[EPISODIO 15]

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- ¿Cómo esta? Tampoco te abre la puerta -hablo preocupado Tanaka al ver como ni a Asahi le abrió la puerta su querido amigo.

-No, nunca lo había visto tan alterado, ¿Qué o quién lo podría poner tan mal con tan solo hablar sobre eso?

-Ni idea, pero siento que serás el único quien podrá averiguarlo -no tenia caso que siguiera ahí, no le abriría la puerta así que confiaba en el mayor para que el pudiera calmar a su amigo. Asahi se quedó en el marco de la puerta recostado en pleno silencio intentando escuchar algo de su pequeño amado, sin embargo, apenas se escuchaban pequeños gimoteos o jadeos cargados de una voz rota y baja. Intento volver a forzar la puerta, pero no daba tregua. Solo se dejo caer en su propio peso hasta acabar sentado en la alfombra que cubría el frio suelo recostándose en la puerta.

-Nishinoya, ¿estas detrás de la puerta no es cierto? -ninguna respuesta se escuchó -Nishinoya por favor, ábreme la puerta y hablemos sabes que no puedes estar así con Daichi.

-Que se joda -respondió el menor que se encontraba igual de espaldas contra la puerta en el piso, sentado con las piernas juntas pegadas a su pecho.

-Yuu por favor, habla por lo menos conmigo -en eso sintió como la puerta era abierta rápidamente que no le dio tiempo en ponerse de pie y termino por caer de espaldas al suelo de la habitación, debía agradecer que estaba sentado y no solo recargado.

- ¿Qué quieres? -Asahi se sorprendió al verlo con los ojos rojos y con rastros de lágrimas y nariz rojita. Se le partió el corazón al encontrarse a la personas mas alegre con ese rastro de tristeza reflejado en su rostro. Apenas y se enderezo, sus brazos rodearon al cuerpo del pequeño.

-Lo siento, lo siento por no saber que te atormenta tanto, lo siento por no ayudarte – Nishinoya al escuchar las palabras del mayor que lo tenía abrazado volvió a soltar en llanto manchando la camisa de Asahi de lagrimas y uno que otro fluido nasal.

Las piernas le fallaron, casi cayéndose, sintiéndose tan agotado y cansado. Asahi al ver esto lo cargo antes, así llevándolo a la cama; apenas Nishinoya toco las sabanas envolvió su cuerpo con estas ocultándose a la vista de Asahi. Este le quitaba las sabanas una y otra vez, pero Nishinoya siempre se volvía a cubrir, ¿Por qué?

- ¡Nishinoya deja de jugar! -grito un poco alto el castaño quitándole las sabanas una vez, esta vez arrojándolas lejos de las manos del otro. - ¿Qué te pasa? Si no me dices no te podre ayudar, por favor Nishinoya, no te quiero ver así, no lo soporto saber que la persona que más amo está mal.

-Asahi tengo miedo, no había tenido tanto miedo como ahora, cometo los mismos errores y no me deja en paz, siento que me persigue a todos lados -decía el pequeño aferrándose a la camisa y llorando en el pecho de Asahi mientras este le acariciaba el cabello.

-¿Miedo de que Nishinoya? ¿Algo o alguien?

-Era mi hermana menor, nunca la volví a ver desde ese día donde terminé en las calles. Vivir o sobrevivir en las calles solo por un poco de información sobre ella. Me prometieron encontrarla y mira, ¡NI siquiera sé si sigue viva! -la voz se le atoraba en la garganta mientras las lagrimas no lo dejaban ver. -Lo ultimo que supe es que estaba con ese maldito desgraciado, no sé porque termino con él.

-Nishinoya, porque nunca dijiste nada; pudimos haberte ayudado.

-Esto se quedo entre Daichi, Suga y yo con tal de quedarme en el grupo tras haberme rescatado de las calles, suponía que no decirlo no lo recordaría o no me atormentaría, y ahora es todo lo contrario

Ambos encontraron sus miradas conectándolas, Asahi pudo ver lo que otros no en Nishinoya, le encantaba su espíritu fuerte, su ambición, su carácter y más allá de eso, su sonrisa y actitud de niño. Sabía que no había tenido un pasado muy bonito que digamos y aun así admiraba como era y lo amaba sin razón aparente. Sucedió lo que no imaginaba y termino siguiendo a ese pequeño hasta donde pudiera y hasta done le permitiera. Ambos se encontraban encerrados en su propia burbuja de confesiones, Asahi sin esperar un minuto mas se acerco a esos labios un poco agrietados para rozarlos. Nishinoya le sorprendió ese gesto ya que Asahi no estaba acostumbrado a tomar la iniciativa, pero solo se dejó llevar por aquella inocente caricia sobre sus labios.

Pero no les duro mucho el momento color rosa cuando escucharon como algo explotaba abajo en el salón y los gritos no se hicieron esperar.

"HIDDEN"Where stories live. Discover now