Cuando me desperté eran aun las seis menos cuarto de la mañana, lo revise en el reloj que colgaba de mi muñeca. Era demasiado pronto y no había dormido demasiado, si no recuerdo mal volvimos a casa sobre la una de la mañana, así que como mucho había dormido cinco horas. Normalmente yo necesitaba mas horas de sueño al día para después poder actuar como una persona coherente durante el resto de la mañana, tarde y sobre todo noche. De hecho estuve apunto de volver a tumbarme y volver a taparme con las mantas que compartía con un Johnny aún dormido. Pero después volví a recordar que estaba en casa de los Curtis y volví a recordar todo lo que había sucedido la noche anterior cada vez con mas claridad. Ni loca me quedaba aquí por mucho mas rato. Me levante del mullido colchón, con cuidado de no despertar a Johnny. Justo cuando logre ponerme de pie en el suelo de madera me di cuenta de lo idiota que era por no haberme quitado el vestido la noche anterior. Lo empecé a revisar por todas partes, procurado encontrar algún rasguño o corte en la tela blanca, pero gracias a dios no encontré nada. Al menos no me había olvidado también de quitarme los tacones. Vi al par de zapatos blancos apoyados a un lado de la puerta de entrada.
Rápidamente me dirigí a alcanzarlos para ponérmelos y salir corriendo de aquella casa. Me daba igual el frio que pudiera llegar a hacer afuera o lo incomodos que fueran los tacones, simplemente no quería ver a Ponyboy. En realidad era un poco difícil, ya que el normalmente no se levantaría tan pronto. Antes de mover el pomo de la puerta me quedé pensando en si debería dejar una nota, o incluso despertar a Johnny para aclarar que me iba a mi casa, hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.
-Maddie.-Definitivamente no se puede tener menos suerte que yo, como no era Ponyboy. De pronto recordé que el y Johnny seguían yendo al instituto aunque a mi me hubieran expulsado, tendría que haber salido de aquí mas rápido.-¿Ya te vas?¿No quieres desayunar?
-No, prefiero comer en mi casa, quiero saber si Steve esta ahí ya y me tengo que cambiar de ropa y todo, este vestido es muy incomodo.-Intente parecer lo mas calmada posible, normalmente era con Ponyboy con quien mas hablaba, le podía contar mi vida entera y el la escucharía.
-Tal vez no sea cómodo pero te queda genial Mads.-Ponyboy dijo esto después de mirarme de arriba a abajo, mientras me sonreía con esa maldita sonrisa. Estaba demasiado enfadada con Ponyboy, pero esa sonrisa hacia que me olvidara de todo lo que había sucedido desde ese día en el Drive In. Le devolví la sonrisa, fue un acto casi involuntario, y abrí la puerta para después salir de esta.
.....
Por suerte no me encontré nada ni nadie importante por el camino, de todas formas eran las siete de la mañana, la gente se estaría preparando para el trabajo o para ir al instituto o colegio. Mientras caminaba me apresure un poco, quería llegar a ver a Steve antes de que saliera a trabajar. De todas formas tenia pensado ir a la DX mas tarde, tampoco tenia mucho mas que hacer. Y a demás estoy segura de que si me quedara sola, no haciendo nada productivo empezaría a sobre pensar todas las cosas o a dormir.
Llegué a las escaleras que daban paso a la puerta roja que representaba la entrada al hogar de los Randle. Empuje la puerta, como suponía estaba abierta, como de costumbre. Lo primero que hice, sin ni siquiera mirar al frente fue quitarme los malditos tacones, me estaban destrozando los pies. Eran muy bonitos pero solo estaban bien para llevarlos una noche al mes como mucho. Después de tirar estos a una esquina me fije que a unos metros delante mío, donde se encontraba el sofá de tela marrón, se veían un par de Converse de color blanco, pero que de tanto usarlas parecían grises, y con la suela destrozada. Alcé la mirada para ver a la persona que menos esperaba ver por ahora, Jane.
