí. No parecía encontrarse muy bien hoy, parecía apagada. Seguramente estaría cansada. No conocía mucho sobre la vida familiar de Max, pero se que tiene un hermano pequeño, y que su madre esta enferma, por lo tanto Max tenia que hacerse cargo de la mayoría de cosas de la casa, o eso era lo que ella nos había explicado. 

Cada vez estaba mas cerca de el lugar de reunión que había elegido Johnny. Normalmente siempre estábamos en el descampado, era muy fácil encontrarnos ahí, prácticamente era como la casa de Johnny por decirlo de alguna manera. Una vez cruzada la casa de los Curtis escuche una aguda voz detrás mío. Me giré para ver a Jane corriendo hacia mi, con una sonrisa en su rostro, como de costumbre. 

-¿Vas con Johnny verdad?-Preguntó mientras me alcanzaba, pero no me dio tiempo a responder.- Voy con vosotros, la tensión que hay dentro de esa casa me estaba matando.

-¿Que pasa?

-Ni idea, estaban todos como un poco raros. El único que estaba mas feliz de lo normal era Pony, incluso Two estaba serio viendo la televisión. Creo que están enfadados con Pony o algo, seguramente sea por lo que los socs le ha hecho a mi cara.-Dijo esta moviendo las manos señalándose el rostro lleno de heridas ya tratadas, pero aun recientes.

Antes de darme cuenta ya estábamos en el reconocible descampado. Johnny nos estaba esperando, apoyado en el viejo asiento de coche que llevaba ahí años, sentado con los codos apoyados en sus rodillas, mientras inspeccionaba la palma de sus manos con una expresión indiferente. Alzó la vista cuando nos escuchó hablar a Jane y a mi, cambiando su expresión de seriedad por una un tantó confundida, supongo que por ver a Jane conmigo. 

That's so us- Ponyboy CurtisWhere stories live. Discover now