Capítulo 14
Yo iba corriendo, veía como el hombre no paraba de acercarse a mí. Por mucho que yo intentara gritar, no podía. Era de noche y solo se veían las luces de las farolas parpadear. Estaba sola en la calle. Las calles estaban húmedas de la lluvia torrencial que había hecho anteriormente.
Nunca lograba llegar a mi casa, corría y corría sin parar pero nunca llegaba, y el hombre no paraba de perseguirme.
Tenía las llaves del negocio de mi madre, así que me dirigí a esas calles desoladas donde se encontraba la peluquería.
Las manos me temblaban y estaba tiritando del frío, al intentar meter las llaves en la cerradura de la puerta, mi cuerpo lo impedía, al igual que gritar, se me hacía imposible.
No me daba tiempo a abrir la puerta, el hombre estaba llegando y no podía meter la llave en la cerradura.
Ya había llegado, el hombre finalmente estaba enfrente mío, tenía la cara tapada, solo se le veían los ojos, unos ojos de color hazel.
El callejón donde me encontraba, desgraciadamente no tenía salida. Estaba atrapada.
El hombre se arrodilló frente a mí, estaba sacando algo de su bolsillo. Una cajita azul marino de terciopelo salió a relucir de su chaqueta. Con esos guantes negros de lana intentó abrir la obertura de la caja.
Un anillo de oro blanco, con unos diamantes preciosos y unas esmeraldas combinadas con zafiros.
-¿Quieres casarte conmigo? -dijo él ofreciendo el anillo.
-¡Espera! ¿Quién eres tú?
-¡Soy yo, tu estimado Gabriel! ¿No me recuerdas?
-¡¿Qué?!
Un coche de policía aparca en la acera de la calle. Un hombre armado sale del coche de policía y apunta con una pistola a Gabriel.
Gabriel se gira lentamente, suelta la caja donde está el anillo y levanta los brazos, signo de derrota.
Como si estuviera todo en cámara lenta, un disparo hizo que Gabriel cayera al suelo desangrándose. Se ha muerto.
Yo caí sobre mis rodillas intentando no sollozar, mi vista se volvió borrosa, veía las luces rojas y azules del coche de policía distorsionadas. Me estaba empezando a marear.
Caí al suelo, estaba todo negro.
De golpe abrí los ojos, estaba en mi habitación. En la residencia del instituto. Nada de lo que soñé es real, puedo estar tranquila.
Me senté en el borde de la cama, hiperventilando, mi pecho subía y bajaba muy rápidamente. Las gotas de sudor recorrían mi rostro. Tenía muy mal aspecto.
-¡Florence! ¿Estás bien? ¿Qué te ocurre? -dijo Iria sentándose al lado mío.
Había olvidado que Anneli se había quedado a dormir con Iria para un trabajo. Que insoportable, apenas podía dormir hace unas horas por culpa del ruido que hacía.
Iria pone sus manos sobre mis hombros y me sacude -¡Te estoy hablando!
-Solo he tenido una pesadilla, no te preocupes.
Iria volvió a su cama con Anneli y siguieron hablando.
Yo nuevamente volví a estirarme en mi cama, estaba boca arriba, no tengo sueño y tengo la boca seca, quiero agua. Pero no pienso molestar a nadie para que me traigan un vaso de agua.
YOU ARE READING
^^LA DOBLE CARA DE LA DAMA Y EL CABALLERO^^
Teen FictionSinopsis: Una humana de tan solo 15 años de edad nunca creyó que balancear las piernas de forma continua y nerviosa en un muelle, sería la señal de que su vida no iba a ser la misma de siempre. Hay un gran misterio por descubrir y ella sólo podría...
