Subo mi mirada hasta encontrar la suya, él me mira sorprendido.

-¿Has estado llorando? -dijo tambaleándose.

-¿Estás borracho?

-A lo mejor me he pasado un poco.

-Entonces olvídate de establecer una conversación formal conmigo.

-¿Por qué?

-Porque mañana no te acordarás de nada.

-¡Venga ya!

-¿Que pretendes?

-Nada solo quería hablar contigo, cuando estábamos allí con todos te he notado un poco distante.

-Vete con tu querida novia a hablar.

-Oh, ya veo, estás celosa...

Empiezo a llorar, no sé porqué lo hago, es de locos pero me pone triste que la gente me vea así.

-Como quieres que me ponga celosa de alguien con quien ni siquiera he cruzado palabras.

-Pero si hemos estado discutiendo, cómo pretendes decir que no hemos hablado si no es así.

Yo me encojo de hombros.

-Florence, antes me has estado mirando el abdomen... Te gusto.

-No.

-Si te sirve de consuelo... No, mejor no te lo digo, estoy borracho pero no tonto.

-No solo lloro por eso, idiota...

-Supongo que solo necesitas un abrazo -él se acercó y me abrazó.

Y era verdad, lo único que quería era un abrazo de quien sea, apoyo.

***

Hoy me he levantado con un dolor de espalda increíble, estoy en el jardín y siento que tengo un muerto encima. Era Gabriel, nos habíamos quedado dormidos en el jardín, y aunque parezca raro, no nos pillaron al final.

Quiero despertarlo, aunque tampoco quiero irme, aquí me siento a gusto. Él se quedó conmigo, aunque fuera un motivo tonto, él se quedó ahí. Seguramente no se acordará absolutamente de nada. Si lo despierto se querrá ir, y el problema es ese, lo quiero aquí conmigo, abrazados.

De repente, siento como murmura algo que no llegué a entender, se estaba despertando.

Mierda

¿Y si no se acuerda de nada? ¿Qué hago? ¿Qué le digo? Se quedará extrañado al verme aquí con él. No debí dejar que se quedara conmigo, se enfadara.

Me haré la dormida, así no me podrá decir nada.

Sentí como se movía y se desperezaba. Por un momento se quedó quieto, creo que me estaba observando.

Y de pronto, se fue. Literalmente, pude notar como se levantó sin más. Todo esto me bastó como para saber que lo que pasó anoche no significó absolutamente nada. Honestamente, me hubiera gustado que lo hubiera hecho de corazón. Aunque, sí que es verdad que estaba borracho y no se podía hacer nada, lo tenía que entender. ¿Y si le pregunto? Sí, creo que será lo mejor, las cosas se arreglan hablando. No hay nada que hablar, pero yo quiero hablar con él y esa es la única excusa que puedo utilizar para entablar una conversación.

Decidí abrir los ojos, miré a ver si estaba Gabriel, no, no estaba, pero había alguien más.

-¡Te he estado buscando durante todo lo que ha quedado de día ayer! -exclamó

-Estúpida, me has asustado, pensaba que eras Gabriel...

-¿Gabriel? ¿El novio de Anneli? -dijo Amélie remarcando el nombre de Anneli.

-¿Son novios? -musité apenada.

-Desgraciadamente sí. ¿No te has dado cuenta ayer cuando se besaron?

-Sí, bueno... Eso da igual.

-Te tengo que contar algo -se sentó al lado mío.

-¿Que se cuece entre mis espaldas? -carcajee. Ella me respondió con una risa tonta y prosiguió.

-Me dio mucha rabia cuando me enteré de que Anneli tenía novio, y sobre todo cuando Gabriel le besó.

-Entonces... ¿Te atrae Anneli?

-De cierta manera... Sí -dijo rascándose la frente.

-Pues, yo también tengo que confesarte algo...

-Como me digas que te gusta Anneli...

-No, no... Al parecer las dos estamos enamoradas de la mismísima pareja, tú de la chica y yo del chico...

-¡De Gabriel! ¡No puede ser! Pero si es un pijo... -bromeó poniendo una mano encima de mi hombro.

-Bueno, no sé si se puede llamar enamoramiento, pero sí puedo decir que me gusta y bastante. Hasta tal punto de sentir celos cuando besó a Anneli.

-Yo me sentí igual que tú solo que con Anneli, es tan guapa, podría ser yo quien esté besando esos labios carnosos...

-¡Amélie, que pervertida! Si te soy sincera, me cae mal solo porque es novia de mi futuro esposo... Y a parte, es la típica niña rica y popular que quiere llamar la atención.

-¿Eso crees? No creo que quiera llamar la atención ni mucho menos, pero no le veo ninguna imperfección en ese rostro tan bello que tiene... -espetó ella mordiéndose el labio inferior.

-Los expertos dicen que cuando te enamoras de una persona o simplemente te gusta, que no puedes ver sus imperfecciones, que es imposible...

-Eso es verdad, y me lo demuestras tú. Ya que yo veo exactamente igual a Gabriel como tú ves a Anneli, rico y popular, tiene un gran ganado, y lo sabes.

-He dicho que no estoy exactamente enamorada de Gabriel.

-Se nota que estás loca por él, Florence, no me lo niegues.

-¿Qué imperfecciones ves tú a Gabriel?

-Por lo que he hablado con él... He visto que es una persona poco carismática, egoísta, cruel, empatiza poco, narcisista, irónico, perfeccionista, envidioso, te podría dar una lista muy larga.

-Yo también he visto algún que otro defecto de él, pero he decidido fijarme más en lo bueno. Y por lo que sé, es una persona que aunque no tengáis ningún tipo de relación cercana, se queda ahí contigo si estás mal -no le conté la parte donde estaba borracho.

-¿Y eso cómo lo sabes? -dijo entrecerrando los ojos.

-Una larga historia.

-Cuéntamelo ahora.

-Hoy se quedó dormido conmigo, en el jardín, porque estaba triste y necesitaba un abrazo, descubrió que estaba celosa, primero se burló de ello pero después comprendió cómo me sentía ya que a parte un amigo mío de donde vengo, me envió una carta y me puse nostalgica.

-Ahora todo tiene sentido, todo encaja. ¡No me habías dicho nada! -sacó su dedo índice acusandome -Claro, estabas celosa, por eso te fuiste tan de repente. Y no te encontraba porque estabas durmiendo con Gabriel...

-Amélie, no te podía decir nada porque no dio la oportunidad para hacerlo tampoco, iba a quedar muy mal de mi parte decir que me he puesto celosa que por eso me voy.

-Ya... Pero aun así me lo podrías haber dicho, somos amigas, por algo están...

-¿Qué te parece si vamos a desayunar? Tengo mucha hambre...

-Es verdad. 

^^LA DOBLE CARA DE LA DAMA Y EL CABALLERO^^Where stories live. Discover now