Emboscada

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Cuando llegué a La Madriguera, parecía el mismo apocalipsis. Había gritos, tumultos de gente corriendo y yo no sabía por qué. Tan pronto aparqué mi vieja moto, subí corriendo en busca de David. Las personas me empujaban y al girar mi cabeza hacia todas partes, ví que era lo que pasaba. Había hombres, todos con chalecos militares y armas que atormentaban a todos. Uno en particular llamó mi atención. Casi tacleó a una mujer, y una vez la tuvo de rodillas, se limpió la frente con un brazo removiendo su gorra roja, y la golpeó con su arma. La chica cayó al suelo y no tardó en ser pisoteada. Aparté la vista asqueado.

Volví a mi objetivo principal: encontrar al pelirrojo. Corrí hasta El Jaguar, notando extrañado que aquella parte de La Madriguera estaba completamente solitaria. Entré al edificio dudoso, pensando en qué estaría sucediendo ahí adentro. Fuí al piso en donde peleaba, y me detuve en seco a su entrada.

Dos sillas en medio de la habitación. Cada una con un hombre atado y amordazado. Emet y David. Sangrando.

Por las mejillas de Dave lograban verse rastros de lágrimas convinadas con sangre. Me pregunté qué les habrían hecho tomando en cuenta lo rápido que salí de casa y lo poco que me tardé en llegar. Ambos se agitaron al verme, y trataron de gritarme. Las vendas en sus bocas se los impidieron.

-Vaya, vaya... Pero miren a quién tenemos aquí. Al mismísimo Tyler McCall.

De mi izquierda, apareció un hombre. Era alto, de pelo rubio perfectamente peinado hacia atrás y unos horribles pantalones color caqui. ¿Quién usaba pantalones color caqui?

-¿Quién eres tú? -le pregunté frunciendo el ceño.

-¿Sabes? Gus Dorian tenía planeado adueñarse de todo este sitio. Pero lo mataste. Y vaya forma de matarlo; pero en fin. ¿Adivina a quién dejó a cargo? -. Mientras dijo todo esto, tenía una sonrisa socarrona en los labios, la cual borró de inmediato al continuar-. Este lugar me pertenece. Recuerda mi nombre bien, MacTy. Iván Ferreira. Ahora, tú no me importas.

Algo golpeó mi cabeza haciéndome caér al suelo. Pero que sucio golpear a alguien por la espalda. Antes de que mos ojos se cerraran, Iván se acercó a mí y se acunclilló cerca. Le dió una calada a un cigarrillo que sostenía entre sus dedos y escupió el humo en mi rostro.

-No me importas, pero... sé quien eres y me gustaría jugar contigo. Espero que seas buen rastreador -. Acercó su rostro al mío y siseó entre dientes -. ¿Reconoces el olor de Logan? Perro callejero.

Oh, no.

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Algo corto... o no . Es diferente escribir en una tablet y estoy desacostumbrada (y eso que empecé escribiendo en una :v). No pensaba actualizar todavía porque no tengo tiempo, pero yolo. Los amo y pos aquí tienen.
¿Qué creen que pasará ahora? :0
Voten, comenten... porfi :'v
Un abrazo, bebukis. ♥

Vida en negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora