Capítulo 4

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Capítulo 4 

Esto va para ti mamá

Mamá, te escribo esta carta para despedirme de ti, lo he estado pensando durante mucho tiempo, y sinceramente, creo que no estás siendo lo suficientemente justa conmigo. Es hora de que nuestros caminos se separen, no me gustaría que fuera de esta manera, pero como veo que no vas a respetar lo que me hace feliz, tendré que hacer esto por mi sola. Mamá, te prometo que voy a venir a visitarte si es que tu quieres, pero creo que ya he estado bastante encerrada en este pueblo, ya es hora de darle un giro a mi vida completamente diferente, quiero vivir la vida, quiero ser la chica adolescente o joven que vive su vida al máximo y cumple sus sueños como una campeona, tu no me permites hacer esas cosas que normalmente una chica de mi edad lo hace en su día a día. Por el momento, viviré con Michel, lo único que quiero decirte es que no te preocupes por mi, yo estaré bien. Te echaré mucho de menos, con mucho cariño, Florence Leroux Da Costa.

***

Creo que estas son una de las cosas más difíciles que he hecho en toda mi vida, despedirme de mi madre. Mi madre, es como mi alma gemela, no sé qué haría sin ella, pero claro, quiero estudiar lo que me hace feliz, no pienso dejar todo este esfuerzo hacia atrás, solo porque mi madre le tiene manía a la literatura. No me gusta la idea de dejarle una carta e irme como si nada, pero sé que si le digo cara a cara no me va a dejar marcharme ni de broma. Esta vez pienso seguir lo que me indica mi corazón que siga, y no lo que me diga la gente. Quiero ser feliz.

Sellé la carta con lacre y lo puse en la encimera de la cocina, cosa que esté segura que mi madre lo vea para poder leerlo detenidamente.

Cogí mis maletas y me fui, sin saber que a lo mejor podría ser la última vez que entre allí, y para ser realistas, a penas me importaba. Mil pensamientos sobre mi futuro invadían mi mente, ¿qué iba a ser de mí si no pudiera entrar en el instituto? Ya casi iba a cumplir dieciséis años, tenía que estar preparada, y yo creo que mi única segunda opción, es dedicarme a repartir periódicos en las grandes ciudades, creo que valgo para eso.

Una voz interrumpió mis pensamientos, esa voz me sonaba de algo:

-¡Florence! ¡Para por favor! -dijo una voz exaltada. Yo hice un giro sobre mi eje, y vi a mi madre.

-Mamá... -dije apenada. El pecho de mi madre subía y bajaba muy rápido.

-Florence... Hay algo por lo que no quiero que te dediques a la literatura...

-Pues supongo que merezco una explicación, ¿no crees? -espeté cruzándome de brazos.

-Cariño, en estos instantes es mejor que no te lo diga, pero créeme que tarde o temprano sabrás absolutamente toda la verdad.

-Como veo que no vas a decir nada al respecto y no veo motivos por los cuales no hacer lo que me gusta, me voy a ir.

-Hija mía, sé que vas a ir, y te voy a dejar vivir con alguien que pueda ayudarte a ser feliz, espero que te vaya bien, y hazme el favor de no meterte en problemas... -dijo plantando un beso en la frente.

-Gracias mamá, por comprenderme al menos un poco...

***

-Aquí puedes desempacar tus cosas, tómate tu tiempo y siéntete como en casa, ¡porque lo estás! -proclamó Michel con una sonrisa bondadosa.

-¡Muchas gracias!

Cuando entré, vi que tres de las cuatro paredes eran blancas, pero la otra era de color gris oscuro. Lo que más destaca de la habitación es el escritorio, encima de este había una máquina de escribir, lacres, sobres, tintas para las plumas, plumas y pergaminos, todo estaba muy organizado.

Al frente del escritorio había una ventana donde se podían contemplar las maravillosas vistas de la montaña, era muy sublime.

Al centro de la habitación podemos ver que está la cama, es bastante grande, y muy cómoda sobre todo.

***

-¿Te gusta la habitación que te he reformado para ti? -dijo Michel pacíficamente con un libro en las manos.

-Es un encanto, de verdad, no se como agradecértelo...

-Dando a luz maravillosos relatos ya me haces un gran favor -hizo una larga pausa -Tengo buenas noticias.

-¡¿Enserio?!

-Dada a una circunstancia desconocida, al parecer el ganador te ha cedido a ti la única plaza que quedaba...

-¡No me lo puedo creer! -dije boquiabierta -¿Quién fue el ganador al final?

-No recuerdo muy bien, pero sé que fue alguien de mucho dinero ya que pagó mucho dinero por otra plaza, así que...

El chico del muelle fue quien me dejó ganar, definitivamente, no sé cómo lo pudo hacer si supuestamente, no nos llevábamos bien o algo así... Hablaré con él cuando vayamos al instituto. 

^^LA DOBLE CARA DE LA DAMA Y EL CABALLERO^^Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon