Disyunción

Érase una vez

Esto está basado en un fic que leí de Ateez. Me gustó mucho la consigna pero ya no recuerdo en qué terminaba, sólo que no me gustó, así que aquí voy yo(¿

No estoy limpiando nada porque tengo exámen en una hora y debería estar estudiando, por favor señalen cualquier incoherencia o falta de ortografía aashdgkvsgkhj<3

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Isa despierta entre las hojas muertas en las que ha caído, en lo profundo del bosque.

Mira a todos lados, observando con cierto temor el estado de las plantas, destruidas y frágiles, como si un incendio hubiera matado todo a su alrededor sin humo. Se levanta un poco inestablemente, se limpia la ceniza de las manos, molesto cuando no puede quitarla por completo de la punta de sus dedos, pero termina por ignorarlo para preocuparse por lo más apremiante.

¿Dónde está?

Lo último que recuerda es estar en esa biblioteca poco conocida cerca de su universidad, había ido porque el lugar era cómodo, pero lo ayudaba a concentrarse. Tomó un libro de páginas blancas y todo desapareció.

(Reclama tu lugar en el tablero y olvídate de ti, porque ahora no eres más que una pieza.

Serás amo y señor de las únicas tierras donde serás bienvenido, ve y toma refugio mientras cumples la mayor encomienda de este mundo-)

Empieza a caminar hacia alguna dirección, esperando encontrar un claro donde los árboles sean más bajos y sea capaz de ver el horizonte, usando el sol para estimar la hora y buscar direcciones.

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En los días siguientes Isa descubre que no tiene consigo su celular, su mochila, sus llaves ni ninguna de sus identificaciones, así como la nueva perturbadora habilidad que tiene de destruir las cosas si las toca por mucho tiempo.

Al menos las cosas orgánicas, porque su ropa sigue sobre su cuerpo- pero cuando intentó recolectar frutas silvestres para no morir de hambre en lo que buscaba su camino fuera del bosque, sostenerlas por demasiado tiempo hizo que empezaran a desintegrarse como si sus manos estuvieran recubiertas con ácido.

La peor parte es cuando empieza a recordar por partes lo que lo trajo aquí.

Pertenecerás a este mundo, peón, ciervo, instrumento. Tu destino está en las páginas, pero te concederé una sola misericordia, que será elegir el desenlace de esta historia.

De conseguir la victoria, te devolveré a todo lo que has perdido, pero de perder, perderás lo que queda de ti mismo.

Tu misión es simple, pero no sencilla: Sólo aceptaré la vida del personaje Elegido a cambio de tu libertad. Consíguela cuando sea el momento adecuado.

Había creído que la voz al fondo de su cabeza era una forma de su cerebro para expresar la angustia que estaba viviendo por su situación actual, pero conforme más la escucha, más lo que lo rodea tiene sentido. Está atrapado dentro del libro que había estado leyendo y, si recuerda lo suficiente, este es el bosque de los lamentos; si sigue caminando a la dirección en la que se oculta el sol encontrará...

Los árboles se abren ante él como si le temieran, heridos y debilitados por la energía negra que rodea el obscuro palacio del Rey de la Destrucción, pero entrar al territorio maldito lo hace sentir como si fuera la primera vez que, desde que llegó a este mundo, siente calidez.

Aquí es donde pertenece, su nuevo papel que cumplir en esta historia.

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