-¡No sabía que tenías exceso en el bufete de tu padre! -exclamé sorprendida.
-Ser la hija del director tiene sus ventajas... -dijo Amélie guiñando un ojo y con una sonrisa de oreja a oreja.
Ella metió la llave en la cerradura y la giró lentamente para finalmente abrir la puerta del despacho. Al abrirse las puertas, un olor a incienso se desprendió por toda la sucursal. No había nadie pero había un palo santo encendido y eso hizo que todo el despacho tuviera este olor.
Amélie cerró la puerta finalmente y se dirigió a buscar la carta que mi madre había escrito para mí. Abrió uno de los cajones del escritorio y allí al parecer habían varias cartas de todo tipo.
Después de un rato removiendo todo el escritorio pudo hallar la carta y darme el sobre.
Querida Florence:
Florence, cariño, hace tiempo que no hablamos y a decir verdad, se nota que tu presencia ya no está, Abel te quiere ver ya de ya y yo estoy que no puedo más, te extrañamos mucho. Bueno, voy a parar de ser un poco egoísta y pensar ahora en ti. ¿Cómo te está yendo el nuevo instituto? ¿Has hecho nuevos amigos? ¿Las asignaturas son muy difíciles? También me gustaría que me hagas un pequeño favor... No sé si conoces a Gabriel, un chico de tu mismo curso, necesito que me digas si está bien y que como están sus padres. Lo único que quiero es eso, que le preguntes eso y ya no te molesto más, te lo prometo.
Contéstame cuando puedas.
Besitos.
Mamá.
Creo que estoy alucinando, aquí hay algo que no me estoy enterando. ¿Mi madre habla de Gabriel, a que se debe? ¿Por qué quiere saber cómo están sus padres? Sinceramente, necesito descubrirlo.
Sin darme cuenta, al leer detenidamente la carta me quedé con el ceño fruncido.
-¿Y bien, que te cuentas? -preguntó Amélie enarcando una ceja.
Yo quito la mirada rápidamente de la hoja al darme cuenta de que Amélie estaba intentado captar mi atención.
-Mi madre quiere saber cómo están los padres de Gabriel...
-¿Por qué?
-Lo mismo me pregunto -dije con una risa tonta.
-Tengo una idea.
-¿Cuál?
-¿En la carta te ponía que le preguntaras a Gabriel como están sus padres, no?
-Exacto.
-Pues invéntatelo, y di que los padres quieren saber porque quiere saber tu madre cómo están.
-Es demasiada buena idea, pero me sabe muy mal.
-A tu madre no le sabe mal no decirte lo que está pasando en verdad, tú lo único que quieres es comprender esta situación, es completamente normal. ¿Por qué te ha de saber mal algo que a ella le importa tres céntimos de mortadela? -dijo posando su mano en mi hombro.
-A lo mejor solo quiere que lo descubra por mi misma. Porque seguramente es una espía secreta que me quiere preparar para ser detective y entonces ahora le gustaría que resuelva este caso por mi cuenta.
-Eso es demasiado rebuscado... -Amélie comenzó a estallar a carcajadas sin poder respirar de tanto reír.
-Tampoco es tan gracioso lo que acabo de decir, pero tu risa es contagiosa -mascullé con una risa armoniosa.
De pronto a las dos nos empezó a dar un ataque de risa, hacíamos tanto escándalo que al parecer alguien nos escuchó.
-¡¿Qué está pasando aquí?! -gritó el padre de Amélie con una mueca.
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^^LA DOBLE CARA DE LA DAMA Y EL CABALLERO^^
Teen FictionSinopsis: Una humana de tan solo 15 años de edad nunca creyó que balancear las piernas de forma continua y nerviosa en un muelle, sería la señal de que su vida no iba a ser la misma de siempre. Hay un gran misterio por descubrir y ella sólo podría...
Capítulo 10
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