Capítulo XLIV- Golpe de realidad

283 16 2
                                    

Desperté con algo encima de mí, era Ethan. Y me acordé de porqué estaba durmiendo con él. Joder, la foto.

Me dió el bajón y me escapé al baño, no quería que Ethan me viese llorar otra vez.

Mis intentos se vieron fracasados cuando apareció en la puerta. Mierda.

- Ey ey ey ven aquí pequeña- dijo abrazándome y sollocé más- te dije que lo arreglaríamos juntos y eso vamos a hacer

- Pensé que ya no querrías estar conmigo- era lo que pensaba y se lo dije, cuanto antes me diese el palo antes me recuperaría

- ¿Cuando te darás cuenta de que iría a la guerra con un cuchillo solo por tí? ¿Tan mal te he demostrado que eres la única con la que quiero estar?

¿Qué? Lo estaba imaginando, seguro.

- ¿Qué?

- ¿Qué quiero salir contigo coño que no quiero que estés sola?- dijo riéndose y acariciándome la mejilla

Le di un beso, no sabía las ganas que tenía de que fuésemos algo más hasta que dijo esas palabras. Agarré su mano.

- Tu y yo

- Contra el mundo

Habíamos ido rompiendo poco a poco nuestras reglas. Cada vez más cerca, cada vez más importantes el uno para el otro. Hasta que Ethan había dicho las palabras que pensábamos los dos.

Fue un momento de felicidad, pero todo volvió cuando me di cuenta de mí situación. A saber cuánta gente tendría la foto, se habría pasado a otros. Mierda.

Apoyé mí cabeza en su pecho. Volví a llorar. Ethan me acarició el pelo mientras me susurraba palabras tranquilizadoras.

No sabía cómo iba a solucionarlo.

— ¿Qué voy a hacer? Seguro que ya la tienen todos

Solo de pensar en aquella foto me entraron ganas de vomitar, se me subió la bilis a la garganta. Corrí al inodoro, me daban arcadas.

— Vete. No quiero que me veas así— dije, hizo caso omiso de mis palabras y me sujetó el pelo

— Tienes que bajar a comer algo— me acarició la mejilla— Venga, baja conmigo

— ¿Qué me pongo?

— Una camiseta mía— intenté sonreír, aunque creo que se pareció más a una mueca

(...)

Volvía a mí casa con el vestido en la mano y unos pantalones de chándal y una camiseta de Ethan como vestimenta.

— Mira, creo que deberías decírselo a tu padre por lo menos, él sabrá qué hacer— habíamos parado en frente de mí casa pero me había quedado indecisa sin salir del coche— Si quieres, te acompaño— levanté la vista, me había sorprendido— cuando antes lo hagas, antes se solucionará

— ¿Y qué quieres que le diga? Oye papá que se ha pasado una foto mía haciéndole una mamada a mi ex, necesito tú ayuda— me reí amargamente

— Ey tranquila. Yo estoy contigo

En verdad tenía razón, cuando antes lo dijese antes lo arreglaría.

— ¿Ahora?

— Si estás segura vamos

Salí del coche y me pasé las manos por la cara. Llamé a mí padre, contestó al tercer tono.

— Hola ¿Estás en casa?

— Sí estoy en mi despacho ¿Pasa algo?

— Sí— no sé ni como estaba aguantando sin ponerme a llorar— Te tengo que pedir ayuda con algo. Ahora subimos.

Ethan puso su mano en mi espalda baja.

— Tranquila

Subimos al despacho juntos.

— Papá

— ¿Jo?— levantó la vista de su ordenador— ¿Ethan?

— Los mismos— respondí— Tengo un problema, gordo.

(...)

— Lo primero sería que un informático rastrearse la foto. Para ver quién la envió, por lo menos para tener pruebas de que fue Garrett. Después habría que rastrearla para poder eliminarla de todos los dispositivos

Mi padre se había puesto ya en modo abogado. Después de haberme dado su apoyo como padre. Ethan y yo escuchábamos atentos, yo estaba apoyada en su pecho. No había preguntado sobre eso todavía, tenía otras cosas por las que preocuparse.

— ¿Eso es posible?— pregunté, no sabía mucho de informática pero siempre me habían dicho que lo que subes a las redes se queda allí para siempre

— Que se pueda no significa que sea sencillo— dijo mi padre— ni barato. Pero conozco a alguien que lo puede hacer y pagaré lo que sea porque ese cabrón no se salga con la suya

Apreté los puños, después de llorar mucho ahora tenía una rabia contra Garrett que no era sana.

— Yo sé quiénes estaban en la fiesta. En un principio creo que solo se la pasaron a ellos por lo que hay algo por lo que empezar— dijo Ethan

— Sería de gran ayuda Ethan. Mándame un correo con sus números de teléfono. Ahora llamaré al informático

Me acerqué a abrazar a mí padre. Le agradecía mucho lo que estaba haciendo.

— Gracias papá. No le digas nada a mamá hasta que se solucione, no quiero que se preocupe

— Eres mí hija Josephine, haría lo que sea por tí

— Te quiero. Gracias— volvía a estar sensible así que salí de allí antes de ponerme a llorar

Contra Nuestras ReglasUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum