[EPISODIO 17]

85 12 13
                                    

Hinata despertaba aturdido, la cabeza le daba vueltas y no hallaba como disminuir el dolor. Tardo unos minutos en acostumbrarse a la luz artificial, sus manos tocaban su rostro eliminando rastro de sudor o tallándose la cara para despertar como si fuera un día cualquiera en donde no quisiera despejarse de la cama. Y como si fuera un película en cámara rápida, todos los recuerdos de las ultimas horas llegaron a su mente generando un dolor más insoportable. Sus manos rápidamente tocaron su vientre completamente plano. Las lágrimas viajaban más rápido por sus mejillas terminando en las sabanas azules de la camilla.

Se tallo los ojos una y otra vez, pero las lágrimas no daban tregua, sus ojos picaban y su garganta se encontraba seca. Quería gritar, gritar de impotencia por no poder hacer nada contra ese hombre. Perdió lo que había aprendido a querer, a esperar con ansias, a imaginárselo parecido a Kageyama o a él, lo había perdido, lo que deseaba en un principio ahora es un martirio. Como si todos tus esfuerzos se fueran a la mierda en una noche o en unas pocas horas. Su llanto quedo en silencio cuando la figura de un hombre junto con una chica hizo presencia en la sala. Mas bien cuarto.

- ¿Está listo todo? -pregunto lo que seria el doctor, lo decía por la bata quirúrgica que traía puesto junto con los guantes blancos.

-Aun faltan algunos instrumentos, voy a buscarlos y podremos comenzar con los exámenes para el jefe -hablaba con total seriedad la chica que se encontraba como asistente.

-Ve a buscarlos, no importa si tardas -la voz de aquel doctor se le hacia más conocida a Shoyo. La chica se fue dejando a solas a Hinata y al doctor que en ese momento solo atino a soltar un suspiro pesado dirigiéndose a la camilla donde se encontraba el peli naranja.

-Lamento lo que le paso a tu bebe, pudo haber sido una hermosa niña -ahora lo recordaba. Era el doctor quien lo atendió al primera vez. -Yo también tengo familia, pero eso no me da el derecho de quitarte la tuya, aun así, sigo las ordenes de tu padre como un perro faldero.

- ¿Por qué?

-Le debía un favor, pero aun con mi trabajo de doctor no podía pagarle, o era para trabajar con el o ver por ultima vez a mi familia; aunque nunca hubiera pensado que destrozaría a otra.

-Es un maldito desgraciado, siempre arruina todo. Arruinó mi vida, arruinó a mi madre, siempre me quito lo que mas amaba, cuando por fin pude liberarme de él, al final siempre me encontraba.

-En los baños...

- ¿Eh? -Shoyo no había oído bien. ¿En el baño qué?

-En los baños al final de este pasillo, tienen un conducto, si escapas por ahí cuidadosamente de no abrir tu herida -señalando la herida un con los puntos bajo su vientre -podrás salir por el basurero de atrás, pero tiene que ser ahora.

- ¿Por qué me ayudas? ¡puedes salir peor si me ayudas!

-Lo se...pero mis hijos me verán como un héroe dando su vida por su gente. En este caso, jure salvar toda vida que este en mis manos y tu eres una de ellas. No podría vivir con al conciencia de que pude haber hecho algo y me quede de brazos cruzados.

-Gracias y lo siento, no sé si podrás seguir vivo después de esto.

-Ya estor satisfecho con mi vida Hinata, pero todavía hay alguien que espera por ti. -Una media sonrisa se dibujo en el rostro de Hinata que solo agradeció y se despidió, quizás por ultima vez de aquel doctor para dirigirse rápidamente a los baños indicados sin ser visto por nadie. Mientras que el doctor se comenzaba a desvestir para quedar en una ropa sencilla.

-Estas mal hermanito, siempre quieres todo para ti y siempre al precio más alto -su mirada se poso en el techo mientras su mano agarraba un anillo en collar atado a su cuello. Beso por última vez aquel anillo para ponérselo en el dedo anular de su mano izquierda.

- ¿Crees que también hubiéramos podido vivir nuestra historia cariño? -pregunto a la nada sin respuesta.

-Debo de admitir que tenias algo muy bonito...y a mi lo bonito me gusta mucho – no pudo ni sentir como la bala atravesaba su cráneo para que su cuerpo cayera ya muerto. -Al menos se reencontraras con el mariconcito ese, me dabas pena hermano.

Esperaba encontrarse con la persona que juro siempre esperarlo.

"HIDDEN"Where stories live. Discover now