Capitulo 28

1.4K 80 25
                                    

Estoy corriendo en un lugar oscuro, no veo nada, solo se que no me puedo detener

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Estoy corriendo en un lugar oscuro, no veo nada, solo se que no me puedo detener. Mientras corro desesperadamente trato de encontrar a Fer; entre más avanzo más oscuro se vuelve el lugar y de repente empiezo a escuchar la voz de Natalia por todo el lugar, la escucho detrás de mi, adelante de mi y a los lados, pero mi vista no la logra ubicar. Mis piernas ya no resisten tanto y empiezo a desmayarme con cada paso que doy hasta que aparece Natalia. No me dice nada, solo me mira con una sonrisa malévola que me deja petrificado. Estoy en el suelo sin poder moverme y Natalia esta acercándose a mi con un cuchillo, claramente me va a matar. Cuando esta a punto de lograrlo escucho la voz de Fer a lo lejos de mi.

 —¡Jean, Jean!—Dice Fer tocando mi brazo hasta que por fin abro los ojos—¿Qué estabas soñando? Estas sudando—Con una toalla pequeña empieza a secar mi sudor.

Miro a mi alrededor, estoy en una habitación de hospital, canalizado y sin recordar que fue exactamente lo que paso.

—¿Qué paso?—Digo volteando a ver a Fer que empieza a llorar—¿Qué tienes?

—Jean... ibas a morir, el medico no sabe como lograste sobrevivir a eso no se que habría pasado si tu...—No dice nada más.

—Fer yo no planeo morir hoy, si voy a morir que sea por amor—Le digo sosteniendo su mano—¿Dormiste toda la noche en esa silla?

—Si, no me dejaban acostarme en tu cama porque ya estas demasiado grande para tener compañía—Dice Fer limpiando sus lagrimas.

—Lastima...—Le digo con una media sonrisa.

Fer se ríe y me mira. 

—¿Sabes? De lo poco que recuerdo, recuerdo que el dolor era como recibir veinte mil balazos a la vez sin parar, incluso pensé dejarme ir, hasta que saliste tú. Pusiste mi cabeza en tu pecho tratando de darme consuelo y fuerzas, pidiendo que resistiera el dolor y lo hice. Porque tú siempre eres mi salvadora, cada que voy a caer a un barranco tu agarras mi mano, para no dejarme caer o simplemente caer juntos.

Fer sonríe y se lanza a mi para abrazarme. Necesitaba sentir su calor, necesitaba tener su cuerpo cerca a mi, por más que me este doliendo todo mi cuerpo por la intensidad de su abrazo, lo soporto, porque la vida me dio una segunda oportunidad, la usare para abrazarla y no soltarla nunca. Fer me suelta y con sus manos sostiene mi cara para darme un beso. El dolor desaparece un poco besando sus labios.

—¿Y ahora que vamos a decir en redes?—Le digo a Fer mientras ella se vuelve a sentar en la silla que esta a mi lado.

—Jean, ahora no pienses en eso. Tienes que descansar y estar en reposo, luego miraremos que decir.

Pasa media hora y Fer se encuentra dormida otra vez en esa silla, que a simple vista es demasiado incomoda. No me gusta que mis amigos tengan que encontrarse en ese estado, más que todo Fer que esta pasando la noche en una pequeña silla de hospital para cuidarme, sin importar lo incomodo o doloroso que sea.

"Tu lograste ser la excepción"Where stories live. Discover now