^^LA DOBLE CARA DE LA DAMA Y EL CABALLERO^^

Capítulo 13

-Mira... Te voy a pedir un favor... Una de mis mejores amigas, le gusta tu novia, y te quería pedir si la podrías dejar y así mi amiga tiene oportunidades... Ya sabes...

-¿Qué te haría pensar que voy a dejar a mi novia para que se vaya con otra?

-Pero si no... Pero si es lesbiana, y encima lo sabes. ¿Qué más te da?

-Que ella no me ame, no implica que yo no la ame.

-¿La amas? ¿Ósea ella no está de acuerdo con tener una relación contigo y la obligas?

-No, no es eso, pesada.

-¿Entonces...?

-No te voy a contestar tus estúpidas preguntas. ¿De acuerdo? -carcajeó él.

-No me des tanta información que no me da tiempo de hacer apuntes... -contesté sarcástica poniendo los ojos en blanco.

-¿Tú eres así o te dan apagones cerebrales?

-¿Cómo?

-Ya sabes... Tus preguntas pesadas que lo único que hacen es molestar...

-No tiene nada de malo ser curiosa...

-Sí que lo tiene, aunque no te preocupes, nunca es tarde para callarse y meterte en tus propios asuntos.

-Por favor... Deja a Anneli... -volví a insistir para que no cambiara de tema.

-¿Qué parte no entiendes? Eres demasiado pesada... No quiero dejar a Anneli, no voy a dejar ir a alguien que amo.

-Pero vamos a ver... ¿No te has puesto a pensar de que a lo mejor te está engañando porque no le gusta la gente de tu especie?

-Supongo que si lo sabes todo, sabrás cuándo callarte.

-Odio que sepas contestar a todo lo que te pregunto sin contestar exactamente lo que te pregunto. ¿Me explico?

-Y yo odio que seas tan irritante cuando te apetece. No sabía que eras una experta en mi vida y en cómo vivirla, en serio -hizo una breve pausa -Espero que el resto del día sea igual de agradable y cómodo que tú.

-¿Por qué puedes llegar a ser tan desagradable con la gente hasta tal punto de destrozarla?

-Voy a ignorar y evitar tus preguntas tanto que dudarás de tu existencia.

-¿Es en serio? Se acabó, no permitiré que nadie me falte el respeto de esa manera sin haber hecho nada malo -mi corazón estaba a mil por hora - ¡Que tu familia te maltrate o te obligue a hacer cosas que no quieres no implica que me tengas que hablar de esa manera!

Hubo un silencio embarazoso, hasta que él lo rompió.

-¿Que has dicho?

-Lo que has escuchado.

Yo me fui por otro camino sola, no quería estar con él.

Él de repente me agarró del brazo y me empujó hacia él lentamente. Admito que me ha gustado pero no puedo permitir que me traten de esta manera.

-Suéltame, no quiero saber nada de ti -susurré a centímetros de su cara.

-Florence, estamos perdidos. ¿Por qué no te quedas conmigo y así no te pasa nada malo?

-¿Desde cuándo estamos perdidos? Pensaba que sabías por dónde íbamos...

-Quédate aquí, conmigo.

-No quiero -mentí.

-Me necesitas, te necesito, nos necesitamos.

-No, no necesito nada de ti, no quiero nada de ti. No quiero saber nada de ti.