Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin

80. Lugar al cual volver

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— ¿Qué fue eso?

No sentir la onda de energía sería un sinónimo de estar muriendo. Nadie pudo evitar detenerse para ver alrededor. Trata de entender qué fue aquella sensación. Aquel impulso tan fuerte. Yoongi se levanta con ayuda del tridente y nota que hay animales nadando en una determinada dirección. Todos, sin falta.

Sale al jardín, viendo arriba y siendo cubierto por la sombra de los peces que nadan en un enorme cardumen hasta que cruza lo más importante de ellos. Abre y cierra la boca, sus ojos dilatados.

— ¿Whalien?

La ballena nada a su marcha usual, sin nada particular aparte de pasar por aquí ¿Por qué? Sin Jungkook presente, no se acerca. Está demostrado con creces. Respira con fuerza. Hinchando su pecho y alzando una estalactita sin prestar real atención a la criatura que estuvo a poco de abalanzarse sobre él.

—Tengo que seguirla. —Yoongi se quita protecciones y deja el tridente clavado en el piso. Namjoon abre los ojos, con su gesto de calma interrumpida.

— ¡No! Tienes que quedarte aquí—Namjoon lo toma del brazo—. Tu lugar es aquí.

—¡ES WHALIEN! —exclama Yoongi acelerado. Se está alejando. Si la pierde de pista será imposible alcanzarla—. SI SE ESTÁ MOVIENDO HACIA ALLÁ-

Namjoon le da un tirón más fuerte a Yoongi, hasta el punto en que le hace daño por ello. El consejero con aspecto alterado.

—Debes, quedarte, aquí—Enfatiza cada palabra con enorme impaciencia y ansiedad—. Tienes que cumplir un papel y si no lo haces todo se va a ir a la mierda ¿Me estás entendiendo? —Yoongi gira la cabeza de nuevo. Aun puede distinguir a Whalien—. ¡Debes cumplir una promesa! ¡Si te vas y pierdes el tiempo no podrás hacerlo!

— ¿¡Qué promesa puede ser tan importante!? —reclama Yoongi sin conseguir soltarse—. SI VA EN ESA DIRECCION PUEDE QUE MI HERMANO ESTÉ ALLÁ. DEBO IR.

— ¡TE TIENES QUE QUEDAR AQUÍ!

Jackson jadea, sacando el tridente de la cabeza de la criatura que estuvo a poco de matar al par que pelea. Namjoon y sus ganas de ser misterioso no ayudan a que nadie coopere con él. Es odioso, porque al final suele tener razón en haberlo hecho y es lo que más le preocupa. Por lo que oye, debe haber una magnifica razón para que Yoongi se quede.

Una que Namjoon no revela, tan solo dice:

—Si vas a la sala del trono, vas a entender por qué tienes que estar aquí. —enfatiza Namjoon soltándolo.

Yoongi ve al palacio, luego al ligero rastro que Whalien dejó ¿En la sala del trono está pasando algo? Cerca de la cala del trono, está donde se guarda la corona y aparte de encender sus alarmas. No ha visto a Leedo por ningún lado, incluso si esto es un ataque que pronostica otro ¿Por qué no está aquí?

Da un quejido hastiado y ofuscado, toma su tridente del suelo y se apura a ir al interior del palacio. Namjoon exhala con un atisbo de calma. Toma de su espalda las dagas que suele tener ahí y se pone en guardia con ambas.

— ¿Me vas a decir a mí por qué tenía que quedarse? —pregunta Jackson curioso. Namjoon niega con la cabeza—. Que odioso eres.

—Al menos tengo mis dedos.

Levanta el dedo medio a Jackson que estuvo tentado a golpearlo con el tridente. De nuevo perdió el dedo de en medio. Es una mala suerte que espera, termine pronto como la guerra.

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—Sea lo que sea que esté pasando, ojalá no sea muy grave. —murmura Jungkook.