— Hana, por favor...

— No quiero hablar contigo.— Respondio en un susurro pero lo suficientemente fuerte para tanto sus amigas como el castaño escucharán. El semblante de Hoseok empezó a cambiar a uno más decaído del que estaba, de dio media vuelta, no sin antes mirar de reojo al chico de cabellos rizados que todavía seguía ahí, parecía que también no sabía que hacer. Apenas conocía a Hana, quizás no tenía nada que hacer ahí aunque no quería dejarla en ese estado. Aunque, pensó un poco y sonrio en sus adentros, ya sabía exactamente que es lo que iba a hacer.

Y a pesar de que Hoseok no queria irse sin ninguna explicación, no tuvo de otra, mas al mirar a sus dos amigas de una manera muy recelosa y protectora con Hana. Aunque antes de irse por completo, sintió como lo llamaban, para ver después de darse la vuelta que se trataba de Yuusei.

— ¿Puedes explicar que es lo que acaba de suceder?— La pelinaranja no solo se miraba enojada, se miraba furiosa pero sobre todo desconcentrada.

— Quería explicarle a Hana que es todo lo que sucedió, pero nunca contestó mis llamadas o mensajes, ¿que otra opción tenia?

— Pensar.— Respondió con seriedad.— Hana, ya lo sabe.— Agregó teniendo la atención de Hoseok. Pero, ¿por que no quería hablar con el?— Pero no te quiere ver.— Como si fuera una grabadora, el castaño escucho las mismas palabras que hace unos momentos había escuchado de Hana.

Cuando las ultimas palabras de la pelinaranja fuero dichas, lo volvió a dejar sol para volver a estar con Hana. Se dio media vuelta y casi corriendo trataba de alcanzar a sus dos amigas, y, aunque Hana ya no estaba llorando estaba mas seria de lo normal, mas cuando llegaron hacia el departamento. A pesar de que ella ya estaba por entrar a su habitación, tanto Mirai como Hana le obstruyeron El Paso, incluso no les importo que la pelirroja pusiera los ojos en blanco. Hana miro el sillón y aun lado de este una manta, la tomo y logró cubrirse de pies a cabeza para después dejarse caer en el sofa. Pasaron las horas y Hana parecía no cansarse en la posición en la que estaba, pues apenas de había movido para tomar agua o ir al baño, la mayor de ellas preparo la comida e incluso le llevo uno de sus postres favoritos que ella misma preparaba junto con un plato de comida, pero Hana a penas lo miro y lo probo.

— Vamos Hana, tienes que comer algo.— Insistió por cuarta vez la mayor.

— No tengo hambre.— Respondía de manera casi automática.

— Vas a hacer que me enoje y que te termine alimentando.— Amenazo. Aunque solo la pelirroja frunció el ceño y le dio la espalda acomodándose en una nueva posición. Con un suspiro de derrota, Mirai se llevo la comida y la puso en refractarios para que no se echarán a perder.

Desde la cocina miraba a Hana, incluso había veces en las que la escuchaba sollozando pero sabía que prefería estar sola en estos momentos, pero al menos en la sala podia cuidarla mejor que en su habitación. Volvió a suspirar ahora poniendo su atención a los platos sucios y lavadolos, ¿por que tenia que estar sola ahora? Yuusei se había ido hace un rato y no había vuelto todavía, ni siquiera le mención a donde iba solo se fue diciendo un corto "en un rato vengo" aunque se sentía capacitada para poder cuidar de Hana, no le gustaba el hecho de estar sola. Solo esperaba que ella no se tardara más.

Más sin embargo, la pelinaranja no se encontraba lejos de su casa. No sabia si era por los nervios que sentía o por que ya sus uñas de las manos habían desaparecido de tanto comérselas, que parecía que no podía estar tranquila. Se balanceaba en el columpio pata tener aunque sea algo de paz, pero parecía lo contrario, miro su teléfono en el último mensaje que había enviado, ya habían pasado quince minutos, que para ella ya parecía horas desde la respuesta de Jimin al mensaje. ¿Por que tardaba tanto? Su casa no estaba muy lejos de aquí y mientras más trataba de balancearse en el columpio más de desesperaba. Pensó en volver a mandarle otro mensaje, pero antes de enviarlo miro de lejos una cabellera rubia que se acercaba caminando.

Amor no correspondidoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon