[EPISODIO 18]

79 12 8
                                    

¡Quiero todos los hombres cubriendo el perímetro de esta base! ¡No quiero que ese malnacido salga de estos territorios! ¡¿Entendido?!

- ¡Si señor! -con un saludo militar se retiraron para esparcir la orden del jefe. Atrapar a Hinata vivo. El pequeño apenas tuvo la oportunidad con el doctor hecho a correr por el pasillo hasta llegar a los baños al final. Aun con dolo de su herida recién curada, se condujo entre los conductos arrastrando su cuerpo por el espacio reducido.

Intentaba no hacer tanto ruido para que no sospecharan donde estaba, el calor lo sofocaba y el dolor no ayudaba mucho. Se siguió arrastrando casi perdiéndose entre tantas vueltas hasta que por fin llego a lo que creía su destino. Bajo sigilosamente del conducto del techo para aterrizar al suelo casi perfecto si no fuera por el dolor en su abdomen bajo. Se oculto entre las cajas de lo que parecía un almacén viejo.

Su vista viajaba por las paredes hasta que se detuvo en lo que era una pequeña mesa de madera. En ella se encontraban diversos papeles de todo tipo. Personas desaparecidas, conflictos del gobierno y del pueblo, tratas de blancas y uno que otro registro de mercancía del extranjero. Cada vez mas se le hacia mas raro, sabia que su padre estaba metido en cosas raras, pero nunca creyó que seria para tanto. Una carpeta se cayó, la curiosidad le llamo al ver que tenia el sello de "confidencial". No es como si alguien se atreviera a revisar las cosas del jefe, acabarían muertos al día siguiente si lo hicieran y se enterara.

En esa carpeta se encontraban fotos junto con sus documentos de cada una, personas desaparecidas y todas con una cosa en común. Donceles. Sabia que a su padre no le hacía gracia que los hombres pudieran tener la gracia de embarazarse y parir, a ellos tampoco, pero no se iba quedar sentado y ver como el mundo lo veía como algo "normal y bueno".

Sus ojos se abrían del asombro cada que leía mas los documentos, son todas las personas que se reportaron como desaparecidas y que nunca se encontraron. El miedo le invadió y soltó la carpeta esparciendo su contenido en el suelo, retrocedió pasos hasta que su espalda pego con el frio de la pared su cuerpo se dejo caer hacia abajo pegando las rodillas a su pecho intentando contener las lágrimas de frustración. Tantos días de investigación para poder encontrar esas personas para que al final saber que su propio padre tenia algo que ver con los secuestros. Ni quería saber que le había podido pasar con ellos, quizás hasta unos se encuentren muertos y el no pudo salvarlos.

Doblo cuantas hojas pudo metiéndolas en los bolsillos de su pantalón, volvió a los ductos para ver si ahora podía encontrar la salida.

Apenas por los pequeños orificios entraba aire y podía ver como los guardias lo buscaban desesperados. Cuando por fin pudo encontrar el basurero y caer entre bolsas negras de basura, se puso a buscar una rejilla, una entrada o salida que no fuera por la que entro. Entre tanto mal olor y lo que parecía ser luz de afuera, encontró un rejilla por la cual podía salir fácilmente.

Mirando a ambos lados, como si cruzaras la calle, sin ver guardias a la vista empezó a correr como si no hubiera un mañana. Todo iba bien, escondiéndose en pequeños lugares, pero todo se fue al carajo cuando un hombre lo vio y aviso a toda su unidad y a todos los que se encontraban cerca.

Hinata corrió más rápido de lo que sus piernas le permitían en su estado, saltaba y esquivaba, hasta que por fin llego a lo que era la entrada y salida principal, no recordaba muy bien las calles, pero lo único que quería hacer era llegar a su hogar y contarle a los demás de lo que descubrió.

Intentaba perderse en las calles, pero las camionetas lo sorprendían por detrás por delante hasta que deicidio por meterse en su callejón sin salida, pensaba esconderse entre los contenedores de basura para recuperar el aliento. Su plan quedo frustrado al ver como a un pelirrojo lo asechaba un hombre mayor con arma en mano.

-Vamos pequeño, no te hare daño, solo dime donde se encuentra tu jefe y te dejare libre -dijo aquel hombre acercándose mas al pelirrojo que retrocedía hasta que su espalda tocó la pared.

-Insista todo lo que quiera viejo asqueroso que de mi no sale nada -dijo seguro el chico con mirada seria, pero mostrando una sonrisa burlesca.

- ¿Te estas burlando de mi niñato? – una bala le rozo el hombro al chico -Sabes que a tu jefe lo quieren muerto, mato al mío y ahora estoy que me lleva al chingada, al menos quiero que ese miserable se dé cuenta de lo que hizo y pague

- ¿Por qué? Porque mato a tu jefe que era una porquería, le hicimos un gran favor al mundo, mira que tratar a su propia familia como mercancía es realmente asqueroso, lástima que cometas los mismos errores – su boca dio solo un grito ahogado al sentir como un balazo le daba en el costado del abdomen.

Hinata sin oír muy bien y cansado y casi cegado por el dolor, agarro una botella de licor y con paso apresurado y sin ser visto se la estrello en la cabeza de aquel hombre, apenas le dirigió una mirada al pelirrojo que decía que se fuera y este sin pensarlo se fue del callejón dejando al peli naranja. Hinata con la poca fuerza le clavo el vidrio en varias partes de su cuerpo, al ver como la sangre hacia charcos debajo del cuerpo y ver que ya no reaccionaba es cuando por fin el cansancio lo venció. Solo esperaba que los hombres de su padre no lo encontraban otra vez.

Apenas oía pasos acercándose, rezaba que no fueran esos hombres o que, por un milagro, uno de su grupo caminara por ahí y lo reconocería. Pero todo lo que vio fue apenas una cabellera negra junto con otro chico que no se dejaba ver, pero tenía una voz juguetona y un tono un tanto infantil. Luego sintió como lo levantaron entre ambos y ahí fue donde perdió todo sentido de realidad y se dejó caer en un sueño profundo, donde deseaba que todo lo que había sucedido era parte de una horrible pesadilla.

[]

- ¿Cómo que no lo encontraron? -preguntaba molesto el padre de Hinata estrellando su mano contra el escritorio dando un salto de susto a los hombres de la habitación.

-Lo perdimos por las calles, señor -respondió uno con temblor notable en su voz.

-Un chico, que parece un chico de secundaria, con pelo naranja y que corría como si se acabara en mundo, y con ropa de hospital...me estás diciendo que no encontraron a alguien así, alguien tan peculiar...

-Lo sentimos señor- el pobre chico no espero la cachetada en su cara hasta que cayó al suelo por el impacto del golpe.

-Bien, no importa, aun así, le sacaremos provecho a esto. Quiero acabar con su grupito de idiotas y aunque el no esté aquí, será la carnada, atraerá todos aquí y aquí morirán, pero antes quiero un poco de diversión.

-Y, ¿Quién será el sujeto? El chico escapó

-De eso ya me encargué, serás tú – el sonido del disparo resonó en toda la habitación, así como el cuerpo de su compañero cayendo y desangrándose.

"HIDDEN"Where stories live. Discover now