Hay personas con las que conectas, a las que miras a los ojos y sabes que tenía que suceder, que debías conocer, que debía ocurrir, y no se si sea el destino o una estupida casualidad, pero no concibo una vida en la que no existas, no quiero y me re...
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Podría describir de mil maneras lo que era la mudanza para nosotros, pero lo resumiré en una palabra.
Agobiante.
Entre las pocas cosas que yo tenía <<ya que Tom vendió todos sus muebles cuando vendió la casa>> y además de comprar muebles nuevos, iba a ser nuestra casa para siempre, tenia que elegir muebles nuevos.
—¿Color Ivory? —pregunto Tom viendo el catálogo.
—Es como color crema.
—Pero aquí dice color crema. —señalo el cartón.
—Si pero el Ivory da más tono a blanco.
—¿No es más fácil elegir blanco y ya? —hizo una mueca y fruncí el ceño.
—Creo que el sillón color perla quedaría mejor. —tome el catálogo. —¿O deberíamos elegir colores oscuros?
—Los colores obscuros estan en la pagina diez. —hablo la diseñadora.
—Gracias Felicity. —sonreí.
—Creo que lo de hoy es lo vintage.
—¿Lo que? —Tom me miro.
—Si, opino lo mismo. —asentí. — La moda contemporánea. —bufe. — Muy rápido cambiara, necesitamos algo que aun que pasen los años se vea elegante. —sonreí.
—No podría estar más de acuerdo contigo. —sonrió.
Despues de media hora de conversaciones sobre colores y tipos de sillones, Felicity se fue dejándonos a mi y a Tom sentados en los taburetes... los únicos lugares que teníamos para sentarnos.
—Creo que fue buena decisión el sillón negro con caoba.
—¿No le puedes decir solo café? —jadeo.
—Pero es que el cao...
—Tiene una tonalidad distinta. —levanto su mano negando. —Mucha información por un día.
—Dejaremos la casa hermosa. —sonreí colgándome de su cuello y dejando un corto beso en sus labios.
—Tengo toda mi fe en ti.
—Claro que si.—sonreí.
La laptop de Tom la cual estaba frente a nosotros comenzó a sonar dejando ver una videollamada entrante.
—Los gemelos. —rio y contesto.
Ambos aparecieron en pantalla, sonriendo y al vernos festejaron.
—¿Entonces señora Felton? —canturreo Oliver.
—En unos meses. —Tom festejo enseñándoles mi mano con el anillo.
—Qué bueno que le dijiste que sí, no sabes cómo nos tenía. —James negó.
