"Tu lograste ser la excepción"

Capitulo 6

Son las ocho de la mañana, todos están dormidos excepto yo, tengo que ir a mi departamento a recoger una maleta con ropa, el olor de la ropa de Jean me distrae y me concentro en todo menos en dormir, me levanto sin hacer ruido, me baño y me pongo la misma ropa de ayer, camino hacia la puerta de la habitación sin hacer ruido, al parecer Jean aun esta durmiendo y cuando estoy por salir de la habitación Jean me agarra la cintura por detrás y me acerca a el, acerca su boca a mi oído, me habla con esa voz ronca de recién despertado que desmaya a cualquiera.

—¿A donde vas?

—A mi departamento, tengo que ir por ropa Jenner.

Jean aun me sigue sosteniendo la cintura por detrás, tengo su respiración en mi cuello, para evitar ponerme nerviosa me separo de el y el me suelta la cintura, salgo al pasillo y busco mi bolso para salir, cuando estoy llegando en la puerta Jean me detienen otra vez, esta vez agarra mi mano y me lleva al comedor y me acerca una silla y me hace sentar.

—¿Jenner qué haces?—Le digo bastante confundida

—No te vas a ir de aquí sin desayunar.

Jenner siempre a sido muy atento conmigo y siempre le agradeceré eso, se dispone a sacar cosas de la cocina para hacer el desayuno, por que lo estoy viendo esta haciendo arepas Colombianas  que me enseño a cocinar hace unos meses y desde ahí les agarre un gusto demasiado fuerte, hace claras de huevo y jugo de naranja, termina y sirve en dos platos.

—Toma, espero te guste —Agrega una sonrisa.

—Gracias Jenner—Le devuelvo la sonrisa.

Se sienta a desayunar conmigo, no decimos nada, mientras desayuno empiezo a pensar que tal vez Jean me esta haciendo sentir algo más, pero el ayer lo dijo, el ya no piensa sentir amor, ya no se piensa a enamorar y tal vez no sea buena idea intentarlo, termino de desayunar y procedo a despedirme de el.

—Gracias Jenner por todo esto, nos vemos luego.

—No hay de que, cuídate mucho.

Me levanto de la silla le sonrió y salgo del departamento.

Darían acaba de salir del departamento y mientras todos siguen dormidos decido entrarme a bañar, mientras abro la llave de la ducha y empieza a caer el agua por todo mi cuerpo vuelvo a caer en ella, en lo hermosa que es, en lo que esta causando en mi, ella esta logrando ser la excepción, por más que me dije que no me volvería a enamorar al parecer todo esta cambiando con solo el simple hecho de ser ella, tal vez yo ya sentía esto hace meses y mi mente lo negaba pero creo que tenerla tan cerca a mi me demostró que yo estoy muriendo por ser algo más que su amigo, pero entre más lo pienso, más imposible lo veo, por que tal vez yo le haga daño y es algo que quiero evitar a toda costa, sigo pensando en tantas cosas que pierdo la noción de tiempo y cuando me doy cuenta llevo cuarenta minutos en la ducha y ya todos están despiertos.

Salgo del baño y me cambio, hoy decido no arreglarme así que solo me pongo una camiseta gris de una banda y unos pants gris, salgo a la cocina, ya Naim y Libardo se han despertado, están haciendo el desayuno, andan muy de buenas hoy, al menos el ambiente dejo de ser tenso.

—Buenos días, casi no sales de esa ducha, ¿todo bien?—Me pregunta Libardo sabiendo que algo pasa.

—¡Tíoo! Buenos días—Dice Naim bastante contento

—Buenos días a los dos, todo está bien Libardo, yo no voy a desayunar de una vez les digo.

—¿Por qué?—Dicen ambos en coro.

—Desayune hace rato con Darían.

Ambos se miran y se empiezan a reír, claramente están suponiendo demasiadas cosas con tan poca información, no dejan de mirarme están esperando que les cuente algo más pero lastimosamente no hay nada más que contar.

—No vayan a comenzar ustedes dos con sus bobadas—Les digo demasiado fastidiado por sus risas.

—Claro como tu digas—Dice Naim en ese tono de burla que detesto tanto.

Evito sus risas que aun continúan, me dirijo a la habitación de Libardo y tomo mi computadora que siempre la cogen Naim y Libardo sin mi permiso, salgo de nuevo a la cocina y me siento a jugar mientras ellos cocinan.

Termina la mañana y cuando me doy cuenta ya son las dos de la tarde y Darían aun no llega y cuando estaba a punto de enviarle un mensaje escucho a Naim y a Libardo discutiendo en la habitación, me levanto de la silla y miro que esta sucediendo.

 —¡Que dejes de tomar mis cosas Naim!—Le grita Libardo bastante molesto.

—¿Pero de que vas? Yo no he tomado nada de tus cosas.

—¿Qué paso ahora?—Les digo tratando de no reírme por su discusión.

—¡Qué no podemos estar en la misma habitación joder! Necesitamos nuestro propio espacio—Dice Naim muy molesto

Escuchándolos discutir por las cosas y el espacio trato de no reírme pero es imposible, llevan solo un día durmiendo juntos y ya no se soportan.

—Tenemos que mudarnos Jean o yo voy a terminar yéndome a un hotel —Dice Naim molesto.

Trato de hablar con Naim cuando suena el timbre, pienso que es Darían así que me dirijo a la puerta para abrir y cuando la abro algo dentro de mi se detiene.

—Hola, soy Sebastián Villalobos, ¿Darían esta aquí?

Lo que me faltaba...