"Ahí donde hay amor, hay vida; el odio conduce a la destrucción"
- Gandhi
Esta historia, en su principio hasta la mitad, me fue contada por Azrael, el resto, lo viví yo.
Es la historia de un ser que nació para ser confrontado por Ángeles y Demonios...
En el Paraíso se creó a un Ángel, el cual desde el inicio tenia un poder abrumador, su nombre era Abadón.
En sus primeros tiempos, los 7 Arcángeles lo entrenaban para ser mi reemplazo, aunque estaba claro que no seria el lider, ya que Miguel no lo permitiria; tampoco le enseñarian bien y sobre muchas cosas, ya que su poder, de verdad superaba al de 3 Arcángeles, los mas debiles al menos.
Abadón era un Ángel totalmente guerrero, me contaba mi hermana, no habia otra cosa que disfrutara más que pelear contra los Arcángeles. A veces vencia sobre algunos, otras veces no, pero el se hacia cada vez mas
fuerte. Era como si hubiera nacido con la unica misión de pelear y hacerse mas poderoso.
Abadón, tambien tenía cierto grado de inteligencia e intuicion. Sabía que los Arcángeles le tenian cierta precaución y que no le enseñaban todo, asi que mucho de su crecimiento lo logro por sí mismo.
Ese Ángel finalmente formó parte de los Arcángeles, tomando mi lugar y fue bendito por nuestro Padre con una Gracia que excedia los limites, tan poderosa como la Gracia del Ángel Supremo: Destrucción.
Podia destruir cosas con mucha facilidad, desaparecerlas por completo, pero debia tener cierta cantidad de poder para poder destruir algo, eso era lo que le complicaba las cosas. A diferencia de mi hermano mayor, que puede crear sin agotarse ya que su poder es incalculable, el de Abadón no era así. Destruir un planeta agotaría bastante a Abadón, así que pareciera que se le otorgó esa Gracia con el fin de que la use a su favor en objetos claves y no tan descomunales. De todas formas, esa Gracia lo hacía superior a Rafael, que era el tercer Arcángel mas fuerte.
Abadón comenzaba a destruir cosas para adaptarse mejor a su Gracia, cosas en el universo como asteroides, cosas que existieran en algunos planetas, montañas por ejemplo, e incluso logró destruir un planeta enano pero terminó bastante cansado.
Hasta cierto punto, empezó a filosofar sobre la destrucción, me decia Azrael.
Decía que era el único que podia entender la detrucción, pero empezó a perderse en delirios.
"El Ángel Supremo es el portador de la Creacion y yo soy su cara opuesta, Destrucción, estamos a la par, ambos somos los más poderosos." — decia Abadón mientras volaba en el vacio del universo.
Esto parecía ser el principio de un desastre.
