"Tu lograste ser la excepción"

Capitulo 26

Otra vez ella y yo de frente, al parecer siempre que estamos frente a frente nos quedamos sin palabras, las miradas hablan por nosotros. Fer esta en la puerta sin decirme absolutamente nada, pero lo que si empiezo a notar es que ella empieza a llorar, sin pensarlo dos veces me acerco a ella y la abrazo con todo mi ser, nuestros cuerpos chocan bruscamente en el acto del abrazo tan fuerte que no estamos dando. Extrañaba su olor, su carita, sus ojos, su boca, su calor.

—Te extrañe con todo mi ser JeanCarlo—Me dice mientras esconde su cara en mi pecho.

—Te extrañe Fer.

Con mis manos levanto su carita para que mire, ambos estamos llorando, nos estamos dando cuenta que nos convertimos en el oxigeno del otro, en la necesidad del otro y de verdad espero que lo que esta pasando si sea amor.

Entro a la casa y saludo a todos voy a mi habitación y descargo mi maleta. Son casi las nueve de la noche y voy por Fer a su cuarto.

—Si ¿Dime?

—Vamos.

—¿A donde?

—Solo sal.

Fer sale de la habitación, yo cubro sus ojos, subimos al techo aunque ella aún no sepa donde se encuentra. Antes de ir por ella a la habitación subí unas cobijas y unas almohadas para ver las estrellas con ella, para por fin hablar de todo. Le quito la venda de los ojos, ella solo admira la bonita noche que tenemos hoy, después de enseñarle el lugar nos sentamos, para tener la charla más complicada de mi vida y tal vez de la de ella también. Ambos estamos acostados encima de las cobijas, mirando boca arriba, mirando las hermosas estrellas que tenemos.

—Quiero saber si esto es amor Jean, no quiero que sigamos sufriendo si verdaderamente esto no es amor, quiero saber si de verdad me amas como yo a ti, si estas listo, si no lo estas créeme que lo entenderé pero no podemos seguir haciéndonos este daño tan horrible Jean.

—Dieciséis de Julio del dos mil diecinueve.

—¿Qué?

—El día en el que supe que nunca me encantaría otra mujer como lo hiciste tú desde el primer momento, desde ese día me cambiaste la vida, soy feliz porque yo pude encontrarte, porque puedo tenerte en mi vida. Desde el primer momento que te conocí supe que esos ojos verdes me tendrán loco toda la vida, estoy cansado de fingir que no siento nada, estoy cansado de fingir que solo somos amigos, estoy cansado de amarnos cuando nadie ve. Quiero gritarle a todo el mundo que te amo, que me encantas, que quiero besarte todo los días de mi vida, que quiero despertar y ver tu carita, que seas lo primero que veo en la mañana y lo ultimo que vea en la noche. Que estoy listo para arriesgarlo todo contigo, que estoy listo para darte mi vida entera, para amarte sin tener que escondernos de la cámara, que quiero todo contigo Fer.

Fer no dice nada, solo me mira y sonríe.

 —Dieciséis de Julio del dos mil diecinueve, JeanCarlo y tus ojitos. El día en el que supe que desde que entraste a mi vida ya no podría sacarte de ella, que me removerías cada partícula de mi ser estando cerca de mi, desde ese día supe que estaba dispuesta a luchar y a darlo todo para hacerte feliz, para tener nuestro cuento de hadas, sin importar cuantas tormentas vinieran por nosotros.

—Perdón por besarla, a Laura.

—¿Sabes? Todos siempre tenemos que besar la boca equivocada para llegar a la correcta, no justifico lo que paso esa noche, pero se que en ese momento estaba el Jean dudoso, el Jean temeroso.

—¿Cómo sabes eso?

—El amor te vuelve transparente Jean. Desde que empezamos con esto aunque tu no lo notes eres transparente conmigo, eres un Jean delicado, cariñoso que jamás había visto en mi vida.

Ambos nos miramos sin decir nada, pero aunque no salga ni una palabra de nuestras bocas nuestras miradas se están diciendo absolutamente todo. Sin dudarlo me acerco a Fer y la beso, la beso como nunca antes había besado a otra mujer, con todo el amor que tiene mi ser, con toda la felicidad de mi vida, con toda la pasión que existe en mi. Porque así es Fer me tiene loco, me tiene enamorado y se que nunca amare como la amo a ella.

—¿Jean, siempre?

—Luchare por esto así sea lo ultimo que haga, te amare con todo mi ser así cueste, te defenderé de todo lo malo, te guardare en una cajita blindada para siempre cuidarte, para que estés feliz y para que nunca nada malo te pase y respondiendo a tu pregunta, sí, siempre.

Nos besamos sin parar, ninguno de los dos quiere separarse de la boca del otro, pero esta noche no queremos pasar a otra cosa, solo queremos que nuestras bocas se sepan el camino de memoria, queremos sentirnos, queremos amarnos, queremos ser nosotros en un mundo donde ser "tú mismo es complicado"

—Darían—Le digo separándome de su boca.

—Dime.

—Tú lograste ser la excepción.

—Lo sé y siempre la seré.

—Siempre.

Después de besar nuestras bocas sin querer parar, nos detenemos. Fer pone su cabeza en mi pecho y ambos estamos admirando en este momento una de las mejores noches de nuestra vida. Fer agarra su teléfono, pone "Bajo el agua" canción que sentimos que nos define mucho y si, así es nuestra noche. Manuel Medrano de fondo, una noche llena de estrellas, ella, sus ojos, su carita perfecta, su pelo, sus manos, su calor. Y en este exacto momento me doy cuenta de lo feliz que seré al lado de Fer, de lo contento que estoy ahora y que a pesar de todas las lagrimas que fueron derramadas en el proceso, serán más las risas y los besos que se derramen ahora, porque haremos todo lo posible porque así sea, esta vez si estamos dispuestos a luchar el triple sin importar quien se quiera meter.

Quiero que apoyes tu cabeza en mi pecho toda una eternidad.