52

7.6K 691 2
                                    

Maya

Me encuentro en el avión sentada frente a Rossi y Emily. Spencer estaba jugando a las cartas con Hotch. Tengo la carpeta con las fotos del equipo que me había dado Frank frente a mi y no puedo apartar la mirada de ellas.

Siento un vacío tan grande en el pecho que ni siquiera puedo soltar una lágrima. Mis amigos eran lo más importante en mi vida ahora mismo. Pensar que en cualquier momento, por mi culpa, podría sufrir algún tipo de daño me carcomía por dentro.

- ¿tú piensas ir Raven?.- llama mi atención la voz de Morgan a un lado de mi. Cierro la carpeta rápidamente.

- ¿qué?.- cuestiono confusa sin entender de que hablaban.

- la reunión de navidad de las fuerzas de seguridad.- replica JJ frente a él.- este año es en Nueva York y parece que nos quieren dar una especie premio por los casos que hemos resuelto este año.

- supongo que si, iré si vamos todos.- respondo antes de que suene mi teléfono. El nombre de Annalise aparece en la pantalla.- perdonad.- me disculpo levantándome de mi asiento sin dejar el expediente encima de la mesa y dirigirme a la cocina.

- ¿cómo no me cuentas que tu padre está fuera?.- oigo su voz gritona al otro lado del teléfono.- me lo acaba de decir Frank.

- nunca pude contarle a los chicos que me defendiste cuando era pequeña en su caso. No tuve oportunidad de decírtelo.- respondo tratando de calmarla.

- ¿ha intentado contactar contigo? ¿Está en Philadelphia por tu tía? ¿Ella está bien?.- cuestiona varias veces poniéndome algo nerviosa.

- está bien, le llamé ayer después de encontrármelo en su casa.- contesto hablando más bajo.- no me amenazó a mi Annalise, amenazó a Spencer y a mis amigos.- digo recordando sus palabras.

- voy a hacer lo que pueda desde aquí para alejarle de ti y de tu chico, Frank está intentando encontrarle.- acota tranquilizándome.

- no hagáis nada sin avisarme. No quiero confiar en que no haga nada y acabar sorprendida.- replico haciendo que esta esté de acuerdo conmigo.

- Frank quiere hablar contigo.- dice la mujer supongo que pasándole el teléfono a mi exnovio.-hey.- oigo su voz grave.

- hey.- saludo de vuelta en tono bajo. Su voz me hacía recordar ahora a las imágenes amenazantes.

- ¿has hablado con ellos?- pregunta haciendo que sienta un pinchazo en el pecho.

- no.- respondo tratando de disimular.- no se que hacer Frank, si les cuento todo estoy segura de que se alejarán de mi, querrán estar a salvo.- continúo.- pero si no les cuento nada...

- tranquila.- dice en un suspiro.- si necesitas algo sabes que estoy aquí.- continua.- puedo volver a mi antiguo trabajo si quieres.- me saca una sonrisa.

- soy agente del FBI Frank, no puedes hablarme de eso.- digo sonriendo levemente.- bueno, os llamo otro día. Saluda a todos los demás de mi parte.

- lo haré, cuídate Maya.- dice antes de colgar y dejarme mirando a la nada en la cocina pensando en que iba a hacer con todo el tema de las amenazas de mi propio padre.

Me giro y camino hacia mi asiento de nuevo para encontrarme al equipo mirándome.

- ¿todo bien?.- pregunta Emily con una sonrisa leve. Asiento y dejo la carpeta en mi bolso para tratar de dormir el poco rato que queda.

En cuanto llegamos al aeropuerto y subo al coche junto a Reid me doy cuenta de que no podía decirle nada. Ni siquiera podía mirarle sin pensar en que pasaría si alguien le hiciera daño por mi culpa.

- ¿estás bien May?.- pregunta en cuanto aparcamos el coche y bajo de este en silencio. Sonrío para tranquilizarle.

- si, claro.- respondo acercándome y dándole la mano para entrar a su casa. Era la más cercana a la unidad y el lunes teníamos una noticia importante según Hotch.

Mientras Spencer se desnuda para ponerse el pijama yo me quedo mirando la enorme biblioteca de su salón llevando puesta una de sus camisetas.

- ¿lees a Angela Davis?- pregunto agarrando uno de los libros y sonriendo. Asiente con una sonrisa leve también.- cada día me sorprendes más Reid.

- ¿eso es bueno?.- cuestiona poniéndose la camiseta mientras yo devuelvo el libro a su sitio.

- claro que si.- contesto girándome y acercándome a él para darle un pequeño beso.- pensé que me ibas a odiar para siempre.- digo separándome en un susurro.

- jamás podría odiarte, hicieras lo que hicieras.- dice en un suspiro haciendo que me acerque de nuevo a sus labios. Sus manos se posan en mi cintura haciendo que la camiseta se levante un poco. Mis manos agarran su cuello mientras nuestras lenguas juguetean entre ellas.

Replaced; Spencer ReidWhere stories live. Discover now