Después de una larga relación que podría llegar a ser considerada perfecta, Park Jimin termina quedando embarazado de su novio jeon jungkook, dando a luz una pequeña bebé.
Pero jeon no está listo para esta responsabilidad se considerada aún muy jove...
Jungkook salio de la habitación con los puños apretados y su fuerte porte al instante jimin elevó la vista observando a este con el bebé en sus brazos aún, su madre salió tan solo unos segundos después de jungkook, ahora se encontraba apagada y más reservada hacia estos dos no podría hacer ningún movimiento en falso.
A veces las cosas que parecían perfectas se desmoronan como si no fueran nada y las que se ven destruidas permanecen por que aquí no pudo ser así, el amor que había en el aire se había disuelto y su magia se había terminado.
Llorar nunca sería una solución por que se mantendría aferrado a el con cada lágrima que caía era una cadena que añadía a sus cuerpos no podría separarse así de fácil.
Y jamás lo haría.
—Creo que es hora de irme— sonrío débilmente mientras tomaba su bolso y se acercaba a la puerta, por su lado jimin paso a mirarla como podría dejarlo en esa situación.
—No crees que aún es muy pronto— hablo jimin mirando de reojo a jungkook y mordiendo su labio inferior sentía un temor que nunca antes había sentido, que podría ver en los ojos de jungkook si el amor no lo encontraba por ningún lado y la compasión se habia perdido solo veía confusión y dolor.
—Supongo que ya es hora jimin, ella debe descansar— su mano se posó sobre el hombro de jimin llegando desde atrás causando que recorriera un largo escalofrío por el cuerpo de jimin.
Jimin miro hacia arriba encontrándose con la mirada de jungkook y volviendo a bajar su vista era mejor que no hablara por un rato y así todo iría por mejor camino quizás solo necesitaba hablarlo aunque no hubiera nada de que hablar deberían hacerlo tal vez así no pasaría nada.
—Adiós cariño— hablo la señora park saliendo del lugar dejando a la pareja a solas, mientras que el bebé dormía aún.
—Llevala a su cama jimin, debemos de hablar— de nuevo había vuelto la voz sombría de jeon, jimin sin protestar fue hacia el cuarto acostando a la pequeña sobre su cuna y dejando un beso en su frentesita, la acurruco y cobijó para salir del cuarto cerrando la puerta con suma delicadeza para dirigirse a jungkook una vez más.
Los pasos lograban oírse por el pequeño departamento se encontraba en un silencio demasiado sepulcral, jimin tragó saliva e intento a alejar todo los malos pensamientos de su mente apenas hace unas horas se estaba devirtiendo y ahora estaba de esa manera, ahora por fin lograba oír el sonido de su corazón palpitar frente a el se encontraba jungkook sentado una vez más tragó saliva acercándose y sentándose frente a el en ese instante su corazón paró en seco.
—¿¡En serio jimin!?, como es posible que me hagas esto —
Lo miro pero de su parte no salía ninguna palabra, solo seguía mirándolo el no estaba haciendo nada malo, solo salió un rato el también, merecía un segundo para el, merecía divertirse un rato como el lo hacía por que si ambos salían lo que el había hecho estaba mal.
Nunca habría una respuesta era cuestión de percepción claramente nunca sabría lo que pasaba hasta que estuviera en sus zapatos nunca veréis o pensaría lo que el otro.
— Jimin, salgo a trabajar para nosotros y tu me haces esto como es posible—
Lo miro buscando respuesta levantándose y caminando de un lado al otro, pero nunca hubo una respuesta.
—¡RESPONDEME!— grito mirándolo, este solo se sobresaltó demasiado asustado nunca le habría gritado de esa manera incluso cuando peleaban.
—Acaso haces siempre eso llamas a tu madre, y te largas dejando a la niña, dime te estabas divirtiendo con tu amante eso es lo que es cierto!—
—¡No jungkook!, por que nunca me escuchas siempre eres solo tu, nunca me escuchas ¿por qué me haces esto? — empezó a llorar de la nada sin saber que podría hacer.
—¿Por qué? jungkook, ¿por qué?—
Jungkook estaba harto era tan infantil siempre era así, nunca pudo hacer que entrara en razón siempre fue lo mismo, incluso fue infantil después del parto no fue como que hizo lo mejor posible su madre siempre estuvo detrás de él ayudándolo sin ella no habría nada aquí.
Todo lo conllevaba a estar harto de el, no quería tenerlo más en su vida, ya estaba demasiado furioso aquí nadie cambiaría los papeles que el estaba jugando.
Tomo las manos del contrario apretando un poco estas.
—No quiero vuelvas a salir jimin, no quiero te acerques a ese idiota— trago saliva mirando directamente a los ojos brillosos de jimin — no puedo confiar en ti, ya no puedo más jimin— se separo de este dirigiéndose a con la pequeña, así dejo a jimin solo en el pequeño sillón bajo el manto de la oscura noche la luz de la ventana era tenue y sentía mucho frío y miedo no sabia cual era la verdadera razón por la que temblaba pero de algo estaba seguro era que no sabia nada.
Dejo caer sus brazos sobre si mismo comenzando a llorar sin sentirse para nada protegido el no podía hacer esto.
Ninguno de los dos podía, pasaron las horas sin parar de llorar, no tenía nadie a su lado quien podría cuidarlo estaba atrapado y la resistencia no sería algo bueno.
Se levantó con los ojos hinchados de tanto llorar dirigiéndose al cuarto jungkook se encontraba acostado sobre la cama y la bebé dormía aún solo opto por ponerse su pijama y se acerco de nuevo a su bebé.
No podía dejarla así ahora ella era lo único que lo amaba realmente, dormir al lado de jungkook se sentiría mal por lo que mejor salía de él cuarto de nuevo para dormir sobre el sofá el escucharía a su bebé si lo necesitaba se levantaría a cuidarla el estaba aquí por su bebé no por el.
Pero por que lo lastimaba decir eso si era una horrible mentira, jungkook era su todo y junto a su bebé eran su familia no podría perder a ninguno.
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Espero estén teniendo un lindo día, aquí mi regalito.
